Embajada de Estados Unidos respaldó la audiencia de reconocimiento de la JEP por ‘falsos positivos’ en Dabeiba

En audiencia de reconocimiento adelantada por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), ocho militares confesaron ante la magistratura y las víctimas cometer 49 asesinatos de civiles que después fueron presentados como guerrilleros abatidos en combate. Dicha diligencia fue resaltada por los ministros de Justicia y Defensa, así como por el alto comisionado para la Paz. Los tres funcionarios coincidieron en que estos espacios son necesarios para confrontar a las víctimas con aquellos que causaron la muerte de sus familiares.

Sumado a ese llamado, la Embajada de Estados Unidos en Bogotá destacó la labor hecha tanto por los togados como de los propios comparecientes que revelaron la verdad detrás de esos ‘falsos positivos’ inhumados también en el cementerio Las Mercedes del municipio.

A través de su cuenta de Twitter, la entidad diplomática sostuvo que el esclarecimiento de los hechos relacionados con el conflicto armado permiten la reparación de quienes sufrieron afectaciones y el hallazgo de la verdad. “El reconocimiento de responsabilidad en crímenes internacionales es fundamental para satisfacer los derechos de las víctimas y avanzar hacia la reconciliación”, mencionó.

De igual manera, la embajada respaldó el trabajo de la JEP al realizar la diligencia correspondiente a las investigaciones del macrocaso 03 (asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado) en conjunto con el 04, que priorizó la región Urabá antioqueño y el Darién chocoano.

Durante las 10 horas de audiencia, dos coroneles, dos mayores, tres suboficiales y un militar retirados reconocieron su responsabilidad en los 49 asesinatos y desapariciones forzadas de civiles presentados como bajas operacionales entre 2002 y 2006 tanto en Dabeiba como Ituango (Antioquia). En el coliseo ‘Esperanzas dabeibanas’ varios de ellos mencionaron también la incidencia que tuvo el general (r) Mario Montoya Uribe, otrora comandante de la IV Brigada del Ejército.

“Este general —Montoya— efectuaba programas radiales donde nos decía a los comandantes: Yo no necesito litros de sangre, necesito carrotanques de sangre”, relató el sargento (r) Fidel Iván Ochoa Blanco, exintegrante del Batallón de Contraguerrillas No.79 ‘Hernando Cómbita Salazar’.

Asimismo, dijo que la comisión de ‘falsos positivos’ empezó desde la década de 1990. Desde ese entonces, efectivos de la fuerza pública mataron a personas que “presuntamente tenían vínculo con la guerrilla” de acuerdo con información entregada por paramilitares. En ese orden, señaló que constantemente eran presionados por los altos mandos para incrementar el número de bajas operacionales y que esa práctica subió de forma considerable cuando Montoya Uribe llegó a la Séptima Brigada.

El sargento (r) William Andrés Capera, exintegrante del Batallón de Contraguerrilla No. 79 ‘Hernando Cómbita Salazar’ y primer compareciente que confesó esos crímenes ante la JEP que derivó en toda la investigación judicial del macrocaso 03 del tribunal de justicia transicional, reiteró cuáles fueron sus funciones dentro de los ‘falsos positivos’ cometidos e inhumados en Dabeiba.

Dijo que su trabajo consistía en maquillar la escena del crimen; “hacer parecer que todo era un combate real y lograr que si se llegara a presentar una investigación, no hubiera un motivo por el cual se llegara a generar esa investigación en contra de la unidad o el batallón”.

El sargento retirado Jaime Coral Trujillo, exintegrante de la misma unidad, dijo que su actuar fue replicado en el resto del país por otros soldados. Hizo una lista de los crímenes que fueron conocidos por él mientras estuvo en Dabeiba entre el 1 de junio de 2004 y el 30 de mayo de 2006. En su mayoría, de acuerdo con su testimonio, se cometieron asesinatos de personas en diferentes regiones para ser llevados al municipio y ser presentados como bajas guerrilleras.