El cementerio Central Nuestra Señora del Carmen de Puerto Wilches (Santander) podría ser cerrado de manera definitiva debido a que no cumple con las mínimas condiciones de salubridad, pues presenta signos de deterioro en su infraestructura, tiene filtraciones de agua y emana olores fétidos que ponen en riesgo la salud de los habitantes del municipio.
“Actualmente, el cementerio tiene un puntaje de salubridad de 39 puntos sobre 100, por lo que tiene prohibición para exhumar cadáveres desde mayo del 2022. De seguir sin mejoría, la prohibición podría extenderse para inhumación; es decir, tendríamos que trasladar cadáveres a otros cementerios”, explicó el personero de Puerto Wilches, Rafael Centen, según informó Semana.
El camposanto también carece de una morgue en donde se puedan intervenir los cuerpos que llegan de manera adecuada. Además, ha presentado una incorrecta disposición de los desechos que se generan en los procesos de exhumación de cadáveres.
“La Secretaría de salud hace unas observaciones por la falta de unas baterías de baño; por la falta de una morgue para intervenir los cuerpos y por el tema de disposición de desechos cuando se hacen las exhumaciones; hay unas medidas sanitarias, lo cual genera una calificación baja en el tema de salubridad y estamos preocupados porque el plazo que se había dado era hasta diciembre del año anterior y aún no se han tomado acciones; si no se cumplen los compromisos se podría cerrar el cementerio”, indicó Orlando Vargas, fiscal de la Asociación Comunitaria Cementerio Central Nuestra Señora del Carmen, según Vanguardia.
Debido a la prohibición para exhumar cuerpos en el camposanto, los habitantes del municipio se han visto afectados porque deben seguir pagando el arrendamiento de las bóvedas en donde tienen a sus seres queridos.
“Ya es hora que se haga algo; a nuestro familiar no lo podemos sacar, pese a que ya tiene el tiempo y lo que nos toca hacer es seguir pagando ante la imposibilidad de sacar sus restos del cementerio”, expresó Leyda Muriel, habitante de Puerto Wilches, de acuerdo con el medio anteriormente citado.
“Es necesario que la Alcaldía ponga interés en el cementerio, porque es un asunto de salubridad municipal. Exhumar un cadáver, mientras subsista la prohibición, derivaría en contravención de Policía y en los delitos 204 y 454 del Código Penal”, señaló el personero de Puerto Wilches, según Semana.
Ahora bien, el cementerio Central Nuestra Señora del Carmen actualmente cuenta con 1.400 tumbas ocupadas. Los cuerpos que se encuentran en 600 de ellas ya deberían ser exhumados, puesto que ya cumplieron el tiempo en el que podían permanecer en el camposanto. Sin embargo, la prohibición que en este momento pesa sobre este ha impedido la ejecución de dichos procesos.
De acuerdo con la Alcaldía de Puerto Wilches, como medida de resolución a los problemas de salubridad del cementerio ya se había propuesto su traslado a otro lugar. Incluso, se compró un lote para ese propósito. Sin embargo, la comunidad lo impidió.
“Somos conscientes de lo que ocurre, pero aquí hay un tema y es que el municipio hace años trató de buscar la solución que era el traslado del cementerio a otro lugar y para ello compró un lote, pero la comunidad lo invadió y administrativamente no se pueden destinar más recursos para ese fin porque ya se hizo; la tarea ahora que tenemos es gestionar recursos que nos permitan intervenir el cementerio actual”, aseguró el alcalde de Puerto Wilches, Jairo Toquica, según informó Vanguardia.
Requisitos para la prestación de servicios en cementerios
El Ministerio de Salud y Protección Social reglamentó en 2010 para garantizar la correcta prestación del servicio en los cementerios del país.
Según la resolución, un camposanto debería contar con un cerco perimetral para separar las instalaciones, con vías de acceso internas, con un área de inhumación y otra de exhumación y con una morgue para procedimientos de necropsias. Se incluye también áreas de inhumación y exhumación específicas para no identificados o no reclamados.
Además, tiene que tener áreas de servicios y otras destinadas a la realización de rituales, zonas de operaciones para depositar materiales y maquinaria y que funcionen para el manejo de residuos.