Como una experiencia variopinta calificó Humberto de la Calle su participación dentro del Congreso colombiano. En una entrevista otorgada al diario El Tiempo, el político aseguró que su trabajo dentro de esa entidad no es la mejor de su carrera, pero no descartó que se trate de un rol importante.
”Creo que el Congreso es un escenario que es importante, así esté desprestigiado. He encontrado que se trabaja mucho más de lo que la gente cree. En eso creo que hay una ficción. Al contrario, uno a veces se siente agobiado por la cantidad de asuntos en los que tiene que meditar. Pero, en mi caso personal, por razón, quizás de temperamento, no estoy totalmente a gusto. Estoy cumpliendo una tarea. Tengo un compromiso con quienes votaron por mí y voy a cumplir ese compromiso hasta donde sea posible, pero tengo que decir que no es la etapa más fértil de mi vida ni la que más placer me haya producido”, comentó
Aseguró, además, que, aunque se le planteo la posibilidad de ser presidente del Congreso en la legislatura que iniciará, se negó rotundamente a ocupar aquella posición. ”Algunos congresistas relativamente importantes plantearon eso, pero lo rechacé de plano y lo seguiré rechazando. No creo que mi presencia como presidente del Congreso sea ni de utilidad ni una posibilidad dentro de mis capacidades y mis habilidades. Creo que sería una pésima idea y, más allá de que sea buena, regular o mala, no estoy interesado y lo digo de plano y categóricamente”, añadió dentro de su intervención.
En aquella conversación, Humberto de la Calle dejó saber cuáles son sus opiniones respecto a varios temas coyunturales dentro del Gobierno que hoy preside Gustavo Petro. Habló, además, de las supuestas presiones que ha ejercido el jefe de Estado para la aprobación de proyectos propuestos por el gabinete, específicamente, las reformas. Dijo que, para el momento, no tiene una idea clara de cuál es el ‘juego’ del mandatario nacional.
“Naturalmente, dentro de unos límites de discusión democrática porque cuando el discurso, incluso de elementos de ambos bandos, es amenazador e intimidante, allí empieza uno a temer por la suerte de las instituciones. Voy a poner un ejemplo, que es bastante impopular, pero no resisto la tentación de hacerlo. Yo respeto las guardias indígenas, me parece que hay una organización y puede haber una discusión sobre eso, pero esa presencia de las guardias indígenas en las escalinatas del Congreso con sus bordones, que se dicen que son solo simbólicos, con la cara cubierta, a mí no me parece propiamente que sea un gesto de buena voluntad. Genera un marco de intimidación al Congreso y a la sociedad. Ese tipo de simbolismos pesa mucho en el ejercicio democrático”, ejemplificó al argumentar sus palabras.
Tal y como lo mencionó, Petro pareciera estar actuando con el objetivo de crear una minoría, y no una mayoría. Manifestó que no sabe si Gustavo Petro está forzando las cosas para tener una mejor “posición negociadora el 20 de julio” o si realmente “lo que dice es lo que piensa, en el sentido en que derrumba el sistema político, el capitalismo, entre otros, y que su lenguaje radical es genuino”.
Humberto de la Calle comparó el comportamiento del jefe del Pacto Histórico con un juego de póker. “Si lo que está haciendo es lo que se llama bluff en la póker para ganar terreno o si realmente la ruta del balconazo es la ruta que él prevé para Colombia. Eso no es posible resolverlo ahora”, comentó.
Las cartas del juego, dice De la Calle, se descubrirán el 20 de julio. “Como el diagnóstico es confuso, como no sabemos cuál es el verdadero juego, uno no sabe realmente a qué atenerse. Habrá que esperar”, concluyó.