Un mes antes de la fecha de inicio del cese al fuego acordado entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la guerrilla realizará un cese de acciones militares ofensivas con la fuerza pública. La orden empezará a regir el 6 de julio y se mantendrá hasta el 3 de agosto, día que se espera firmar la tregua acordada en La Habana.
La instrucción está dirigida a comandantes de la Dirección Nacional, Estado Mayor Nacional, mandos de direcciones de frentes de guerra, estados mayores regionales y responsables de estructuras y equipos nacionales especializados, quienes deberán cesar las operaciones contra la fuerza publica y las actividades de inteligencia.
Las unidades guerrilleras, según el comunicado de la comandancia deberán centrarse en las acciones de defensa y seguridad “para responder a amenazas o ataques de cualquier estamento o grupo armado contra nuestras unidades o contra la población civil”.
Desde la organización insurgente señalaron que la Gestoría de Paz será el canal de comunicación entre el Gobierno nacional y el ELN para informar de las “novedades” que se presenten durante el cese al fuego. Todavía no está instalado el sistema de monitoreo y verificación que pueda tramitar como incumplimientos las acciones de la contraparte.
El jefe negociador del Gobierno en la mesa de conversaciones, Otty Patiño, señaló en diálogo con Caracol Radio que el cese al fuego bilateral en pleno empezará el 3 de agosto. Esta decisión del ELN comprende únicamente acciones ofensivas, mientras que una vez firmado el armisticio se incluirán protocolos que deberán definir las acciones no cobijadas en la tregua, mecanismos de verificación, entre otros.
Por parte de la comandancia guerrillera señalan que la orden se impartió para cumplir con el periodo de alistamiento para el cese al fuego bilateral. Citan el numeral 2 de la Declaración y Acuerdo No. 11 de los Acuerdos de Cuba en el que se establece que “las órdenes de cese de operaciones ofensivas por las partes se harán vigentes el 6 de julio de 2023″.
De acuerdo con ese documento que firmaron las delegaciones al término del tercer ciclo de conversaciones en La Habana, del 9 de junio al 5 de julio se debió cumplir el periodo de alistamiento para crear un canal de comunicación a través del representante de la ONU en Colombia, alistar los protocolos y el mecanismo de verificación.
En medio de ese proceso las partes se comprometieron a finalizar las acciones ofensivas a partir del 6 de julio, como ya lo hizo el ELN, pero todavía no se conoce la respuesta desde el Ministerio de Defensa. “El 10 de julio de 2023 se hará una reunión plenaria y presencial de la Mesa de Diálogos de Paz para aprobar los protocolos elaborados. Durante ese periodo se continuarán desarrollando las actividades de pedagogía”, señala el acuerdo.
En los protocolos se deberán establecer las acciones que se considerarán incumplimientos a los acuerdos, como los ataques a la población civil. Desde el 3 de agosto se iniciará la implementación plena del cese al fuego bilateral, la aplicación de los protocolos en su totalidad y la entrada en funcionamiento del mecanismo de monitoreo y verificación, que regirán durante los 180 días contemplados inicialmente.
Aunque el ELN decretó el fin de sus acciones ofensivas, se mantienen activas varias actividades militares por parte de la guerrilla. Por ejemplo, decretaron un paro armado en el Chocó luego de que la comandancia, incluida la delegación de diálogos, denunciara supuestas acciones conjuntas entre paramilitares y las fuerzas militares en la región del San Juan y el municipio de Sipí.
Además también anunciaron la orden a sus unidades junto a varias banderas del grupo armado y cilindros instalados en diferentes zonas del país, como se ha denunciado en Arauca.