En la mañana del martes 20 de junio se dio a conocer la muerte de Ricardo Luis Rodríguez Díaz, de 29 años, un hombre oriundo de Riohacha (La Guajira) que había viajado a México a finales de mayo para trabajar. De acuerdo con sus familiares, el colombiano trabajaba como escolta y murió en extrañas condiciones en Ciudad de México.
Ñeco, como era llamada la víctima por sus seres queridos, había prestado el servicio militar en 2011, experiencia que le habría servido para trabajar como escolta; así mismo, se desempeñó como cocinero en la multinacional minera El Cerrejón y en la cárcel de Riohacha.
“Ñeco era mi lanza, no solo era mi primo, era como mi hermano y éramos dos grandes amigos, los dos nos fuimos para el Ejército a prestar el servicio militar y estuvimos en Buena Vista en el sur de La Guajira en el año 2011 cuando fuimos soldados. Es una verdadera lástima, se ha ido una gran persona, era un tipo íntegro, era servicial le gustaba apoyar a la gente y creo que no deja personas resentidas en su contra porque era bueno”, dijo un primo de la víctima a El Heraldo.
Los familiares de Rodríguez Díaz conocieron de su muerte; sin embargo, no tuvieron detalles. “Nadie nos ha dicho con veracidad, ‘está muerto y yo lo vi’. Dicen que lo mataron junto con tres más, pero no dicen más nada. Aunque por las cosas que dicen se cree que sí y que tal que en cualquier momento después de un año reaparezca por aquí”, dijo Hernando Díaz, tío de la víctima, al portal La Guajira Hoy.
Hernán Díaz dijo que hay varias hipótesis sobre el deceso de su sobrino: por un lado, les dijeron que los carteles mexicanos lo mataron y lo enterraron de inmediato junto con otros tres colombianos oriundos de La Guajira que habían prestado el servicio militar junto con Ricardo Rodríguez Díaz.
Otra de las hipótesis que se manejan es que el grupo de colombianos no estaba trabajando como escoltas, sino que estaban al servicio de grupos al margen de la ley en México y que los narcotraficantes habrían amenazado a las familias de los fallecidos para que no vayan a recuperar los cuerpos; sin embargo, no se ha conocido la identidad de los otros tres colombianos.
Con la muerte de Ricardo Luis Rodríguez Díaz, una niña de diez años queda huérfana. En las próximas horas, los familiares de desarrollarán las vueltas pertinentes con la cancillería de Colombia en México para concretar la repatriación del cuerpo y hacer las honras fúnebres en Riohacha.
Arremeten contra colombianos
La muerte de Ricardo Rodríguez Díaz se da después de masacraran a tres personas el pasado 4 de abril en la población de Petaquillas, ubicada en el estado de la carretera federal entre Ciudad de México y Acapulco. Al parecer los occisos eran colombianos y fueron ultimados por grupos armados ilegales de la zona.
Los verdugos dejaron un letrero que dejaron al lado de los cuerpos con el mensaje: “Esto nos pasó por andar robando y extorsionando a la población. Esto va para todos los colombianos...La limpia sigue en la capital. Atte. El Niki”.
Una de las víctimas de la masacre fue identificada como Jhon Alejandro Ochoa, de 28 años, oriundo de Cartago, quien había sido reportado como desaparecido horas antes de encontrar su cuerpo sin vida. Las autoridades mexicanas no pudieron determinar la identidad de los otros dos cuerpos sin vida.