El asesinato de tres personas en el sector de Villa Campestre es uno más de los tantos crímenes que han marcado al clan Vega Daza, que en los últimos 20 años ha estado envuelto en balaceras, tráfico de armas, droga, guerra con paramilitares y otros clanes colombianos y hasta venezolanos.
De acuerdo con las autoridades, el triple homicidio fue planeado meticulosamente por profesionales; los atacantes habrían alquilado una bodega en un centro comercial aledaño al conjunto residencial North Frontier, desde donde realizaron labores de inteligencia durante un mes, en el que detallaron la rutina de los Vega Daza y esperaron el momento perfecto para atacar.
Los sicarios profesionales escalaron por las paredes de la bodega e ingresaron al conjunto residencial con armas largas y arsenal bélico. Cuando llegaron hasta la casa 4 del lugar acribillaron a Rafael Vega Cuello, Ronald Iván Vega Daza, Ray Vega Daza, padre e hijos respectivamente; en el ataque quedó herido Roberto Carlos Vega Daza, también hijo de Rafael. Los hombres huyeron del lugar en una camioneta de alta gama, dejando atrás un fusil y una granada de fragmentación que no explotó.
Droga, narcotráfico y carteles
Con el triple homicidio del 29 de junio, el clan Vega Daza completó la pérdida de diez de sus integrantes en las últimas dos décadas, en las que las autoridades les ha seguido la pista por estar relacionados con múltiples actividades delictivas en Atlántico, Bolívar y La Guajira.
Los clanes familiares del norte de la costa Caribe colombiana son conocidos por tener estructuras similares a la mafia italiana; la bonanza marimbera, la cocaína y el contrabando en La Guajira produjeron que el ‘negocio familiar’ se transmitiera generacionalmente.
Tal es el caso del clan Daza, que tiene sus primeros registros criminales entre 1980 y 1998, con el mega cartel costa Atlántica, una estructura criminal que se encargaba de la fabricación y exportación de droga desde la costa Caribe hacia varios países de Centroamérica.
Los narcotraficantes, bajo el mando de José ‘el Mono’ Abello, tenían como segundo al mando a Alberto Orlandez Gamboa, y en la línea de mando seguía Wildron Gabriel Daza Mejía, alias ‘el Gabi Daza’, líder natural del clan Vega Daza. Gabi Daza era uno de los hombres más importantes del cartel de la Costa, que fue ‘franquicia territorial’ de Pablo Escobar y el cartel de Medellín.
El poder del cartel de la Costa se mantuvo pese a la caída de Pablo Escobar y continuó en el negocio, siendo el proveedor de rutas en el norte del país del cartel de Cali. Sin embargo, esa estructura se debilitó con la captura y extradición del Mono Abello, que dejó como líder a Orlández Gamboa, alias ‘el Caracol’ recordado por estar vinculado con el asesinato del cantante vallenato Rafael Orozco; además el Caracol lideró el cartel de sicarios Los Alcatraces junto a Gabi Daza.
La llegada del bloque norte de las autodefensas a la costa Caribe, la división interna de poderes del cartel de la Costa y los Alcatraces generó la fragmentación por clanes, surgiendo así el de la familia Daza como uno de los más importantes.
Diez muertos en 20 años
La desgracia del clan Daza, liderado por el Gabi, inició con la muerte de Luis Eduardo Daza Amaya, quien apareció sin vida el 8 de febrero del 2003 en un sector desolado de la urbanización Los Cusules, en el municipio de Soledad. Daza Amaya se dedicaba a la ganadería y las autoridades indicaron que su muerte se dio por ‘negocios’ de su trabajo; sin embargo, en el imaginario colectivo se le relacionó con las actividades ilícitas de su familia.
El segundo homicidio fue contra Roberto Daza Mejía, hermano del Gabi Daza, quien fue ultimado a tiros en el 2005 en el barrio El Recreo de Barranquilla. La racha siguió con la cabeza visible del clan, el Gabi Daza, quien fue acribillado el 2 de junio de 2011 en la calle 82 con carrera 49C, norte de Barranquilla, poniéndole fin a 25 años de actividad criminal del narcotraficante.
La muerte del Gabi Daza se dio sobre el mediodía, cuando se disponía a entrar a su camioneta blindada y fue impactado en la espalda por cuatro disparos, al ver que el narcotraficante seguía con vida y no caía al suelo, el sicario le propinó otros cinco tiros en la cabeza, cumpliendo con su misión.
Según las autoridades, el mafioso que pasó de escolta a sicario, luego a traficante de drogas y posteriormente a líder de un clan criminal, murió en medio de un ajuste de cuentas. Durante sus 43 años, Gabi Daza pasó por la cárcel Modelo de Barranquilla y la de Cómbita de Boyacá, se enfrentó a grupos paramilitares como los Rastrojos y los Paisas, y fue líder del cartel de la Costa, el clan Daza, los Alcatraces, los 40 y los Gaitanistas.
Con la muerte de su líder, el clan Daza pasó al mando de Víctor Daza Mejía, hermano del ‘Gaby’, quien no duró mucho tiempo al mando y murió el 11 de diciembre de 2011 en la calle 82B con carrera 75B de Barranquilla, donde sicarios con armas automáticas lo ultimaron con 21 balazos.
El 8 de diciembre de 2014 murieron dos miembros más del peligroso clan. Giany Luis Daza Joira y Néfer Barros Daza, sobrinos del difunto Gabi, fueron asesinados en medio de un enfrentamiento armado entre dos familias vecinas. El doble homicidio tiene un trasfondo más trágico de lo que parece.
