En Colombia varios asesinatos han sido incentivados por fervientes odios o férreas repulsiones, por eso es tan particular el caso de Buenaventura Nepomuceno Matallana o mejor conocido como el ‘Doctor Mata’, señalado de cometer alrededor de 30 homicidios entre la década de los 30 y 40 en Bogotá, el asesino y estafador se caracterizó por una serie de muertes que lo llevaron a ubicarse en las zonas más prestigiosas de la élite capitalina.
Matallana nació en Boyacá en septiembre de 1891, aunque su lugar de origen es aún una incógnita ya que varios testimonios lo relacionan con el municipio de Chiquinquirá mientras que otras versiones lo denominan oriundo de Caldas. El Doctor Mata habría sido abandonado y recogido por una menor de edad, aunque otras versiones señalan que fue un hijo natural (solamente con los apellidos de la progenitora) de una muy pequeña adolescente.
El origen del mal
Independientemente de la veracidad de las versiones Matallana no aceptó que tuviera madre y la mujer que habría desempeñado ese rol fue constantemente despreciada por él, pese a que la mujer tuvo una grave enfermedad y Nepomuceno le enviaba dinero le resaltó que no se refiriera a él como su hijo.
Pese a las carencias, Matallana se ubicó como una de las figuras más importantes y prestigiosas de la clase bogotana en un largo camino lleno de engaños y sangre. Gregoria Sarmiento fue una mujer que le doblaba la edad a Nepomuceno, pero con quien se casó y de quien obtuvo su estabilidad financiera en un principio.
En 1920, Matallana ocupó el cargo de secretario de la Alcaldía de Caldas, donde adquirió gran conocimiento en el código penal colombiano, suceso que sería vital años más tarde para su maquiavélico modus operandi. En estos años Nepomuceno afrontó líos con la ley por ser el presunto cabecilla de una cuadrilla de bandoleros señalados de protagonizar varios asesinatos en Cundinamarca, pero en 1925 fue absuelto por falta de pruebas.
Nepomuceno Matallana al llegar a Bogotá ya tenía un amplio conocimiento judicial, una contundente oratoria y una buena cantidad de dinero impulsada por las incipientes estafas. Ya en la capital el ‘tinterillo’ montó una oficina que convirtió en centro de operaciones, en el despacho del abogado titulado e inscrito egresado de la Universidad Republicana (título falsificado por él) reposaban en las paredes reconocimientos y agradecimientos de las figuras más prestigiosas e importantes de la época en Colombia (también falsificados por Matallana).
El modus operandi del Doctor Mata
El Doctor Mata asistía a adinerados capitalinos que tenían problemas legales, aseguraba que los iba a representar y en muchos de los casos los hacía firmar un poder para poder administrar sus propiedades, en otras situaciones antes de asesinarlos Matallana los obligaba a firmar un papel en blanco para disponer a sus antojos de sus bienes. Tras tener el poder de sus representados el resultado era el mismo, personas desaparecidas que aseguraban que tenían inconvenientes de ‘faldas’ o personales por lo que se tenían que ausentar del país, o eso era lo que aseguraba el sanguinario abogado a la familia de sus víctimas.
Otro de los métodos empleados por el Doctor Mata era engañar a personas que aseguraban iban a hacer un gran negocio como fue el caso de Alfredo Forero Vanegas, un comerciante con quien supuestamente iba a adquirir el terreno de una hacienda en el páramo de Calderitas en Usme, pero quien finalmente falleció a manos del ‘tinterillo’. Matallana inclusive le habría quitado un dedo a Forero para desprenderle un costoso anillo.
Pese a que los diarios lo señalaron con 30 homicidios y las investigaciones lo vincularon a siete, Matallana solamente pagó prisión por la muerte de Forero que ocurrió en 1947. El abogado que intentó escapar en dos ocasiones lográndolo en el Bogotazo finalmente fue enviado a prisión a la cárcel La Modelo donde murió a sus 69 años en 1960.
De la realidad a la ficción
Matallana se convirtió un icono, no solo en sus juicios los cuales tuvieron que ser trasladados de un juzgado a un teatro debido a la afluencia de espectadores, inclusive el premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, en su época periodística referenció el particular hecho relacionado las audiencias con una popular radionovela del momento. De igual manera pasó a la pantalla tras ser su historia recreada en la serie del 2014, ‘Dr. Mata’.
Nepomuceno Matallana llegó a los lugares más privilegiados de la élite bogotana apoyado de su maquiavélica mente, su habilidad oratoria, una absurda impunidad y de dinero, billetes untados de sangre que pasaron desapercibidos en manos y bolsillos y que construyeron el imperio de uno de los asesinos seriales más frívolos de la historia capitalina.