Ucrania aún llora la partida de Victoria Amelina, la escritora documental que falleció tras el brutal ataque ruso a la ciudad de Kramatorsk. En dicha incursión armada murieron al menos 10 personas, sumado a varios heridos que siguen recuperándose, incluyendo al periodista Héctor Abad Faciolince, quien confesó mediante un crudo relato que un problema auditivo le salvó la vida, pues todo el impacto inicialmente se dirigía hacia él.
Faciolince se encontraba junto al excomisionado para la Paz Sergio Jaramillo, la periodista Catalina Gómez y la ucraniana Victoria Amelina, quien fungía como compañera de historias y los estaba guiando por territorio; sin embargo, el destino trajo consigo la oscuridad de la muerte y esta cegó la vida de la comunicadora europea, de 37 años.
En diálogo con la cadena española RTVE, Héctor Abad Faciolince destacó que se encontraba departiendo junto a Amelina y Jaramillo en la terraza del restaurante que fue atacado, cuando de repente escuchó un estruendo y todo se volvió oscuro, pues dejó de ver la sonrisa de la ucraniana quien, de un momento a otro, no respondía.
“Estábamos en la terraza, no era tan grande, pero te cae detrás ese misil con un ruido espantoso y la persona con la que estás conversando que acaba de sonreírte, de repente, aunque parece intacta, tiene ahora la cabeza hacia atrás y ya no responde”, explicó a RTVE.
A Héctor Abad Faciolince lo salvó un milagro
Hace años se ha hablado sobre el problema auditivo que tiene el periodista antioqueño, condición que hizo hincapié el día del atentado. Según Héctor Abad Faciolince, en la reunión que sostenía con sus acompañantes, no lograba escuchar de la mejor manera lo que ellos decían, por lo tanto, se ubicó en otro asiento con el fin de favorecer su oído y poder prestarle atención a Victoria Amelina y también a Sergio Jaramillo.
Según Faciolince, él tiene claro que si no se hubiera movido de la silla, todas las esquirlas y el impacto del misil lo hubieran afectado directamente, sin embargo, fue la ucraniana quien recibió el desmedido ataque.
“Yo me senté en la silla donde estaba Victoria, yo dije: “Mejor me vengo para acá para que me quede el oído atento a Sergio y a Victoria”, entonces yo me vine y cambié de puesto; soy consciente de que ella recibió las esquirlas que probablemente eran para mí”.
Qué dijo el Gobierno nacional sobre la muerte de Victoria Amelina
En un principio, el Ministerio de Relaciones Exteriores fue fuertemente criticado por diversos sectores porque, en un principio, no condenó el ataque ruso contra un restaurante donde departían civiles y extranjeros, muchos de ellos de la prensa de diferentes países; muchos calificaron de “tibia” la reacción del Gobierno de Gustavo Petro frente al hecho.
Sin embargo, con el pasar de las horas, la Cancillería emitió un comunicado en el que rechazaba el acto beligerante y catalogaba la situación como algo que no era justificado, pues se resaltó que el bombardeo contra la ciudadanía fue “absurdo”.
“La muerte de Victoria Amelina, ciudadana ucraniana, a causa de las graves heridas infligidas por el absurdo bombardeo ruso a civiles en la ciudad de Kramatorsk, producto de la intolerable y condenable guerra ruso-ucraniana, que vino a afectar igualmente a sus amigos y compatriotas nuestros, Sergio Jaramillo Caro, Héctor Abad Faciolince y Catalina Gómez Ángel, es la más clara demostración de la brutalidad propia de hechos despiadados jamás justificables”, dijo.
A partir de esta nota de rechazo, el Gobierno colombiano recalcó el lema de “potencia mundial de vida” y le extendió las condolencias a los familiares de Victoria Amelina, además de exponer medidas de apoyo para los colombianos que resultaron heridos tras el brutal ataque.
“En su momento, Colombia hizo llegar al gobierno ruso su más enérgica condena. Hoy nos afirmamos en nuestro ineludible acogimiento al derecho internacional, a nuestro acatamiento al Derecho Internacional Humanitario y al repudio a la guerra. Colombia pretende, aspira, desea con vehemencia ser potencia mundial de la vida. Es nuestro cometido en lo interno y externo”. añadió cancillería.