De acuerdo con la versión de las autoridades, el altercado se dio porque la familia Gómez Amaya le debía cerca de $400 millones de pesos a los Daza; la discusión subió de tono y se armó una balacera en la que los hermanos José Rafael y Víctor Ascanio Gómez Amaya mataron a los primos Daza.
Irónicamente, entre integrantes de la misma terminaron enfrentados a bala, ya que el padre de Giany Luis Daza Joiro, Luis Eduardo Daza Amaya (asesinado en 2003), era primo de los homicidas Gómez Amaya.
Un muerto más se sumó a la lista el 9 de octubre del 2015, cuando Tomás ‘Chito’ Daza fue ultimado a tiros junto a Hernán Solano Iguarán, alias el Tata, durante las fiestas patronales de la Virgen de las Mercedes en Sabanalarga (Atlántico).
La muerte de Chito Daza estuvo relacionada con un panfleto en el que lo amenazaron los Rastrojos en 2012, ya que a las fiestas patronales llegó un comando de cinco personas armadas, para perpetrar el séptimo homicidio de un integrante de la familia Daza.
“Préstenle atención al reducto de la banda criminal Los Paisas (…) y quienes extorsionan junto con alias ‘Francisco’ en el suroccidente de la ciudad, ‘Los Daza’: ‘Chito’, ‘Ñono’, y Marlon, sobrinos y cuñados de estos: ‘Quique Vega’ y su hijo ‘Ronald Vega Daza”, habían sentenciado los paramilitares.
Atentados y más balaceras
Con la muerte de los patriarcas de los Daza, el clan creció y el mando quedó sobre los hombros de los Vega Daza, asesinados el pasado 29 de junio en Barranquilla.
El renovado clan Vega Daza fue noticia en 2018, cuando dos de sus miembros estuvieron involucrados en una balacera en Altos de Riomar, en los alrededores del centro comercial Buenavista de Barranquilla. Cerca de las 8:30 p.m. del 14 de junio del 2018 los hermanos Ronald y Roberto Carlos Vega Daza bajaron de su carro y se sentaron en un parque ubicado sobre la calle 99 con carrera 59, hasta donde llegó un sicario de nacionalidad venezolana que intentó asesinarlos.
Los hermanos sacaron sus armas, respondieron al fuego del sicario y le quitaron la vida en el acto. El occiso fue identificado como Roberto José Rivera Parra, de 28 años, quien al parecer tenía experiencia en el sicariato, pues presumía de sus armas a través de redes sociales, además tenía entre sus pertenencias la oración al santo juez, conocida popularmente como la oración del sicario; sin embargo, no pudo con los hermanos del clan guajiro.
Pese a salir con vida del ataque los hermanos Vega Daza no se libraron de las balas, Ronald fue impactado en ambas rodillas con proyectiles y Roberto recibió un tiro en el abdomen e, incluso, llegó a estar 35 segundos sin vida, según contó. Ambos hombres fueron atendidos en un centro asistencial de la zona y se recuperaron satisfactoriamente.
Las autoridades relacionaron el atentado con la incautación de varias armas por las autoridades días atrás en la cabaña de Lagos de Caujaral, ubicada en las playas de Puerto Colombia (Atlántico). En el lugar encontraron una camioneta con cuatro pistolas y una subametralladora, que pertenecerían al clan Vega Daza.
Contrariando las múltiples pruebas Meili Daza, madre de los hermanos baleados, descartó alguna relación con actividades ilícitas. “Lo primero que hay que aclarar es que mi familia, especialmente mis hijos, no tiene ningún vínculo con el clan Daza, a pesar de existir un parentesco. Soy prima lejana de ellos, pero cada quien vive su vida. Alejados los unos de los otros. No hay relaciones con ellos de ninguna naturaleza, por eso no entendemos por qué la Policía Metropolitana nos relaciona con ellos. La génesis del atentado contra mis dos muchachos fue el trabajo social que yo realizo en La Guajira en beneficio de la comunidad wayuu”, dijo la mujer a Al Día.
La peligrosa familia de ascendencia guajira volvió a ser noticia nacional el 24 de octubre del 2022, cuando protagonizaron otro enfrentamiento armado, pero en esa oportunidad con los clanes Escorcia y Ospino, relacionados con el narcotráfico en Colombia y Venezuela.
Los hechos se registraron en la fiesta del cumpleaños 23 de Jonathan Ospino Illera, que se celebró en la Mediterrané, una finca ubicada en Salgar (Atlántico), donde se reunieron los clanes y varias personalidades de la región. Sin embargo, algunas versiones indican que cerca de las 7:00 a. m. el anfitrión de la fiesta intentó propasarse con una de las mujeres en el lugar, lo que originó un intercambio de disparos entre los Escorcia.
En medio del intercambio de disparos uno de los escoltas de los Vega Daza accionó su arma e hirió de muerte a Jonathan Ospino Illera; de inmediato sus familiares reaccionaron, dieron de baja al homicida y arremetieron contra los Vega Daza, que huyeron del lugar. La camioneta del clan guajiro terminó con 42 impactos de bala.
Ese hecho aparentemente inició una guerra entre los clanes y al parecer, esa venganza habría cobrado la vida de Ronald Iván Vega Daza, Ray Vega Daza, Rafael Vega Cuello el pasado 29 de junio en el norte de Barranquilla.