El Gobierno de Gustavo Petro tiene como una de sus banderas la transición energética amigable con el medio ambiente y el principal eje de ese plan de transformación es La Guajira y su potencial generador de energías limpias con las que, según el presidente: “Podríamos reemplazar toda la generación eléctrica de Colombia, incluidas las hidroeléctricas”.
Sin embargo, toda la apuesta de transición energética del Gobierno se ha visto truncada por la corrupción y los retrasos en los proyectos de ese tipo que se adelantan en La Guajira. El ministerio de Minas indicó que solo dos de los proyectos han cumplido el cronograma trazado en el tiempo y 82% de los proyectos están atrasados.
La ministra de Minas, Irene Vélez, señaló que ese era uno de los motivos por los que Colombia había caído 10 puestos en el Índice de Transición Energética del Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés).
“En la subasta que se hizo en 2019 se les dio capacidad a los proyectos, a través de la Upme y, sin embargo, hoy están en el papel, porque se desconoció que era necesario un relacionamiento social y que no podríamos enfocarnos solo en la rentabilidad empresarial y debe ser un gana-gana. Este Gobierno tiene una nueva política para precisamente superar el rezago que desde 2019 no se ha superado”, puntualizó la ministra.
Después de sesionar en La Guajira, el presidente Gustavo Petro expidió el Decreto 1085 de 2023 con el que declaró la emergencia económica, social y ecológica en el departamento por 30 días. En el documento, se expresa que la transición energética en el territorio guajiro está en riesgo por el atraso en la puesta en operación de los proyectos relacionados con Fuentes No Convencionales de Energías Renovables.
“El porcentaje de avance promedio de los proyectos es de 28,81%; el porcentaje promedio de desfase de avance de los proyectos es de 54,65%. Únicamente 2 proyectos han cumplido el cronograma trazado a tiempo. Es decir, el 82% de los proyectos están atrasados”, establece el documento.
En diálogo con La República Marco Vera, director del Centro de Estudios de la Energía Renovable y el Agua, señaló que el país no ha avanzado en el desarrollo de fuentes de energías renovables. “Se tiene el plan de inversiones conforme al plan de subastas en el anterior Gobierno y La Guajira, que ha tenido inconvenientes. Pero se espera que con los nuevos acuerdos se logre avanzar, sobre todo en sacar adelante el proyecto de transmisión colectora, que va a ayudar a destrabar el desarrollo de los demás proyectos eólicos”, puntualizó Vera.
El panorama nacional tampoco es alentador
Según un estudio de la Asociación de Energías Renovables de Colombia, solo una de cada tres obras de energías renovables del país avanza sin demora; es decir que hay retraso en el 89% de las construcciones destinadas para ser entregadas entre 2023 y 2024.
El informe estableces que hay problemas en 52 proyectos, que tienen la capacidad de generar 2.965 megavatios de energías limpias. Por otra parte solo 28 obras avanzan sin problema, de las cuales se tiene previsto que 14 sean entregadas este año y el resto para mediados del 2024.
Frente a esto, la directora de la Asociación de Energías Renovables de Colombia, Alexandra Hernández dijo en entrevista con Portafolio: “El análisis muestra que la mayor cantidad represada por entidad que adelanta alguno de estos trámites está en la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, con cerca de 1.200 megavatios. Luego de esto, se encuentran los megavatios que están en proceso de trámite con la Unidad Nacional de Planeación Minero Energética con las corporaciones autónomas regionales y con operadores de red”.
De acuerdo con la agremiación, los departamentos que tienen mayor capacidad de generación y que aportarán más energía en los próximos dos años son: Atlántico (718,9 megavatios), La Guajira (568 MW) y Córdoba (369 MW). Entre tanto, Arauca, Boyacá y Caldas son los que menos capacidad ingresarán en este lapso.