En junio de 1983, los seguidores de Supermán se preparaban para disfrutar de una nueva película, pues tras la espera desde 1980 tras el lanzamiento de Supermán II, los amantes de este icónico personaje anhelaban seguir disfrutando de las hazañas del héroe en la pantalla grande.
Lo que llamó la atención en el público fue la aparición de un país como Colombia en una de las escenas más importantes del filme, pues los villanos de la producción querían acabar con esta nación ante la supuesta amenaza mercantil que representaba para ellos.
El director de esta producción fue Richard Lester, quien asumió el reto de avanzar en una película que venía aumentando su acogida por parte de los gustosos del cine; sin embargo, era común ver a Supermán salvando el mundo en las principales metrópolis, resaltando a Nueva York como la más importante al ser la capital financiera de todo el planeta, pero a nadie se le pasó por la cabeza considerar que Clark Kent saldría de Smallville a salvar a Colombia de un desastre cafetero.
Para aquel entonces, Gus Gorman aparece como una persona en búsqueda de trabajo, pero con altos conocimientos, quien con sus avanzados conceptos de computación logra acceder a la famosa compañía de la familia Webster, en donde usa algunas triquiñuelas para aumentar su capital, pues aparentemente no está conforme con su salario y accediendo al sistema de datos de la empresa, aumenta sus ingresos.
Fueron varios meses en los que Gus atenta contra el capital de la empresa, sin embargo, sus corruptas acciones fueron conocidas por la directiva, que finalmente lo pone entre ojos. Tanto Ross, como Vera Webster, los millonarios hermanos dueños de la compañía, se enteran de lo sucedido, pero también obtienen información sobre las virtudes tecnológicas de Gus Gorman, las cuales deciden aprovechar.
El plan malvado para acabar con Colombia
Ross Webster decide llamar a Gus a su oficina, este accede al llamado de manera nerviosa y temerosa, pues sabe que existe la posibilidad de que lo despidan o incluso, lo entreguen a las autoridades, pues aunque no lo pareciera, estaba robando a sus jefes. Webster en este caso, le explica gran parte de sus negocios, resaltando el café como uno de los productos que controla en gran parte del mundo, principalmente en países como Nicaragua, Venezuela, Brasil y Jamaica, sin embargo, Colombia “no quería jugar con él”.
En su petición, Webster le pide a Gus que destruyan hasta el último grano de café que pueda existir en Colombia, teniendo en cuesta que Gus tenía la posibilidad de controlar el clima y en medio de su supuesta inocencia accede a complacer al millonario. La operación se dio tras controlar un satélite con varias coordenadas, las cuales desataron una fuerte tormenta en Colombia y arrasaron con todo a su paso, pues se logró ver cuando el vendaval azotó a toda la población y sus campos de cultivo.
Mientras tanto, en televisión informaban que una tormenta como esa no se había presentado desde los tiempos del Arca de Noé, no obstante los villanos no contaron con la presencia de Superman, quien sobrevoló los cielos y aterrizó en las zonas más afectadas, en donde gracias a su visión de rayos láser alcanzó a controlar las desbordadas aguas que amenazaban con acabar no solo con los cultivos, sino con la vida de millones de colombianos que luchaban ante la fuerza de la naturaleza.
Fue el mismo Gus, el que le informó jocosamente a Webster, ya que se sentía confundido y a la vez sorprendido ante el arribo del ‘hombre de acero’. El millonario se frustró ante la noticia, pues ya tenía en sus planes dominar todo el negocio del café en el mundo.