Una alarmante situación está ocurriendo en la selva del Darién por la cantidad de migrantes ilegales que están cruzando por la frontera colombo-panameña para llegar a los Estados Unidos.
Así lo indica el Servicio Nacional de Migración (SNM) en un informe emitido el pasado 9 de julio: en los últimos cuatro años cerca de 612.705 personas han transitado por la espesa jungla, y de esos el 20% son niños; o sea, un aproximado de 120.000 menores.
Precisamente los menores de edad forman parte de las poblaciones más afectadas por este panorama. El ministerio de Seguridad Pública de Panamá informó que durante los meses que han transcurrido del 2023 han cruzado más 40.000 niños la selva del Darién, en total han sido 40.458 menores migrantes: 21.135 niños y 19.323 niñas.
Las autoridades internacionales han señalado el riesgo que corren los menores de edad debido a las hostiles condiciones climáticas, la venenosa flora que puede haber y la peligrosa fauna que abunda en el paraíso selvático. Al respecto la directora del Servicio Nacional de Migración Zamira Gozaine mencionó un desgarrador panorama en el que han llegado a encontrar las autoridades internacionales: “niños abandonados y otros, junto al cadáver de sus madres”.
“Algunos no se sientan en un centro educativo desde hace dos o tres años y otros, por este trayecto, son víctimas de delitos contra su integridad, sufren las inclemencias del tiempo, pasan hambre, frío, miedo o son separados de sus padres en la selva”.
Desde Panamá José Manuel Pino, ministro de Seguridad Pública, aseguró que los menores de edad migrantes no sólo afrontan los riesgos de la selva, sino de otros factores que complican seriamente su crecimiento: “Hay mucha preocupación porque son niños migrantes de su entorno social y sacados de sus escuelas para hacer una travesía peligrosa, en donde quedan expuestos a grupos criminales”.
El paso de migrantes irregulares por el Tapón del Darién creció un 85,6 % en 2022
Para muchos de los migrantes, llegar a Estados Unidos es un suplicio. También, para muchos de estos, la única opción para llegar al norte es atravesar el Tapón del Darién, la espesa selva que sirve como frontera natural entre Panamá y Colombia. En 2022 la crisis humanitaria llegó a cotas impensadas: el paso de migrantes irregulares aumentó del 85,5 %.
Esta es una de las cifras que reveló el martes 10 de enero el Gobierno de Panamá y el Servicio Nacional de Migración (SNM). Para traer el porcentaje a números más cercanos, se está hablando, en comparación con 2021, de que en total 248.284 migrantes pasaron la frontera colombo panameña. La mayoría tenía, como destino final, Estados Unidos.
Al discriminar por países, los datos arrojan que los migrantes que más se arriesgaron a sortear los peligros del Darién son originarios de Venezuela (150.327 personas), seguido por Ecuador (29.356 personas), Haití (22.435 personas), Cuba (5.961) y Colombia (5.064). Sin embargo, América Latina no es la única región que aporta migrantes a estas cifras, pues según revelaron desde el SNM, en 2022 migrantes de otros 35 países intentaron vencer la frontera entre Colombia y Panamá.
Así mismo, desde el Sistema Nacional de Migración de Panamá se reveló que el mes, en el que más migrantes transitaron por el Darién, fue octubre, cuando entraron, según los datos oficiales, 59.773 personas.
La situación, para las autoridades panameñas, parece no mejorará en 2023, pues estiman que el flujo migratorio mantendrá la tendencia de crecimiento que se vio en 2022. Al respecto, el ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, aseguró que en estos primeros días del 2023 “casi 3.800 migrantes” han atravesado la frontera.
El funcionario panameño también destacó que la mayoría de migrantes que se han registrado, en los últimos días, son Haití, Ecuador y Brasil. El ministro Pino también advirtió que “lógicamente” y como ya se “ha dicho antes, la migración no va a parar y más cuando se ve estos cambios y problemas de seguridad, social, políticos y gobernabilidad en algunos países del Sur”.