Revocan permiso para la venta del Aguardiente Amarillo en Bogotá

Su fabricante, la Industria Licorera de Caldas, analiza las acciones legales a que haya lugar para que este producto vuelva a las estanterías en Cundinamarca

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La ILC contaba con un permiso por 10 años, emitido en 2017 y adicionado en diciembre de 2019, para vender el Aguardiente Amarillo en Bogotá y Cundinamarca.
La ILC contaba con un permiso por 10 años, emitido en 2017 y adicionado en diciembre de 2019, para vender el Aguardiente Amarillo en Bogotá y Cundinamarca.

En las redes sociales se había advertido sobre el desabastecimiento del Aguardiente Amarillo en la capital colombiana, lo que generó la reacción de la Industria Licorera de Caldas (ILC) que fabrica esta bebida alcohólica.

Ante esta situación, el diario económico Portafolio informó que la licorera preparara una demanda legal para establecer las causas de los problemas de suministro de uno de sus productos en Cundinamarca.

“La ILC se encuentra analizando todas las acciones legales a que haya lugar, pues los efectos conllevan a que no pueda ser distribuido y vendido el Aguardiente Sin Azúcar Amarillo de Manzanares 24° en el territorio de Cundinamarca, privando a nuestros clientes y consumidores de adquirir este gran producto”, expone el documento que será enviado a los tribunales y que fue publicado por el periódico.

Del mismo modo, se explica que en julio de 2019, el Departamento de Cundinamarca expidió el Decreto 222, mediante el cual decretó la protección especial al aguardiente producido por la Empresa de Licores de Cundinamarca. Pese a este decreto, la ILC ya había recibido un permiso de carácter particular y concreto para distribuir el aguardiente.

No obstante, la Dirección de Rentas y Gestión Tributaria adscrita a la Secretaría de Hacienda del Departamento de Cundinamarca expidió el pasado 6 de junio de 2023 la Resolución 797, por la cual se revocó la autorización de la adición del producto Aguardiente Amarillo de la ILC.

A favor de Cundinamarca se recuerda que los departamentos, en cabeza de sus gobernadores, cuentan con la facultad de adoptar una protección especial al aguardiente local y suspender la expedición de los permisos para el ingreso de otras bebidas que sean de otras regiones.

Pero a pesar de esto, la ILC contaba con un permiso por 10 años, emitido en 2017 y adicionado en diciembre de 2019, para vender el producto en Bogotá y Cundinamarca, de manera legal.

Las ventas de la ILC

Esta licorera, que cumplió 80 años, proyecta cerrar este 2023 con una utilidad cercana a los $70.000 millones, lo que significaría un crecimiento del 15,9% frente al 2022, cuando las ganancias ascendieron a los $60.372 millones.

Entre el 2016 y el 2022, esta empresa transfirió $250.000 millones a Caldas, y solo en 2022 alcanzó los cerca de $700 mil millones a otras regiones del país. En el 2015, la compañía estaba en cuatro países. Hoy esa cifra asciende a 18.

Sobre el Amarillo de Manzanares el gerente de la ILC, Andrés Elías Borrero, le dijo al periódico La Patria que este fue el primer aguardiente que produjo la destilería y que nació en 1885. “En el 2015 este producto estaba olvidado y envejecido, solo se vendían 24 mil botellas al año. Cambiamos su imagen, elegimos una botella moderna y fue bien recibida la nueva identidad. Encontramos que la tendencia estaba en los más suaves, entonces bajamos de 32 grados de alcohol a 24 grados. El año pasado se vendieron 2,4 millones de botellas y la proyección es cerrar este año entre los 5 millones y los 6 millones de botellas”.

El gerente agregó que “después del covid el comportamiento del consumidor cambió y priorizó otros productos, sumado también al efecto de la inflación que el año pasado cerró en el 13,12%. Pese a los buenos resultados y la recuperación de las ganancias, en el 2022 las ganancias de la compañía cayeron al 22,6%”.

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