El reclutamiento de menores de edad es una de las estrategias que emplean grupos armados ilegales como el ELN, el clan del Golfo y las disidencias de las Farc para aumentar el tamaño de sus filas. Esa vulneración de los derechos de los niños es recurrente en la historia del conflicto armado de Colombia.
Según las cifras entregadas por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), desde noviembre 1999 a abril de 2023, el instituto ha atendido a 7.382 menores de edad víctimas de reclutamiento forzado. El Icbf dio a conocer que de los menores atendidos 5.642 se desvincularon de manera voluntaria individual y 1.300 fueron recuperados por las Fuerzas Militares y 440 a través de entregas colectivas.
En un estudio realizado por el Instituto y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) entre 2013 y 2022, se evidenció que los departamentos con mayor registro de casos de reclutamiento fueron: Antioquia (13,94%), Chocó (13,25%), Cauca (12,93%), Nariño (10,82%), Caquetá (8,48%), Arauca (5,87%), Meta (5,59%) y Putumayo (5,14%). En cuanto a municipios, Tumaco, en Nariño, fue el lugar donde más se registraron reclutamientos, seguido de Tadó (Chocó) y Cáceres (Antioquia).
Este último departamento es uno de los más afectados en el 2023, pues de acuerdo con los registros de la Defensoría del Pueblo, en los primeros cuatro meses del 2023 hubo 45 reclutamientos de menores de edad en los municipios de Cáceres, Remedios, Segovia, Briceño, Yarumal, Angostura, Ituango, Valdivia y Campamento.
Los pescan en colegios y les pagan millones para que se unan a las filas
“Alertamos la modalidad de enamoramiento en el municipio de Anorí, las modalidades de venderle los cigarrillos a los chicos, entregarles un arma o una moto, la modalidad de pagarles entre un millón y 3 millones de pesos, ¿Quién compite con un dinero como éste?”, dijo la defensora del Pueblo de Antioquia, Yucelly Rincón.
Grupos armados como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), del clan del Golfo; el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Farc se infiltran en los pasillos de los colegios y usan a menores para reclutar a sus compañeros con regalos y dinero.
Según testimonios obtenidos por Revista Semana en el nordeste y norte de Antioquia, en los que se evidencian ‘concursos’ que organizan los grupos armados para perfilar a los menores y categorizarlos según sus futuras funciones dentro de sus estructuras.
Una de las fuentes consultadas en el municipio de Segovia, los niños y adolescentes deben superar una primera prueba que es pelear con alguien de su edad ante la mirada de los reclutadores, que tras el combate determinan la función de cada menor.
“Allí empiezan a mirar para qué sirve el menor. Cuando el niño muestra aberrantemente las facultades, terminan vinculándolo dentro de las filas. Pero hay otros menores que, simplemente, los dejan para llevar y traer elementos”, dijo la defensora Yucelly Rincón.
Por otra parte, las niñas estarían recibiendo regalos y un salario por aportar a las economías ilegales como el microtráfico y por brindar servicios sexuales a los comandantes de estos grupos armados, fortaleciendo las redes de trata de personas y explotación sexual infantil.
De acuerdo con Semana, en Yarumal los insurgentes adoctrinan a los menores en los colegios, los incitan a colorear los símbolos de los grupos armados y limitan la libertad de cátedra de los docentes, obligándolos a esquivar las clases de historia. Si algún profesor incumple los parámetros de los grupos armados es sentenciado a muerte, a tal punto que por lo menos 32 maestros han denunciado amenazas en su contra.
Otra de las formas de reclutamiento de estos grupos insurgentes es a través de las redes sociales, donde crean eventos, grupos y pequeñas comunidades en las que difunden videos en los que muestran las actividades que realizan diariamente, en lanchas llevando coca, uniformados y según pudo establecer el medio en mención, usan canciones con las afirmaciones “Ingresa, ingresa, ingresa a las Farc, ingresa por la libertad”.