Este fin de semana se dio a conocer que el comerciante paisa Alejandro Arango Sierra, secuestrado por tres días en un centro comercial de Chía, fue puesto en libertad por sus captores tras tres días de tenerlo en cautiverio y fue encontrado por las autoridades mientras se movilizaba en un bus que cubría la ruta Fusagasugá-Bogotá. Aunque la noticia generó felicidad a los colombianos, tras una investigación detallada, las autoridades encontraron que la víctima de secuestro tiene antecedentes jurídicos.
La indagación a fondo, no solo de los secuestradores, sino del comerciante, se dieron debido a que extrañamente y pese a que el sujeto estaba siendo buscado por las autoridades cuando fue liberado, no aviso de que yo lo habían soltado sus captores, sino que de forma muy atípica el sujeto cogió un bus y se dirigió a Bogotá y solo dio su testimonio cuando fue encontrado por la Policía, quien no ha entregado detalles sobre el testimonio del sujeto que además es conocido como el “Holandés”.
Luego del hecho que le causo mucha curiosidad a las autoridades, en medio de la investigación, encontraron que Arango Sierra ha estado relacionado con un caso por estafa, denuncias por violencia intrafamiliar y una investigación abierta por presunto lavado activos que comenzó en octubre del 2021 y donde le incautaron algunos dineros.
Hay que mencionar que los hechos que rodean el caso siguen causando muchas dudas, pues los captores se hicieron pasar por policías y entraron al centro comercial como si nada, luego se llevaron a Arango en un carro particular y desaparecieron. Dentro del proceso, la policía ha sido enfática en señalar que pudieron determinar desde el primer momento que los dos sujetos disfrazados nada tiene que ver con la institución.
“Mientras la mujer se dirigió al baño, su compañero sentimental fue abordado por dos individuos que vestían prendas similares a las de la Policía Nacional, con quienes estableció una conversación por varios minutos para luego salir del lugar en su compañía, al parecer habrían abordado un vehículo particular con rumbo desconocido”, puntualizó el coronel Elver Vicente Alfonso Sanabria, director Gaula Policía Nacional.
Además, las autoridades han detallado que tienen en sus manos videos de seguridad, algunos testimonios y demás:
“Aquí hay varias cosas que están analizando los investigadores del Gaula, la primera es que la persona no reacciona cuando se encuentra con las dos personas que lo sacan del centro comercial. No hay ninguna reacción. Hay también unas cámaras que nos dejan mostrar que hubo un diálogo con otra persona. Esperemos los resultados”, agregó el uniformado.
Así fue el secuestro
El rapto ocurrió el pasado 21 de junio sobre las 4:30 p. m. cuando dos personas, que vestían prendas de la Policía, abordaron Arango Sierra mientras esperaba que su esposa saliera del baño en el centro comercial Fontanar de Chía, en donde, al parecer, se encontraban para celebrar el día del padre. Los falsos policías sacaron al comerciante del lugar custodiado y emprendieron la huida en un carro particular que los esperaba afuera del recinto.
Las cámaras de seguridad registraron cómo los dos hombres abordan a Arango, que está afuera del centro comercial, intercambian algunas palabras y lo escoltan hasta que sale de cuadro. Después, según otras imágenes que se conocieron, los uniformados llevan al comerciante, que aparece esposado, mientras lo pasean por los pasillos del centro comercial para después salir y subirlo a un carro particular.
“Mientras la mujer se dirigió al baño, su compañero sentimental fue abordado por dos individuos que vestían prendas similares a las de la Policía Nacional, con quienes estableció una conversación por varios minutos para luego salir del lugar en su compañía, al parecer habrían abordado un vehículo particular con rumbo desconocido”, contó la Policía en el momento de los hechos.