El director nacional de la Política de Control de Drogas de Estados Unidos, Rahul Gupta, dijo que los cultivos ilícitos y el récord al que han llegado en los últimos años en Colombia son una amenaza, no solo para su país sino para otros. Esta advertencia la hizo durante un foro del Centro para Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS, en inglés) en Washington.
El funcionario norteamericano también ponderó la relación entre Estados Unidos y Colombia e informó que se están revisando esta cooperación entre ambos países en materia de erradicación e interdicción:
“Con Colombia tenemos una relación de cooperación que es histórica. Al mismo tiempo estamos revisando todo el espectro de la cooperación que incluye erradicación, interdicción, y desarrollo alternativo pues todas son herramientas que se requieren. Es importante, por ejemplo, dar poder a la gente en el país con programas como los de titulación de tierra y desarrollo alternativo para que se alejen de los cultivos. Pero los niveles récord de cultivos son una amenaza no solo para EE. UU., sino para otros países”, dijo Gupta.
También habló de cómo algunos de los socios de Estados Unidos, como Colombia y México, han reclamado que los gobiernos norteamericanos no han atacado ni controlado la demanda de droga en sus calles como se esperaría, al ser la otra cara de la moneda. Gupta dijo que hay que lograr un acuerdo para lograr un compromiso para reducir la demanda.
“Cuando hablamos con el presidente López Obrador de México, por ejemplo, o con el presidente Petro de Colombia, podemos decir, nosotros entendemos lo que están diciendo, estamos haciendo x, y o z para expandir los tratamientos para ayudar a las personas; pero ustedes también van a tener, si no lo tienen ya, un problema con las drogas sintéticas en sus países, por lo que deben encontrar cómo trabajar con nosotros en algunas de estas iniciativas”
Además, dijo que la respuesta de estos gobiernos ha sido generalmente positiva “porque creo que los países del hemisferio occidental, y otros, reconocen el problema y el peligro que representan las drogas sintéticas, además de las drogas producidas de plantas; y es nuestro deber, también, alertarlos de los peligros si esto ocurre”
Sobre Colombia, Gupta dijo que le han pedido al gobierno Petro ver “en lo amplio del espectro” la colaboración entre ambos países en materia de lucha contra las drogas, advirtiendo que la erradicación, la interdicción y el desarrollo económico juegan un papel importante y son herramientas en esta batalla contra las drogas. También señaló que si en Colombia los campesinos tienen tierras, legalmente tituladas, esto puede ayudar a transitar hacia un desarrollo de economías alternativas.
“Queremos ver más que esto está pasando, porque entre más empoderemos a los colombianos para que tomen mejores decisiones, vamos a ver progreso”
La lucha contra las drogas sintéticas en Estados Unidos
Por otro lado, Gupta advirtió que el negocio del narcotráfico y el consumo de drogas en su país ha cambiado y está migrando de drogas que tienen un origen natural, como la cocaína, a un auge y una preponderancia en el uso de drogas sintéticas como el fentanilo. También señaló que estas drogas son menos ‘complicadas’ de procesar:
“Ya no se necesitan, hoy, muchos acres sembrados de coca o amapola para producir drogas, todo lo que necesita es un juego de química, conocimientos básicos en química, acceso a internet y una habitación tan pequeña como un armario para producir una de las drogas más letales jamás producidas en la faz de la Tierra”
Enseguida, reparó en que si bien se ha dicho que la política antidrogas de los Estados Unidos debería centrarse, visto su auge y peligrosidad, en las drogas y opioides sintéticos, este no es un lujo que pueda darse el Gobierno de Joe Biden:
“Es un lujo que no podemos darnos en este momento, en cambio, tenemos que mantener la presión en el suministro de drogas cultivadas, mientras que al mismo tiempo se desarrolla una respuesta a la epidemia de sobredosis causada por las drogas y opioides sintéticos, que es tan compleja y dinámica como el ecosistema de las drogas que enfrentamos hoy”, dijo Gupta para añadir que “la estrategia incluye interrumpir la producción y su movimiento a través de las fronteras para aliviar la presión contra nuestro sistema de salud”
También habló del presupuesto que el gobierno Biden-Harris para la lucha contra las drogas es de cerca de 46.000 millones de dólares y que la mitad de este se ha dispuesto para reducir la demanda, y que lo novedoso es que por primera vez está siendo utilizado para reducir el daño en los consumidores. Y advirtió que así como la adicción a las drogas debe tratarse como una enfermedad, el tráfico de drogas, como crimen, debe ser castigado.
“La administración (Biden-Harris) está dando pasos históricos en materia de salud pública al disminuir y remover las barreras de acceso a tratamiento para que millones de doctores puedan recetar medicamentos para que las personas puedan tratar sus adicciones, al expandir el acceso a la naloxona, una sustancia que controla la sobredosis de opioides”
En el otro frente, en el de la persecución al tráfico de drogas, Gupta advirtió que el gobierno Biden-Harris ha desarrollado y desplegado nueva tecnología para que se puedan hacer interdicciones e incautaciones antes de que las drogas entren a territorio estadounidense. También dijo que lo se debe perseguir, y se está persiguiendo, es el dinero de los grandes productores de drogas en el mundo.