¿Qué hacer ante la presencia de la langostilla de río en Bogotá?: Secretaría de Ambiente dio instrucciones para el control de esta especie invasora

Según las autoridades, el animal puede causar daños ambientales severos y transmitir enfermedades a los humanos

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Langostilla de río en Bogotá. Secretaría de Ambiente
Langostilla de río en Bogotá. Secretaría de Ambiente

Ante la reciente alerta emitida por la Secretaría de Ambiente por la presencia de la langostilla de río o cangrejo rojo americano en humedales de Bogotá, la entidad anunció que ya se creó la cartilla del protocolo para el manejo y control poblacional de esta especie, declarada como peligrosa e invasora, y para la prevención de su propagación en la ciudad.

El documento brinda herramientas que permiten mitigar los impactos de la langostilla en el medio ambiente y las amenazas a la salud humana y de otras especies de fauna. Lo anterior, debido a que su presencia supone un problema para el ecosistema, toda vez que dicha especie de crustáceo altera el entorno en el que habita. Además, tiene alta tasa de supervivencia dado que puede sobrevivir varios días sin agua y son transmisores de enfermedades a los humanos.

“La langostilla de río es una especie exótica invasora que se empiezan a ver en los humedales y en los ríos de Bogotá. Este año ya ha sido declarada invasora y, desde Bogotá, estamos sacando una cartilla que ratifica lo establecido en la Resolución 03919 de 2021, que es el protocolo para el manejo y control de esta especie”, indicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.

En la capital, la especie se encuentra establecida en varios ecosistemas, en especial los parques Simón Bolívar, El Tunal y Timiza, y en humedales como Juan Amarillo. En otros municipios de Cundinamarca, esta especie se puede encontrar en Suesca, Chía y Fúquene.

Cartilla de la Secretaría de Ambiente para mitigar la expansión de la langostilla de río en Bogotá. Secretaría de Ambiente
Cartilla de la Secretaría de Ambiente para mitigar la expansión de la langostilla de río en Bogotá. Secretaría de Ambiente

Dentro de las recomendaciones que hace la cartilla, está no manipular ni capturar para fines de alimentación esta especie. Así lo señala Urrutia:

“Las recomendaciones que hacemos desde la Secretaría de Ambiente es no manipular, no capturar, no consumir de ninguna manera estos animales (...) Estos individuos son crustáceos de agua dulce, provienen del sur de Estados Unidos, son muy resistentes y adaptables, se multiplican ante cualquier presión poblacional y, desafortunadamente, entre otras posibles afectaciones a la salud de los ecosistemas, son vectores para un hongo que afecta de manera directa nuestro cangrejo de río”.

Además, hizo un llamado a la comunidad para que reporten la presencia del cangrejo a través de la línea telefónica 3174276828 (Unidad Móvil de Fauna en Bogotá).

Según autoridades ambientales, la langostilla de río, en algunos países, es utilizada para el consumo, sin embargo, esta especie es vector de diferentes hongos y bacterias como Vibrio mimicus, que produce gastroenteritis y Vibrio parahaemolyticus, que ocasiona diarrea acuosa.

También es transmisora de parásitos como Platelmintos, que afectan la salud de mamíferos, incluyendo animales silvestres, domésticos y a los humanos. Por ello, reiteran desde la Secretaría que las personas que se encuentren un animal de esta especie eviten a toda costa su manipulación directa y que, de ser necesario, usen guantes y paralelamente, hacen un llamado a no arrojarle objetos que puedan lastimarlo ni suministrarle alguna clase de alimento.

Según expertos ambientales, los crustáceos tienen cerca de 200 a 500 huevos por fecundación y las hembras pueden guardar la esperma del macho por seis meses, por lo que su tasa de reproducción es bastante alta. CAS
Según expertos ambientales, los crustáceos tienen cerca de 200 a 500 huevos por fecundación y las hembras pueden guardar la esperma del macho por seis meses, por lo que su tasa de reproducción es bastante alta. CAS

Expertos como Ada Acevedo Alonso, bióloga carcinóloga y miembro de la Comisión para la Supervivencia de las Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, en diálogo con La Vanguardia, dijo que la especie de Procambarus clarkii, es originaria de Norteamérica, puntualmente del sur de Estados Unidos. Habita ecosistemas de agua dulce y ha sido introducida en varios países y regiones del territorio nacional.

Agregó que los crustáceos tienen cerca de 200 a 500 huevos por fecundación y las hembras pueden guardar la esperma del macho por seis meses, por lo que su tasa de reproducción es bastante alta.

Culminó señalando las especies que se ven amenazadas con la expansión del cangrejo rojo: “Estos animales son unos depredadores agresivos que consumen peces, alevinos de peces, ranas, renacuajos, insectos acuáticos y cangrejos nativos”.

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