La inconformidad de los pasajeros de la que alguna vez fue la aerolínea insignia de la región se ha convertido en una constante: denuncias por sobrecostos, sobreventa de asientos, equipajes extraviados e, incluso, casos por discriminación han acabado con la confianza de quienes pensaban en Avianca como su primera opción a la hora de viajar.
Las quejas, a veces sensatas, y otras tantas no, han tomado forma de video denuncias que usuarios como Laura Daza comparten en TikTok.
Su caso generó sentimientos encontrados en quienes decidieron sumarse a la conversación y es que, según Laura, la aerolínea la habría hecho pagar 80 dólares por viajar con su cartera, del tamaño de una bolsa de papas.
Lo anterior, luego de que Avianca validara su morral como ‘artículo personal’, el único, por clasificación de su tiquete, con el que habría podido viajar.Al parecer, otros pasajeros habrían podido hacer pasar su morral como artículo personal y, de manera adicional, llevar colgado un pequeño bolso o mariconera: “Estoy devolviéndome de Nueva York a Bogotá. Nos dicen que solamente el artículo personal es el bolso o la maleta”, lamentó.
Pero, al momento de realizar el abordaje, la detuvieron junto a sus dos acompañantes y la hicieron pagar un excedente de 80 dólares ($333.000 COP) para dejarla volar de regreso a Bogotá.
Su madre llevaba una bolsa con dos o tres vinilos, que decidieron hacer pasar por artículo personal, así que no pudo ayudarla y la discusión continuó, al punto en el que los encargados de hacer el abordaje llamaron a seguridad y, sin más, Laura se vio obligada a realizar el pago, con tal de no perder su boleto.
En su asiento, se mostró nuevamente molesta por lo ocurrido y terminó el video recriminando que, tras el problema, le esperaba un vuelo de 6 horas, sin comida, sin pantalla y sin sillas que pudieran reclinarse.
Pasajeros de otros vuelos aseguraron que jamás se han visto obligados a pasar por algo similar y que la cartera no cuenta como un artículo personal. Aunque, varias personas coincidieron en que la joven no siguió al pie de la letra las reglas y por eso se vio obligada a pagar de más:
“Por eso dicen que el vuelo incluye una sola pieza”, “El problema es que no leemos y no nos gusta seguir las reglas”, “Como el nombre lo dice ‘artículo personal’ no artículos”, “Todo lo volvieron un negocio”, “Es que una aerolínea es un negocio, no es caridad”, “Siempre es así, es cartera o maletín. Es fácil meter la cartera en la maleta”, “cuando yo vuelo llevo una sola maleta porque ahí dice un artículo personal y no quiero que me cobren” se lee en los comentarios.
Avianca se negó a dejar abordar a una persona sordociega por “políticas empresariales”
En el aeropuerto internacional de Miami, Avianca le cerró las puertas a Jose Richard, un hombre en condición de discapacidad, que pretendía viajar solo hacía Bogotá, luego de visitar a un amigo.
Así lo denunció el colombiano Cesar Daza, desde la sala de abordaje en la que, el personal de la aerolínea decidió cerrar el vuelo, dejando a Jose Richard por fuera, sin darle una respuesta.
“¿Cuál es la solución?” les preguntaba con impotencia, mientras grababa la escena y el personal se limitaba a negar con la cabeza.
“No me recibieron a la persona en condición de discapacidad (…) al avión que está saliendo, (en el) que habían personas dentro del avión diciendo que se hacían cargo de Jose Richard, una persona sordociega”, continua.
Sin embargo, quienes estaban en la puerta de abordaje solo respondieron que lo atenderían una vez dejara de grabar. Lo que cambió tan pronto como se acercó un hombre del personal de seguridad a preguntar en inglés qué estaba ocurriendo.
Durante unos minutos estuvo hablando con los trabajadores de Avianca y a lo lejos, Cesar se preguntaba “¿No es ser inhumano?”. Mientras, intentaba explicarle a José Richard, quien, en lenguaje de señas, se mostró extrañado; ya que no tuvo inconvenientes en su vuelo de ida hacía los Estados Unidos, pero sí de regreso.
Según detalló Cesar, su amigo “se vino para aquí a Estados Unidos, lo atendieron de la mejor manera y Avianca, para variar, presta un mal servicio porque es una persona sordociega, siendo que yo les estoy dando las herramientas necesarias para que vuele”.
E insistía: “No es justo. Es una falta de respeto, pero sobre todo de consciencia. De saber cómo atender a una persona en condición de discapacidad, cuando la herramienta la tienen conmigo”.
Y es que, a pesar de no escuchar y tener una visibilidad reducida, Jose Richard entiende bien la dinámica de viajar, puesto que lo ha hecho en repetidas ocasiones, no solo a los Estados Unidos, sino también a otros países.
Pero ninguna explicación pareció ser suficiente. Mientras esperaban una solución, el vuelo cerró sus puertas y partió, dejando atrás a Jose Richard quien, de acuerdo con su acompañante, no habría tenido inconvenientes para viajar con otras aerolíneas.