Controlar la disposición de las más de 6.000 toneladas de basura que se generan en la capital del país es un reto diario que parece sobrepasar el sistema de aseo de Bogotá. En ese sentido, en la ciudad se ha vuelto parte del paisaje ver bolsas de residuos o de escombros acumulados en las calles de los barrios capitalinos, en un reto constante por la limpieza del espacio público.
Tal es la situación que, de acuerdo con la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), en Bogotá hay más 730 puntos críticos de disposición de basuras identificados en las localidades de la ciudad.
Por esta razón, la Uaesp, la Policía Metropolitana de Bogotá y la Secretaría de Gobierno aseguran que este año han aumentado y reforzado los operativos y las estrategias para sancionar a ciudadanos y comerciantes que no cumplen las frecuencias de recolección.
Así las cosas, entre enero y mayo de 2023, las autoridades impusieron 756 comparendos por mala disposición de basuras en la ciudad, es decir, cerca de cinco comparendos diarios que se imponen, en promedio, en la capital colombiana. Cabe resaltar que para septiembre del 2022 se habían impuesto cerca de 769 comparendos, lo que significa un aumento del 55% frente a las multas mensuales impuestas este año.
Además, según el Distrito, las sanciones van desde 1′100.000 hasta 8 años de prisión si los residuos se tiran en un cuerpo de agua. Además de esto, los comercios o personas sancionadas deben hacerse cargo de la basura que dejaron y retirarla del espacio público.
Entre los casos atendidos y revelados por la Uaesp, entidad encargada de monitorear y vigilar el sistema de aseo de la ciudad, se encuentra una sanción a una plazoleta de comidas en la localidad de Chapinero, la cual fue multada por sacar a la calle más de 60 bolsas de basura fuera del horario de recolección de residuos, generando desorden y foco de contaminación.
“Desde la Alcaldía y la Policía Nacional hemos venido adelantando acciones preventivas, pero estamos cansados de no ver los resultados. Los restaurantes y los comercios deben saber los horarios de disposición de basuras”, indica un uniformado de la Policía durante un operativo de control en el norte de la capital del país.
Se debe tener en cuenta que, después de que se imponga el comparendo, el infractor, en caso de que no esté de acuerdo, podrá presentar recurso de apelación para que un inspector de Policía verifique las pruebas y confirme o revoque la medida. La medida correctiva será trasladada dentro de las 24 horas siguientes y deberá ser resuelta en un término de tres días.
Así las cosas, según el Distrito, las localidades con más comparendos puestos son Ciudad Bolívar, Bosa, Chapinero, La Candelaria y Suba.
La Uaesp asegura estar invirtiendo cerca de $17.000 millones al año de los recursos de aseo y junto con los operadores realiza cerca de 10 a 15 operativos semanales para controlar los puntos críticos. No obstante, el reto de la atención de estas zonas es que no son permanentes, por lo que, en ocasiones, se atienden los puntos, pero estos resurgen en otras partes del barrio.
“Los puntos críticos son una distorsión del sistema de aseo, que se planteó en la ciudad. El sistema fue pensado para que los residuos fueran dispuestos en los contenedores, no en la vía pública, ni en los lotes o en las áreas libres o de espacio público”, señaló Juan Carlos López, director de la UAESP.
Vale señalar que recientemente la Procuraduría General de la Nación emitió una alerta con posibles consecuencias administrativas a la Alcaldía de Bogotá, con la intención de que actúe pronto y se pueda evitar una emergencia sanitaria.
“Se advirtió que la acumulación indebida e inadecuada de residuos en vías públicas genera la proliferación de vectores, gas metano y lixiviados, entre otros. Además, pone en riesgo la salud pública y el medio ambiente de los bogotanos”, indicó el ente de control.
Así, con estas medidas el Distrito busca incentivar y mejorar la cultura ciudadana con estrategias pedagógicas y, en casos extremos, imponer multas económicas. De esta manera, tanto los operadores como el Distrito indican que para atender este fenómeno se necesita mejorar la cultura ciudadana, para que el sistema, con los modelos y frecuencias de recorridos establecidos por los concesionarios, tenga efecto.
“Los contenedores solo se pueden reubicar previa autorización de los análisis técnicos de las rutas que hace el operador, pero lo cierto es que su actual uso no responde a las realidades que se viven en los distintos puntos de la ciudad”, indicó el director de la UAESP.