La docente Ruth Elena Cuasialpud Canchala, quien pertenece a los indígenas pastos, ubicados al sur de Colombia, ha creado un novedoso método para que otras mujeres indígenas como ella aprendan el inglés gracias al proyecto Visiones de la Tierra.
En este programa se encuentran inscritos 46 estudiantes que provienen de La Guajira, Cauca, Putumayo, Orinoquía y Amazonas. Otro plus es que las clases son virtuales, buscando llegar a toda Colombia.
Esta docente se caracteriza por no enseñar esta lengua con los métodos tradicionales. En la primera clase no se habla sobre el elemental verbo to be o los colores en inglés. Incluso, tampoco se le llama clase, ella prefiere denominarlas “sesiones” o “reuniones”, y en ellas arranca de una vez con el nivel que se conoce como el más avanzado, es decir, el conversacional. La idea de estas sesiones es que las estudiantes se apropien de forma inmediata del inglés a través del speaking.
Esta técnica es usada para plantear debates en torno a diversos temas que se consideran relevantes para estas mujeres. “Hablamos de la tierra, de los tejidos, de cómo entendemos la maternidad, del territorio, de los cultivos, de nuestros saberes y lo pasamos a la lengua extranjera del inglés”, enfatiza la docente.
En estos encuentros se reúnen mujeres indígenas que se encuentran cursando algún pregrado o posgrado y que provienen de todas las latitudes del país, por lo tanto, existe una gran variedad de idiomas indígenas, pero todas se encuentran a través del aprendizaje del inglés.
En muchas ocasiones estas discusiones se daban con palabras que no tenían traducción en español o en inglés, lo que hacía más dinámicas estas conversaciones.
Una de las palabras de los pastos que tiene estas características y de la cual han hablado es ‘guanga’, que significa “rollo que se obtiene con la lana de oveja y se utiliza para tejer”, explica la docente Cuasialpud.
El número de estudiantes en sus sesiones ha ido en aumento, ya que el año pasado hubo 18 estudiantes y en 2023 hay 28. De las cuatro profesoras que guían esta iniciativa, solo Ruth Cuasialpud proviene de los indígenas pastos.
Este esfuerzo le valió para ser merecedora del diploma que la acredita como ganadora de la beca Fulbright para Comunidades Indígenas. Por la creación de este método, ella se hizo acreedora a este premio que le permitirá estudiar en la Universidad de Arizona el doctorado de Liderazgo y Política Educativa.
Su meta después de realizar ese posgrado es retornar a Colombia en unos años para hacer un amplio y profundo informe sobre el acceso a pregrado y posgrado de comunidades indígenas en el país.
Este programa de becas hace parte de una iniciativa conjunta entre la Embajada de Estados Unidos en Colombia y la Comisión Fulbright Colombia para promover el acceso a oportunidades de educación de posgrado a líderes de comunidades indígenas del país.
Ruth Elena enfatiza en que lo único que le preocupa es que haya solamente una plaza en ese programa. “La cifra de personas indígenas que se postulan a la beca es muy baja, a mí me tiene feliz este logro pero me tiene preocupada”, afirma la profesora.
Sobre el proyecto de la docente Ruth Elena Cuasialpud
Esta iniciativa es financiada por la Universidad de Caldas, por medio del Departamento de Lenguas Extranjeras y de Humanidades. “Visiones de la Tierra” también hace parte de la Red Colombiana de Mujeres Indígenas en la Academia, una iniciativa que preside la propia profesora Ruth, y cuyo objetivo es promover espacios de encuentro de mujeres indígenas profesionales en ámbitos de investigación, para visibilizar sus logros.
Este proyecto nació de su experiencia como mujer indígena en la academia, primero como estudiante universitaria y luego como investigadora y docente. “En las escuelas de la comunidad o resguardo no tenemos acceso al aprendizaje de otras lenguas indígenas que son cercanas, como las de Putumayo o norte de Nariño. Por tanto, en el colegio nos preparan de forma muy básica en inglés. Me iba muy bien en ese entonces y por eso decidí seguir estudiando lenguas” contó la docente a El Tiempo.
En el momento en que empezó a ejercer como profesora de inglés en la Universidad Nacional se dio cuenta que la enseñanza del inglés a las comunidades indígenas debía plantearse de una manera diferente, ya que conocía casos en los que sus estudiantes se retrasaban seis meses o un año porque no lograban cumplir con el requisito de la segunda lengua.
Ruth Elena, motivada por encontrar diferentes herramientas y técnicas efectivas para que el aprendizaje del inglés en mujeres indígenas fuera mejor, se enfocó en hacer una maestría en Estudios Culturales en la Universidad Javeriana, para entender mejor qué era lo que pasaba en esa relación estudiante indígena - inglés.
En ese espacio, estudió la Política Pública de Bilingüismo y los efectos que genera en el desarrollo académico de los universitarios indígenas. “Mi investigación fue cualitativa. Hice entrevistas e historias de vida, que resultaron en una crítica esa política”, indicó la profesora.
“La política estatal debe reconsiderar el concepto de bilingüismo del que se ha apropiado ampliamente para impulsar el aprendizaje - enseñanza del inglés, olvidando al mismo tiempo a un país multiétnico y pluricultural dentro del que se reconocen las lenguas nativas y por tanto, debe quedar claro, al menos para el caso indígena, que muchos de ellos ya tienen una primera lengua, por lo que el español es su segunda lengua, lo que los hace ya bilingües”, escribió Cuasialpud en su investigación.