El frío en la capital colombiana se ha vuelto tema de conversación en los últimos días y es que los habitantes de la ‘nevera’ han experimentado tardes y madrugadas heladas, o al menos más de lo usual.
De acuerdo con la oficina de Alertas y Pronósticos de Bogotá, del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) no es un tema de percepción. Es un hecho que por estos días lo habitantes de la capital experimentan mañanas de tiempo seco, pero con bajas temperaturas y vientos helados.
Según explicó uno de sus meteorólogos en entrevista para el matutino de Arriba Bogotá: “Justamente estamos haciendo esa transición a la temporada menos seca de mitad de año, particularmente, en Cundinamarca y en la capital de la República y eso favorece el incremento de la radiación sobre las superficies y, por su puesto, el incremento en la velocidad del viento, que siempre ha estado presente, pero que ahora se siente un poco más fuerte”.
Sin embargo, las radiaciones solares de mediados y finales de junio poco tienen que ver con el fantasma del fenómeno de El Niño que, según el Ideam –en declaraciones anteriores– podría empezar a manifestarse a partir de julio, con una probabilidad del 84%, y extenderse hasta febrero del 2024; es decir, durante los siguientes 8 meses.
“En este momento tenemos una condición cálida en el pacífico que es necesario estar monitoreando para ver cómo afecta en términos generales al país, pero directamente no es una situación que ocasione esta condición puntual en el momento. Esta más asociada a la temporada del año y el incremento en particular de los vientos sobre esta época, que justamente se aproximan hacia el mes de agosto, y ya tenemos esa condición de relativamente vientos fuertes, especialmente, en el transcurso de las horas de la tarde”.
Brisas frías que, aunque son características de agosto –conocido también como el mes de las cometas– se habrían adelantado este año, obligando a los bogotanos a mantener la chaqueta aún a la mano.
2023-2027: el periodo más caluroso jamás registrado, según la ONU
A esto se suman las alertas de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), según las cuales, el fenómeno de El Niño y los gases de efecto invernadero podrían hacer del periodo 2023–2027 el más caluroso jamás registrado, en la edad moderna.
De hecho, “hay un 98% de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años, y el quinquenio en su conjunto, sea el más caluroso jamás registrado”, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
No obstante, esto “no significan que superaremos de forma permanente el umbral de 1,5 °C del Acuerdo de París, que se refiere a un calentamiento a largo plazo sobre varios años”.
En realidad, “la OMM está haciendo sonar la alarma al anunciar que superaremos el nivel de 1,5 °C de forma temporal y con mayor frecuencia”.
Aunque, de acuerdo con el organismo especializado de las Naciones Unidas, existen hasta un 66 por ciento de probabilidades de que, en los próximos años, la temperatura promedio aumente en 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales de los últimos cinco años.
Según el secretario general de la OMM, Petteri Taalas: “Se espera un episodio de El Niño en los próximos meses y esto, combinado al cambio climático provocado por los seres humanos, hará que aumenten las temperaturas mundiales a niveles jamás alcanzados”.
Y “esto tendrá repercusiones importantes sobre la salud, la seguridad alimentaria, la gestión del agua y el medio ambiente. Necesitamos estar preparados”, además de respetar los acuerdos internacionales que buscan mitigar el aumento en la temperatura del planeta.