Viva Air y Ultra se encuentran en proceso de liquidación empresarial con la Superintendencia de Sociedades y el patrimonio será contado dentro de los acuerdos que se hagan entre las partes.
Juan Felipe Reyes, abogado aeronáutico de Parra Rodríguez Abogados, explicó a Pulzo que Viva y Ultra no eran dueñas de sus aeronaves y que estas eran parte de organizaciones que arriendan aviones, por lo que, estos deben ser devueltos a sus dueños. Esto quiere decir, que las aeronaves no forman parte del patrimonio de las aerolíneas de bajo costo, por lo que no podrán ser utilizados como medio para pagar sus deudas en el proceso de liquidación.
Ignacio Osuna, profesor de Inalde Business School, la primera escuela de negocios de Colombia, resaltó en el medio citado que cuando ocurren este tipo de casos, las organizaciones responsables de ser arrendatarias buscan a otras empresas, en este caso aerolíneas, que estén interesadas en adquirir estas aeronaves con el fin de expandir su flota.
Osuna recalcó al medio que las compañías que arriendan aviones, también conocidas como Lessores, son precavidas con respecto a sus aeronaves, ya que, de acuerdo con el experto, estas, al tener la información de que una compañía está en riesgo de dejar de operar, empiezan a buscar posibles interesados que ocupen y arrienden sus aviones.
Por otro lado, Olga Lucía Ramírez Duarte, socia de DLA Piper Martínez Beltrán, también mencionó a Pulzo que:
“Desde el inicio del proceso de insolvencia conforme el convenio de Ciudad del Cabo del que es parte Colombia, la aerolínea como arrendataria tiene la obligación de devolver los aviones en un plazo no superior a 60 días excepto si el arrendador consiente en un plazo diferente o efecto diferente”.
Esto quiere decir, que según Ramírez, las aeronaves ya no hacen parte de las aerolíneas en proceso de liquidación y sus arrendatarios buscaron otras opciones como en el caso de Viva Air. La socia de DLA Piper Martínez Beltrán, dijo que con estos aviones se hizo un proceso de negociación con Avianca, para que algunos de estos fueran transferidos a la organización en el plan de expansión que anunció hace dos semanas con la incorporación diez aviones Airbus A320 NEO.
Según Avianca, algunas de las aeronaves pertenecían a Viva y que otros también fueron acogidos por Latam, ya que, estaban en buenas condiciones y tenían la última tecnología requerida en el mercado aéreo, lo que los convierten en modernos para su uso.
Cabe resaltar que de acuerdo con la Aeronáutica Civil, las aerolíneas de bajo costo, Vivar Air y Ultra Air, contaban con una flota de 26 aviones, 20 de Viva y 6 de Ultra, en su mejor momento.
Luego de los vacíos que dejó Ultra Air y Viva, se conocieron movimientos de las aerolíneas con operaciones en el país y otras potenciando destinos en los que ya son fuertes.
El caso más reciente fue el de la regional Easyfly, que lanzó las rutas Bogotá-Cali-Bogotá y Medellín-Cartagena-Medellín.
En el primer caso, habrá un vuelo diario y la operación arrancará el miércoles 12 de julio, mientras que en el segundo también habrá una frecuencia al día, pero iniciará el viernes 14 de julio.
Así mismo, Easyfly anunció que transformará su marca en Clic, la cual será lanzada en agosto y encabezará su estrategia de los próximos años.
Entre tanto, la línea aérea de bajo costo Wingo empezó a volar la ruta Cali-Aruba dos veces por semana, y de esta manera ya conecta a la isla caribeña con las tres principales ciudades colombianas (también lo hace desde Bogotá y Medellín). En el mismo sentido, anunció que ya tiene todos los permisos para volar desde Bogotá a Caracas, Venezuela, desde el 25 de julio.
Por su lado, Avianca empezó a ofrecer desde la semana anterior 6 vuelos semanales entre Medellín y San Andrés en aviones de la familia A320s con capacidad hasta 180 pasajeros por vuelo, con una oferta de más de 1.000 sillas a la semana.
Latam anunció a mediados de junio el inicio de cuatro nuevas rutas en conjunto con Delta, entre las que ellas Medellín-Miami.