Si hay un hombre autorizado para hablar sobre lo que significa ser vicepresidente de la República es el vallecaucano Angelino Garzón, pues ocupó el cargo entre 2010 y 2014, en el primero de los dos mandatos de Juan Manuel Santos, en el que tuvo una postura crítica, incluso, con su fórmula de llave; la cual fue aplaudida por algunos sectores de la sociedad.
El político de 76 años, quien nació en Buga y además fue ministro de Trabajo en el Gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez, lanzó duros cuestionamientos hacia el papel de la actual vicepresidenta, Francia Márquez;
En entrevista con El País de Cali, Garzón habló sin tapujos del papel desempeñado por Márquez en los primeros 11 meses del denominado Gobierno del Cambio y cuestionó sus formas, a tal punto de lanzar polémicas frases.
“Los que ocupamos el cargo vicepresidente tenemos que tener en cuenta que hay un mandato en la Constitución Política Nacional del 91, que dice: En Colombia existirá un vicepresidente que cumple funciones que define el Presidente de la República. Yo creo que ella al principio no era como muy consciente de eso, o sea, uno como vicepresidente hace lo que el Presidente le manda a uno, o lo que uno acuerde con él, como yo lo hice al final con Juan Manuel Santos”, indicó.
Garzón agregó que cuando se elige un vicepresidente, es normal que la ciudadanía se haga “muchas ilusiones” con su capacidad de maniobra dentro del Ejecutivo, por lo que hay que tener prudencia para no generar lo que calificó falsas expectativas.
“De pronto ella, por falta de experiencia, se creó muchas falsas expectativas sobre el cargo de vicepresidente. Ella es una buena mujer, pero tiene que aprender más sobre los asuntos del Estado, los asuntos del Estado son complejos, y uno en el Estado tienen que tener en cuenta algunas normas jurídicas y constitucionales, o sea, eso no es una tienda de mecato”, sentenció.
¿Francia Márquez polariza al país? Angelino Garzón respondió
En este diálogo, en el que se refirió a diferentes temáticas, el exvicepresidente opinó sobre si Márquez está polarizando o no al país con su forma de abordar la discusión sobre temas cruciales de su agenda; en especial con su nombramiento como la primera ministra de Igualdad y Equidad.
Y en su concepto, aunque extenso, parecería que la funcionaria no ha establecido canales de análisis con sectores lejanos a su administración, en pro de lograr consensos.
“Hay un deber constitucional y democrático de todo gobernante a nivel local, regional o nacional, tenga el color político que tenga, y es que tiene que ser un factor de unidad, de diálogo y entendimiento con todos los sectores políticos y sociales. Uno no puede ladear para un lado, yo tengo un origen muy humilde, pero en mi origen muy humilde no me da derecho para ladearme solamente para un lado”, expresó.
Para Garzón, si la intención de Márquez es beneficiar a un grupo en particular, debe entender que como gobernante está facultado a hacerlo, pero estableciendo puentes institucionales que no dinamiten la relación con sectores políticos y productivos; como estaría pasando en este caso.
“Si yo quiero beneficiar a los trabajadores tengo que entender que como gobernante lo puedo hacer si me entiendo mejor con los empresarios, si me pongo a atacar a los empresarios va a ser muy difícil que pueda beneficiar a los trabajadores”, añadió.
Y le insistió al Gobierno que debe trazar un camino de entendimiento con diversos sectores políticos y sociales. “Cuando uno es gobernante tiene que olvidarse de quién votó por uno y quién no. Tiene que tratar a todo el mundo por igual, ya las elecciones pasaron, cuando sé es gobernante sé es para toda la población, no para un sector”, reafirmó.