Como ‘ridícula’ calificó la estructura del Ministerio de Igualdad la periodista María Isabel Rueda. En su columna de opinión del domingo en el diario El Tiempo, la comunicadora aseguró que aquella iniciativa, aprobada por la Plenaria de la Cámara de Representantes en 2022 y encabezada por la vicepresidenta Francia Márquez, es un ‘monstruo’.
Dentro de las primeras críticas que le hace al ministerio mencionado está el costo que tendría para realizarse y entrar en funcionamiento: 500.000 millones de pesos y 87.000 millones de pesos respectivamente para cada fin.
“En este Gobierno se ha recrudecido el fenómeno de que los nombrados, en su gran mayoría, se caracterizan por su incapacidad de ejecución, debido a su total falta de experiencia administrativa en el sector público. Por ello, a no ser que la Vicepresidenta logre demostrarnos lo contrario, es bastante improbable que con 5 viceministerios (los que más tienen son Comercio y Defensa, con tres), 20 directores técnicos, 32 directores técnicos departamentales y 21 asesores, para un gran total de 744 puestos más “de alta gama” en el Estado colombiano, se acaben la desigualdad y la inequidad en este país. A eso solo le pone fin la voluntad política de un Gobierno. Y los instrumentos para ello ya existían, antes de que nuestra vicepresidenta apareciera en el firmamento”, escribió la periodista en su columna.
Para Rueda, el Ministerio de la Igualdad incita a la ampliación de la burocracia. “Ingenuamente pensamos que sería un cargo más simbólico; y no que el Ministerio de la Igualdad y la Equidad se convertiría en el gran coordinador de todos los ministerios, pues ese cargo ya existe: es el que ocupa el Presidente de la República”, sentenció.
En su columna asegura que el Ministerio ‘usurpa’ el trabajo de otras entidades, entre ellas, el del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre) y el Ministerio del Interior. Estos espacios, por ejemplo, ya tienen una “consejería para la mujer y otra para la juventud y la responsabilidad del cuidado de las minorías, como las comunidades LGTBIQ+, indígenas, negros, afrocolombianos, raizales y palenqueros. También están las procuradurías y las defensorías”.
“¿Para qué crearles a cada uno de esos temas un viceministerio, si ya están siendo apadrinados y gestionados por otros organismos del Estado? ¿Y acaso la igualdad, la equidad y la lucha contra la pobreza no son temas transversales a todos los demás ministerios como Hacienda, Educación, Salud, Ciencia y Tecnología, Vivienda, Justicia, Defensa, Deportes, Trabajo, TIC? ¿Querrá decir que ahora que Francia Márquez está encargada de dichos temas, con 744 funcionarios a bordo, pueden aflojar un poco sus antiguos responsables en sus deberes para que no se produzcan innecesarias redundancias en el Estado colombiano?”, cuestiona la comunicadora en su texto.
Además, en su columna asegura que es importante recordar que Gustavo Petro ‘nunca quiso’ a Márquez en su equipo de trabajo y que, por el contrario, la consideró como su fórmula vicepresidencial por la gran votación que obtuvo por parte de la población durante los comicios. De la misma manera, manifestó que Márquez justifica varios de sus errores en temas de racismo y discriminación en su contra por parte de la oposición.
“(...) la respeto como gran ejemplo de dignidad, superación e inclusión. No me gusta, sin embargo, que se refugie en su pobreza y su color de piel para justificar abusos de bienes públicos en todos los órdenes y para acusar a los medios que la critican de misóginos y racistas. El propio Gobierno trató a Francia Márquez como los muebles viejos que nadie sabe dónde poner, como les dicen a los expresidentes en su retiro, cuando estorban por su falta de oficio. Francia Márquez, para ser sinceros, también le estaba estorbando un poco a Petro por su protagonismo. Había que buscarle un oficio vistoso que, sobre todo, le quitara tiempo para lucirse y para vivir paseando en helicóptero”, redactó.