Un nuevo cuestionamiento ha despertado el presidente Gustavo Petro. En esta ocasión ha sido por su visita a Francia para encontrarse con su homólogo Emmanuel Macron, aunque las críticas han sido por su repentino retraso ya que el jefe de Estado tenía permiso de estar por fuera del país del 20 al 24 de junio, pero tras un decreto emitido por el Gobierno el mandatario extendió su estadía en París hasta el 25 de junio.
En el decreto se enfatizó que el incumplimiento de la llegada del mandatario colombiano al suelo nacional era producto de problemas técnicos:
“Por un cambio en la agenda del señor presidente y por razones técnico-aeroportuarias, se hizo necesario posponer el vuelo presidencial, de tal manera que el presidente de la República regresará a Colombia el día 25 de junio del 2023″.
La explicación de la presidencia no ha resultado satisfactoria en varios aspectos: primero, porque Gustavo Petro estuvo ausente durante 24 horas, según indicaron miembros de la presidencia ‘atendiendo su agenda privada’ y cancelando una reunión que debía tener con una de las empresas que está tras el millonario proceso para renovar la flota de aviones de combate de la Fuerza Aérea Colombiana.
De igual manera se ha criticado por qué se reportaron a última hora las fallas ‘técnico-aeroportuarias’, ya que el transporte presidencial debe estar en óptimas condiciones para su uso, por lo que generan dudas los inconvenientes reportados a último momento.
Entre tanto, se ha resaltado que los periodistas que acompañaron al jefe de Estado se quedaron sin hospedaje, luego del repentino anuncio, mientras que otros comunicadores se habrían quedado en el lugar de hospedaje del exministro del Interior y ahora embajador en Francia, Alfonso Prada.
La reunión que nunca se dio
Desde ese momento se perdió rastro de Petro, y lo único que pudo adelantar el embajador de Colombia en Francia Alfonso Prada durante la mañana de ese sábado, era que el viaje debía reprogramarse de nuevo, por lo que se fijó las 8 p.m., hora local, de ese 24 junio como la fecha de regreso.
Sin embargo, el vuelo volvió a ser cancelado 2 horas más tarde, estableciendo el domingo 25 de junio a las 5 p.m. como la cita final, tal y como quedó estipulado en el decreto 1009 de 2023 expedido por el despacho del presidente.
La reunión, que se programó a última hora y que fue cancelada de la misma forma, era con altos ejecutivos la compañía francesa Dassault Aviation, que ha mostrado su interés por ofertar con Colombia, luego de que Petro informara sobre la intención de compra y modernización de la flota de la Fuerza Aérea.
“Esos fines constitucionales implican unos instrumentos para que seamos capaces, en cualquier momento, de hacer respetar la soberanía nacional. Lo que consideramos es nuestra nación colombiana, nuestra sociedad, nuestra historia, nuestro territorio, nuestros valores, nuestras esperanzas, nuestros sueños, las ilusiones que hacen parte del cuerpo nacional”, informó el presidente hace unos meses.
Desde entonces la empresa extranjera estuvo en la puja para completar el negocio con el Estado. Sin embargo, a comienzos de 2023 se vio detractada la decisión del Gobierno nacional, tras vencerse el Conpes que permitía la compra de los aviones Rafale, aunque ese tema parecía estar solucionado luego del encuentro entre los mandatarios de Colombia y Francia, del que se desconoce si se tocó el tema de la flota aérea.
Lo que sí es cierto es que la compra de dichos aviones tendrá que ser estudiada, ya que existen oferentes de Suecia, Estados Unidos y España. Además, según informó el Gobierno, la adjudicación de la compra se haga, posiblemente, hasta el final del mandato de Gustavo Petro.