Algunos ministros que desempeñaron roles clave en el Gobierno de Gustavo Petro han experimentado un cambio notable en su postura hacia la administración. Estos exfuncionarios, que alguna vez fueron considerados esenciales en el equipo del Pacto Histórico, ahora se han convertido en críticos de su gestión.
Este cambio de opinión ha generado sorpresa y controversia, ya que Alejandro Gaviria, José Antonio Ocampo y Cecilia López Montaño, estaban directamente involucrados en la toma de decisiones y la implementación de políticas durante el gobierno de Petro. Sin embargo, su arrepentimiento se ha manifestado en declaraciones públicas, entrevistas y columnas de opinión en las que cuestionan abiertamente las acciones y decisiones tomadas por el mandatario.
En cuanto a la salida de Alejandro Gaviria, que desempeñó como ministro de Educación, fue la más debatida de todas, puesto que cuando el exfuncionario dejó su cargo, se difundió un escrito suscrito por él, en el cual se expresaban objeciones a la reforma de salud que en ese momento estaba siendo debatida en el Congreso. Posteriormente, se supo que Laura Sarabia, quien ocupaba para ese entonces el cargo de jefa de gabinete, le comunicó que “había perdido la confianza”. Como resultado, dicha reforma finalmente fracasó.
Según informó Colprensa, Gaviria, el también exministro de Salud en 2010-2018, está trabajando en la creación de un libro en el cual relatará algunos de los eventos que vivió como funcionario del Gobierno de Petro y también evaluará el primer año de gestión de Petro que en su momento fue su superior. Tiene previsto lanzar el libro a finales del mes de julio.
Con ese libro, Alejandro Gaviria expresará su descontento con algunas políticas del Gobierno que, en su momento, tanto defendió. Por ahora, se le ve en redes sociales criticando las decisiones que se han tomado a partir de su salida, que fue en febrero de 2023, sobre la salud y la educación del país.
Al igual que Gaviria, varios exfuncionarios que desempeñaron roles importantes en el Gobierno de Petro ahora expresan sus opiniones con mayor libertad sobre la gestión del mandatario, desde fuera de la esfera gubernamental, entre ellos, está el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.
Ocampo, quien dejó el gabinete apenas dos meses después de la salida de Gaviria, se había mantenido neutral frente a las decisiones del Gobierno; sin embargo, recientemente lanzó una contundente crítica a uno de los proyectos que es defendido vehementemente por la administración actual: el Ministerio de la Igualdad y Equidad, encabezado por Francia Márquez.
El exministro expresó su desacuerdo con la estructura propuesta para dicho ministerio, sugiriendo la necesidad de una simplificación radical al proponer la reducción de cinco viceministerios a dos y la eliminación de los delegados por departamentos.
“La estructura propuesta para el Ministerio de la Igualdad no tiene precedentes y debe ser simplificada radicalmente”, dijo en su momento Ocampo.
Por otro lado, Cecilia López Montaño, quien fue ministra de Agricultura, ha sido la persona más activa en Twitter, recordándole al pueblo que siempre estará presente y trabajando en favor de este país. En contraste, señala que aquellos que representan el statu quo no pueden perderla, ya que nunca la han tenido.
Desde el inicio, ella ha manifestado que aceptó el puesto debido a su afinidad con el programa de Gobierno de Gustavo Petro. Pero, hace unos meses, en la mencionada red social, comentó que es un error común confiar únicamente en la persona que gobernará, olvidando la importancia del programa que brindará continuidad y progreso al país. Para ella, ese programa es fundamental.
En el contexto de la política en constante evolución, es usual que tanto estos funcionarios clave de la gestión de Petro como otros que vayan dejando sus cargos adopten posiciones críticas con respecto a su administración.
Este cambio de postura por parte de los ministros ha generado un debate acalorado en el ámbito político, con defensores y críticos del gobierno de Petro enfrentándose en la arena pública. Mientras que algunos consideran que estos exfuncionarios están expresando su descontento legítimo y su visión crítica, otros los acusan de oportunismo político o falta de lealtad hacia el proyecto de Gobierno en el que una vez creyeron.