Tito Nieves une su voz a Gilberto Santa Rosa en “Soy”: “No es un amigo, es un hermano”

Tito Nieves, también conocido como El Pavarotti de la salsa, no para de dar noticias de nueva música a sus seguidores. A sus 64 años sigue cantando, grabando y realizando presentaciones en vivo, reponiéndose de lo mucho que le afectó el confinamiento durante la pandemia por el covid-19.

El puertorriqueño pasó recientemente por Colombia para realizar algunas presentaciones y aprovechó para presentar a su público una nueva colaboración con su colega Gilberto Santa Rosa. La canción se llama Soy y es un homenaje que ambos intérpretes de la salsa le rinden al artista cubanoamericano Willy Chirino, quien este año cumple 50 de carrera artística.

En diálogo con Infobae Colombia, el puertorriqueño reveló porqué es importante para él rendirle un homenaje a Chirino, su relación con Gilberto Santa Rosa. Además, reveló algunos secretos y consejos que lo mantienen con tanta vitalidad y salud, de su manera de vivir la fama y sus inicios con Héctor Lavoe.

Humberto Nieves, más conocido como Tito Nieves, nació en Puerto Rico, pero creció en Nueva York escuchando música norteamericana. “Era rockero”, confiesa porque tocaba batería y el bajo, “pero cuando escuché a Willie Colón y Héctor Lavoe eso me atrapó, ellos fueron los responsables de mi llegada a la salsa”.

Para Nieves, la figura de Héctor Lavoe fue “un hermano mayor, él fue el que me dio el voto de confianza como cantante”. Desde 1977, Tito Nieves hizo parte de la orquesta de Lavoe y recibió la bendición de este cuando decidió emprender como solista.

Por ese entonces, los cantantes de salsa solían estar en agrupaciones y tomar la decisión de abrirse un camino como solista era bastante arriesgado si no lograba construir un nombre propio con el que el público lo reconociera. Nieves asegura que tuvo miedo cuando él se aventuró, pero contó con buena fortuna.

“No fue estresante, pero lo hizo bastante cuidadoso, porque yo toco en la agrupación de Conjunto Clásico por ocho años y eso marcó mucho, y fue una transición de música social a música romántica, de salsa dura a salsa más suave. Yo le tuve temor al público, pensaba ‘¿me van a aceptar o no?’”, aseguró.

Su carrera arrancó y la fama se hizo grande, pero para Tito Nieves el ser un artista reconocido internacionalmente hace más de 40 años no es relevante. “Yo la fama no la vivo. En casa yo soy Tito la persona, no el artista. En mi casa yo lavo platos y hago mercado, yo no vivo la vida del artista. Creo que hay que saber separar, tiempo para la familia y el trabajo”.

Soy es una canción compuesta por Willy Chirino que Tito Nieves escuchó por primera vez en 1974, “a través de un maestro que yo tenía que le dio clases a Willy también, se llama Raúl Rodríguez”. Esto sucedió cuando Nieves estaba en la escuela y hacía parte de un grupo musical llamado Macondo. “N osotros nos tomamos el atrevimiento de grabar la canción, pero en balada pop, yo tocaba el bajo”.

Willy Chirino, señaló Nieves, es “un tremendo ser humano, tremendo artista, compositor, arreglista, productor”. En una de sus tantas giras, los dos salseros se conocieron y Nieves le manifestó a su colega que quería grabar nuevamente Soy ya que “me traía recuerdos de niñez” y recibió la bendición del compositor.

“Hace tres meses, finalmente tomé el impulso y empecé a trabajar el tema”, recordó el artista puertorriqueño. En medio de eso, se encontró en Puerto Rico con su amigo y colega Gilberto Santa Rosa, quien casualmente también estaba preparando grabar la canción de Chirino. “Me dice ‘no, pero si yo también la voy a grabar’, pero yo se la gané porque ya tenía listos los arreglos y él no”.

Finalmente, Tito Nieves decide que es una linda casualidad que los dos hayan decidido grabar la canción de Chirino al tiempo e invita a Gilberto Santa Rosa. El artista puertorriqueño destacó su relación con Santa Rosa, alejada de riñas o envidias, “Gilberto y yo hemos pasado las buenas y las malas, hemos llorado juntos. No es un amigo, es un hermano”.

“Siempre lo he dicho, Colombia es mi segunda patria. Me abrazó desde 1979 y hasta hoy lo sigue haciendo, siempre he pensado que mientras haya colombianos vivos, siempre va a existir el género de la salsa”, aseguró Tito Nieves, pero señaló que reconoce las diferencias del público de este país con el de otros.

El artista puertorriqueño señaló que preparar conciertos en Colombia significa pensar en diferentes canciones para diferentes ciudades, pues en cada ciudad se recibe de manera diferente la salsa. Explicó que en el Caribe esperan canciones como Amnesia, Ojalá o Si te pudiera mentir; pero en Cali prefieren que Tito Nieves lleve los clásicos como Señora ley o Los Rodríguez. Finalmente, para el interior del país, especialmente en Bogotá, aseguró que hay que hacer más mezclas.

A sus 64 años, Tito Nieves asegura que no planea bajarle al ritmo en su carrera, pues cuando se vio forzado a hacerlo por la pandemia, no lo disfrutó. “Me bajaron el ritmo y no me gustó. Soy casero, pero me desesperaba por estar con mi público, hice 90 entrevistas entre mi podcast y con la prensa, hice conciertos virtuales, pero no era lo mismo”.

Añadió que planea cantar hasta los 100 años e incluso más si lo logra, “yo cobro por cantar porque esto es un negocio, porque si no lo fuera yo cantaría gratis, me encanta cantar. No me percibo como la gente me ve, ellos me ponen títulos, pero yo vivo una vida tan normal y sencilla”.

Para las nuevas generaciones de la salsa señaló que no ha sido fácil debido a la falta de casas disqueros especializados en el género, pero aplaudió que llevan un buen camino. Como consejo para conservar su salud y vitalidad, expresó que “el respeto por la carrera, el público y uno mismo es clave. Uno no tiene que consumir droga o alcohol para presentarse ante un público”.

“Las canciones deben transmitir”, aseguró Tito Nieves y esto es lo que ha logrado Fabricando Fantasías, una canción que le dedicó a su hijo Ommy Nieves, quien murió en el año 2004 a los 24 años luchando contra un cáncer en los huesos.

“Es una canción compuesta por el maestro Jorge Luis Piloto, para cualquier canción el cantante tiene que transmitir la emoción del compositor ... pero para Fabricando Fantasías se dio la situación del fallecimiento de mi hijo. La canción era de amor, pero con mi interpretación la mayoría de la gente que ha perdido un ser querido se siente identificada, yo lo tomé por ese lado y la gente lo adoptó”.