Durante la tarde del domingo 25 de junio, las autoridades de Venezuela emitieron una alerta aérea debido a un pequeño avión que salió sin pasajeros de Curazao hacia Bucaramanga. De acuerdo con los primeros reportes, la aeronave perdió contacto con los servicios aeronáuticos del país cuando sobrevolaba el estado Lara, al oeste del país vecino.
El viceministro para la Gestión de Riesgo y Protección Civil, César Pérez Ampueda, informó a través de su cuenta de Twitter que el sistema nacional “monitorea” la situación “tras perder (la avioneta) contacto con la torre de control del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar”, el principal terminal aéreo del país, que sirve a Caracas.
Se trata, explicó, de un avión bimotor, de matrícula salvadoreña, “sin pasajeros”, cuyo último contacto fue a 21,7 millas de la ciudad Barquisimeto, capital de Lara. Hasta el momento, ninguna otra autoridad ha ofrecido más información sobre el incidente.
El pasado martes, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) destruyó una avioneta proveniente de México, que fue declarada “hostil” al no contar con autorización para sobrevolar el país suramericano.
Según informó entonces el comandante estratégico operacional de la institución militar, Domingo Hernández Lárez, esta aeronave salió de Cozumel con destino a Curazao, pero en un punto desapareció de los radares, apagó el transmisor de posición y la radio “para su desvío a territorio venezolano”, por lo que fue destruida.
Avioneta desaparecida en Antioquia
El lunes 19 de junio fue reportada la desaparición de una aeronave tipo Cessna que, de acuerdo con reportes de la Fuerza Aérea Colombiana (Fac), se habría accidentado en zona selvática de los municipios Frontino y Urrao. De acuerdo con comunidades que viven cerca al lugar del siniestro, en la mañana de ese día se escuchó una explosión y minutos después vieron una columna de humo en medio de las montañas.
Por su parte, las autoridades regionales y nacionales indicaron que el siniestro había ocurrido en la vereda El Maravillo, ubicada a cinco horas del casco urbano de Urrao; en ese sentido, desde la base de Rionegro de la Fuerza Aérea se adelantaron sobrevuelos para establecer la ubicación exacta de la avioneta.
Jaime Enrique Gómez, director del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo y Desastres de Antioquia (Dagran), explicó en ese entonces que tras reportes de la comunidad sobre el posible siniestro de la aeronave las autoridades iban a hacer labores de reconocimiento en el sector indicado. “En caso de requerirlo, nosotros tenemos en alistamiento a los bomberos de Urrao y Frontino”, añadió al respecto.
Por otra parte, entidades regionales señalaron en El Colombiano que la zona ubicada entre los municipios de Urrao y Frontino se ha visto afectada por vuelos ilegales, especialmente del Clan del Golfo, para transportar cargas de droga hacia la ciudad Colón, en Panamá.
Uno de los casos más recordados fue el de la avioneta reportada como desaparecida el lunes 1 de mayo en las selvas de Guaviare. La aeronave tenía siete tripulantes, de los cuales tres murieron y otros cuatro, menores de edad, habrían sobrevivido al accidente. Días después del hecho, se identificó que los niños seguían con vida, por lo que el Comando Conjunto de las Fuerzas Militares puso en marcha la ‘Operación Esperanza’ para rescatarlos de la zona pantanosa.
Luego de 40 días, y el falso anuncio del presidente Petro del supuesto hallazgo, los menores fueron rescatados tras labores apoyadas por comunidades indígenas de la Amazonía colombiana. Por otro lado, también se conoció que esa avioneta tipo Cessna ya había sufrido inconvenientes en julio de 2021 en Vaupés.
Ese día, la avioneta despegó a las 8:00 de la mañana en la pista de San Miguel, en la comunidad indígena de Sonaña. El vuelo fue clasificado como de “traslado”, al parecer sin novedad alguna y posteriormente aterrizó en Mitú (Vaupés) a las 10:30 de la mañana, hora en que se registró un cambio en la tripulación.
En el trayecto, el piloto detectó un fuerte olor a aceite quemado, motivo por el cual decretó la alerta, al percatarse, previa inspección de los parámetros del motor, que la temperatura de aceite y de cabeza de cilindros empezaban a aumentar de forma anormal, mientras la presión de aceite disminuía.
Fue en ese momento en el que priorizó un aterrizaje de emergencia, para lo cual buscó un terreno despejado para llevar a cabo tal maniobra; no obstante, al no ver un lugar adecuado para tal fin, optó por regresar a la pista San Miguel, sin mayor éxito.