En Bogotá se están ejecutando 25 obras de alto impacto, según el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU). En las vías que servirán de alimentadoras para el Metro, como la avenida 68 y la avenida Ciudad de Cali, que ya suman inversiones de $3.3 billones de pesos y que servirán para poner en funcionamiento la Primera Línea del Metro de Bogotá.
Otras obras en etapa de construcción son la extensión de la Caracas en el sur, la obra Laureano Gómez, paralela a la vía férrea y que prolonga la Avenida Novena hasta la Calle 193, y el controvertido Corredor Verde de la Carrera Séptima.
Todo esto sin contar las innumerables obras que se ejecutan en las diferentes localidades y que no se encuentran en vías principales.
Esta serie de obras ha generado que los ciudadanos se vuelquen a las calles para desplazarse caminando, ya que esta es la forma más elemental para movilizarse.
Por eso, ser peatón se ha vuelto un riesgo en Bogotá, ya que en los dos últimos dos años se duplicaron las víctimas fatales por accidentes.
Un análisis realizado por El Espectador sobre cómo se movilizan los bogotanos indicó que el 24% lo hacen en las calles de la ciudad caminando. Este porcentaje de personas que a diario tienen que enfrentar una verdadera carrera de obstáculos, se ha incrementado, ya que el 53% de los andenes de la ciudad se encuentran en regular o mal estado, a esto también se le suma el déficit de 15 millones de metros cuadrados de andenes en Bogotá, según reportes oficiales.
Esta falencia de espacios para los peatones se viene traduciendo en siniestros de tránsito, que deja en promedio a 17 peatones atropellados por mes, los cuales fallecen en las calles de la ciudad.
“Los peatones merecen una atención especial del Estado, no sólo porque cuestan menos en términos ambientales, sino por el hecho de ser el actor más vulnerable. Su cuerpo es su carrocería, su única protección”, explicó al diario El Espectador Mary Bottagisio, directora de la Fundación contra la Violencia Vial.
El riesgo ha aumentado con la gran cantidad de obras que están en curso en la toda la ciudad y que han hecho de la movilidad una verdadera odisea para los transeúntes. En algunos casos con puntos críticos en torno a las vías en construcción.
Entre tanto, cualquier persona que se encuentre caminando por una de las grandes avenidas de la capital se habrá sentido pequeño ante la cantidad de carros y carriles, que contrastan con los reducidos andenes. Es decir, que las personas con alguna condición de vulnerabilidad son quienes más padecen por esta situación.
Según estudios de la Secretaría de Movilidad, el 41% de los viajes de las personas en condición de discapacidad son por los senderos peatonales, mientras que en la población mayor de 60 años, uno de cada tres prefiere caminar, por lo que muchos se convierten en población vulnerable, en las calles de la ciudad.
En 2022 fueron reportados 230 peatones fallecidos en accidentes los cuales se han duplicado en los dos últimos años en la ciudad.
Cabe resaltar que durante los primeros cuatro meses de 2023 se reportaron un total de 65 muertes, en los que se han visto afectados los peatones, según cifras de la Secretaría de Movilidad de Bogotá, en parte por el exceso de velocidad de los conductores, pero también por la falta de espacios para que los transeúntes se movilicen, ya que por las obras que se vienen llevando a cabo en toda la ciudad, estos tienen que desplazarse por las vía en las que se movilizan los vehículos.