Salario mínimo en Colombia es el quinto más bajo de América Latina

Por detrás de Colombia están Brasil, con un salario mínimo de 271,65 dólares, República Dominicana (247,33 dólares), Argentina (178,47 dólares) y Venezuela, que tiene el más bajo de la región, siendo solo de 4,66 dólares

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Inicia puja por el aumentos del salario mínimo en Colombia. Foto: Leonel Cordero.
Inicia puja por el aumentos del salario mínimo en Colombia. Foto: Leonel Cordero.

La previsión del crecimiento económico de América Latina se redujo en 1,2% según el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). En este también prevén que se profundice la desaceleración del crecimiento económico durante 2023, por lo que el panorama para el segundo semestre no parece ser muy favorable. Así las cosas, uno de los indicadores de cómo están las economías latinoamericanas es el salario mínimo.

De acuerdo con el Departamento de Economía de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), la desaceleración del crecimiento económico en América Latina se debe a “una demanda externa que pierde dinamismo y un consumo doméstico golpeado por la pérdida del poder adquisitivo de los hogares, como consecuencia de las elevadas tasas de inflación y del endurecimiento de las condiciones financieras”

Y si bien la situación en cada país responde a sus circunstancias y contextos particulares, ver cómo están los salarios mínimos en 17 países de la región puede servir para tener un asidero a la hora de ver los efectos de la desaceleración económica en el continente.

Colombia tiene el quinto salario mínimo más bajo de la región

El país con el mayor salario mínimo de la región es Costa Rica, mientras que el que tiene el menor es Venezuela. Bloomberg.
El país con el mayor salario mínimo de la región es Costa Rica, mientras que el que tiene el menor es Venezuela. Bloomberg.

De acuerdo con una gráfica de Bloomberg en la que se exponen los salarios mínimos en América Latina, Colombia tiene el quinto más bajo de la región, que aunque en diciembre de 2022 se fijó un considerable aumento, llegando a $1.160.000, con la devaluación del peso este no llega a los 280 dólares.

Exactamente, con la tasa de cambio del 30 de junio de 2023, el salario mínimo en Colombia es de 277,90 dólares, unos 366,81 dólares menos que Costa Rica, el país de la región con el salario mínimo más alto (644,71 dólares).

Por detrás de Colombia están Brasil, con un salario mínimo de 271,65 dólares, República Dominicana (247,33 dólares), Argentina (178,47 dólares) y Venezuela, que tiene el más bajo de la región, siendo solo de 4,66 dólares.

Cepal prevé que un menor crecimiento en las subregiones de América

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe estima que todas las subregiones evidenciarían menor crecimiento en 2023 en comparación con 2022. Por ejemplo, América del Sur crecerá un 0,6% en 2023 (3,8% en 2022), el grupo conformado por Centroamérica y México lo hará en un 2,0% (en comparación con un 3,5% en 2022) y el Caribe (sin incluir Guyana) crecerá un 3,5% (en comparación con un 5,8% en 2022).

“América del Sur se verá afectada por la baja en los precios de los productos básicos y por las restricciones al espacio que la política doméstica tiene para apuntalar la actividad. La alta inflación ha impactado los ingresos reales y está teniendo efectos sobre el consumo privado y la inversión en los países”, añadió la Cepal.

En las economías del Caribe, la desaceleración esperada en 2023 se debe principalmente a que la inflación ha impactado tanto los ingresos reales, y con ello el consumo, como los costos de producción, con un efecto negativo en la competitividad de las exportaciones tanto de bienes como de turismo.

Finalmente, para las economías de América Central y México, si bien el crecimiento de este año representa una desaceleración respecto a 2022, se han dado en algunos casos revisiones al alza respecto de lo que la Cepal previó a fines del año pasado. Esto debido a la revisión al alza del crecimiento de Estados Unidos, principal socio comercial y primera fuente de remesas de sus países, que afectaría tanto al sector externo como al consumo privado. Además, los menores precios de la energía previstos para este año en comparación con el 2022 actuarían a favor, dado que varias de ellas son importadoras netas de energéticos.

“La proyección de crecimiento de 2023 para la región está sujeta a riesgos a la baja ante la posibilidad de que resurjan y se acentúen las turbulencias del sistema bancario global -o del sistema financiero en su conjunto- lo que resultaría en un endurecimiento más persistente de las condiciones financieras mundiales, con los consecuentes impactos sobre el acceso y costo de financiamiento”, resaltó la comisión.

Junto a los riesgos financieros, persiste la incertidumbre respecto de los efectos -sobre el mundo y sobre la región- que pudiera conllevar la prolongación de la guerra en Ucrania y el aumento en la fragmentación geoeconómica sobre el crecimiento económico, los precios de las materias primas y el comercio mundial.

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