Cada vez son más las personas que están aprendiendo a conocer el mundo del freestyle (improvisación en rap), y aunque no es una nueva tendencia, solo ahora está tomando una enorme relevancia como expresión cultural en Colombia.
Sin embargo, estas batallas, además de ser muy entretenidas y sorprendentes por la calidad de los MC’s (raperos), también es una opción para muchos que quieren cambiar su vida y quieren dejar de arrastrar las pesadas cadenas de los errores cometidos para labrar un nuevo camino a través del arte.
En la calle a veces las opciones son pocas y resulta mucho más fácil tomar el camino equivocado por buscar un poco de respeto, reconocimiento y dinero fácil, pero estas decisiones lleva consigo deudas caras de pagar y que, incluso, ni siquiera con la vida misma se pueden saldar.
Ken Zingle es la muestra viviente de que los malos pasos se pueden corregir y dejó en claro que las palabras tienen más poder que las mismas armas.
“Soy un migrante más en este mundo donde no estamos en el mismo lugar, porque buscamos el triunfo, buscamos mejorar en nuestras vidas, soy venezolano, también soy colombiano”, afirmó Ken Zingle a Infobae Colombia.
Kenneth Hernández, más conocido como Ken Zingle, nació en Barquisimeto, Venezuela, comenzó a improvisar en 2005, cuando aún estaba en el colegio y a medida que pasaron los años, estas actividades le sirvieron como herramienta para transmitir algunas de las cosas que no le gustaban, como, por ejemplo, la comida que le servían en estos centros educativos.
Desafortunadamente las malas compañías y las malas decisiones fueron una opción para el venezolano que trataba de buscar más dinero en ese entonces. “Tenía una doble vida, porque aparte que me gustara el freestyle, también me gustaba hacer cosas malas, cometí muchos errores, actos delictivos, llegué a vender cosas que no debía y todo eso me llevó a un agujero del que no podía salir y no me dejaba escalar en lo que en realidad a mí me gustaba”.
Hernández incluso estuvo involucrado en una grave situación donde recibió dos disparos en la espalda. Ese fue un episodio que le cambió la vida. “Duré hospitalizado ocho meses, cuando me dieron de alta tuve una recaída, casi me muero, me revivieron con desfibrilador, después de eso mi vida cambió. Yo pensaba, ‘oye no es mentira que te puedes morir, que te pueden matar’... fue muy gonorrea”.
“Si eso no te cambia no eres humano”
Luego de este suceso, Kenneth Hernández se recuperó y vio en el hip hop la oportunidad de dejar atrás esa vida, empezó a rapear en su ciudad natal, empezó a asistir a eventos, recibió la ayuda de muchas personas y fue allí donde nació Ken Zingle, quien empezó a competir contra varios de los MC’s más reconocidos del vecino país y se fue haciendo un nombre en estos escenarios.
El apoyo de las gente fue fundamental para darse cuenta de que había otros caminos para ganarse el respeto dentro de la comunidad. Relató que a medida que fue creciendo se dio cuenta de que uno de los pilares es mantener el sentido de sus letras y lo que quiere expresar, algo muy similar a lo que decía Canserbero, rapero venezolano que falleció en 2015, una figura que aún respeta mucho y sintió que en ese momento se cayó “una luz” que de alguna manera lo inspiró.
“El mensaje que tenía el Can sobre las injusticias, la rebeldía, la ganas de la insurgencia y es por eso que es la línea que yo transmito en mi rap y freestyle”, afirmó.
Tras su llegada al país pudo competir contra muchos de los mejores freestylers del país, lo que le abrió algunos eventos en pueblos y ciudades pequeñas del país. Por cosas de la vida participó en un evento pagado en Perú y en ese momento recibió 1.000 soles, un poco más de un millón de pesos colombianos.
“Me fui por tierra porque no tenía documentos hasta Perú, pero llegué allá y me recibieron de puta madre, compartí con Jota que era un bicampeón de Red Bull, con mucha gente dura y pues nada, me empezó a ir bien en Perú y me hice un nombre allá”, señaló Zingle, que después de eso viajó a Ecuador y se convirtió en campeón nacional, luego tras ocho meses decidió regresar a Colombia.
“La motivación de uno como artista es hacerse escuchar”
Kenneth Hernández o,mejor dicho, Ken Zingle, está creando su propio camino en el freestyle y tiene una meta clara: “No es ser el mejor o el más viral, es dejar huella en cada lugar donde voy”. Ahora que se dedica a la improvisación destacó que no es el dinero lo que lo motiva a mejorar cada día, sino es la convicción del artista que surge cuando suena el beat de poder llegar a muchas personas y que sea recordado por su letra y fluidez.
“La motivación de uno como artista es hacerse escuchar y crear una conexión entre las personas y que se sientan representados”, afirmó.
Más maduro y con otra perspectiva sobre la vida, Ken Zingle destaca la importancia de las batallas que le permitieron salir de un “ámbito donde la vida fácil te enseña cosas, pero esta es rápida, se va, se esfuma, es momentánea, terminas preso, terminas muerto, entonces las batallas de freestyle me abrieron un camino en donde la gente no me estaba buscando pa’ matarme o pa’ meterme a prisión, sino para tomarse una foto conmigo o felicitarme... esa es la verdadera motivación”.
En la Final Nacional de Red Bull que se llevará a cabo el 1 de julio en el Coliseo Iván de Bedout de Medellín, Ken Zingle se enfrentará a los mejores freestylers colombianos y tratará de arrebatarle el título a Carpediem, uno de los más experimentados del circuito, además de poder quedarse con un puesto para la gran Final Nacional que se disputará en Bogotá
“Siento que no sabían lo que uno era capaz de hacer, gané todo el ascenso, gané Supremacía, gané un montón de nacionales, gané una internacional por Colombia y todo eso dio el empujón para que me tomaran un poco más en cuenta (en la Final Nacional de Red Bull) y este año estoy en la nacional y aunque ellos no lo crean yo voy a disputarme el primer lugar, ese es el objetivo”
“Mi apuesta es por mí en todo”
Aunque no es el gran favorito al título, ya se visualiza en la Internacional y eso es porque desde pequeño se acostumbró a no tener sueño, sino objetivos “porque no son idealizados”, sino que trabaja arduamente cada día para poder cumplirlos.
“Red Bull es una gran pantalla para personas como nosotros que tenemos una historia detrás que no conoce mucha gente, de trabajar de los buses, de vivir lo que me pasó en Venezuela, lo que me pasó acá que me tocó vivir en hoteles de 15 ‘lucas’ (15.000 mil pesos colombianos) en el Santa Fe y salir de ahí, ver esa evolución ahora esa es la motivación y romperla”, aseveró.
El tiempo y la vida le dieron a Ken Zingle una nueva oportunidad y se dio cuenta de que un micrófono, un beat y mucha creatividad es lo único que necesita, no solo para ser feliz, sino para que pueda llevar su mensaje a diferentes oídos.
Sus objetivos, así como su talento es enorme y por eso confía en que se convertirá en el mejor freestyler del mundo. “Me veo logrando los títulos para considerarme el mejor y con respeto a todos los demás que existen, pero siempre voy a mí, mi apuesta es por mí en todo”.