En medio de una conversación con el actor colombiano Santiago Alarcón para su podcast Meterse al rancho, Amaranta Hank habló de varios momentos que vivió cuando se dedicaba al cine para adultos. Dentro de lo que relató estuvo el que ella calificó como el encuentro sexual más denso de su vida: fue con un grupo de 17 personas y frente a dos mil personas. Todo ocurrió en territorio europeo.
“Había llegado al Festival Erótico de Barcelona, que había sido denso, pero emocionante. El Festival yo creo que fue la mejor experiencia que he tenido, porque cada productora tiene su grupo de artistas y hay tarimas en donde ellos hacen show ahí, frente a 2 mil personas. Éramos un grupo de 17 y durante cuatro días teníamos que hacerlo entre nosotros frente a 2 mil personas. Fue una cosa muy bacana porque fue un confinamiento entre nosotros, nos agarran y nos hacen un montón de exámenes para verificar que estábamos limpios y no nos dejaban ver a nadie. Hicimos estos shows y fue fabuloso y me tomaron una de las mejores fotos mías que hay haciendo squirt”, afirmó la exactriz.
La también periodista recordó cuál fue la escena que más odió de su carrera como actriz porno. Fue la peor, comentó, por la falta de química que tenían con su compañero de escena. “Aparte de eso, en medio de la escena empiezo a menstruar. Me toca parar, y en pornografía nos toca ponernos un tapón para poder seguir, y ese tapón frena la menstruación, pero también la lubricación. Entonces estaba súper reseca, con una verga inmensa y con un man que no me gustaba”, contó.
Irónicamente, dice ella, es una de las escenas que más le gusta a la gente que la sigue. “¿Y sabes qué es lo peor? Que a todo el mundo le encanta. Todo el mundo cuando estoy en webcam o cuando hago un directo me pregunta ‘cuéntanos de esa escena, la amamos’. Y yo ‘ay, si supieran que no la amé para nada’. Detesto esa escena, me parece horrible. Fue súper incómodo sentir que nos teníamos que gustar. Ahí le reconozco la labor al actor porque tener una erección cuando yo no le gustaba. Yo al menos no estaba lubricando pero usaba lubricante. Él sí tenía que estar erecto todo el tiempo”, le contó a Santiago.
En medio de su conversación con Alarcón, Amaranta recordó otras situaciones de su vida, entre ellas, la forma en la que fue juzgada por la gente a causa de su trabajo en la industria para adultos.
Los momentos más críticos ocurrieron cuando ella vivía en Cúcuta, lugar en donde nació. También se refirió a la forma en la que hoy en día recibe apoyo. “Me acuerdo de que al principio los vecinos estaban muy incómodos con lo que yo estaba haciendo y le hacían el favor a mi mamá de mostrarle los videos como diciendo ‘mire lo que está haciendo su hija’. Pero ahora las condiciones cambiaron. Ahora llego al barrio y me dicen ‘Hola vecina, la vimos en tal entrevista’”, comentó.
Sobre quienes la critican, a quienes calificó de haters, dijo: “Aprendemos mucho a perfilar a nuestros usuarios y nuestros haters. Cuando recibimos críticas muy fuertes a veces nos ponemos a chismosear perfiles, y encontramos gente que consume pornografía y bastante fuerte. Tienen unas filias y parafilias intensas. Incluso hay chicas que prestan servicios sexuales directos y han tenido encuentros con gente que públicamente nos detestan y tienen posiciones abolicionistas sobre el trabajo sexual y que dicen que hay que acabar con la prostitución, con unos fetiches pesaditos. Uno que está en el medio y normaliza tantas cosas, se puede llegar a sorprender”