Hay indignación entre los vecinos del barrio Timiza de la localidad de Kennedy, en el sur de Bogotá, donde la inseguridad no tiene límites. El lunes 19 de junio un ladrón entró a una parroquia del sector, manoseó y atracó a dos mujeres que se encontraban rezando en el oratorio del templo.
El atraco quedó registrado en una cámara de seguridad de la parroquia, que muestra cómo el ladrón entra al lugar y con puñal en mano amenazó a las dos feligreses y se llevó sus pertenencias en menos de un minuto. En su búsqueda de objetos de valor, el delincuente revisó la chaqueta de una de sus víctimas e incluso se percató si los aretes de una de las víctimas eran de oro para llevárselos también.
Según las primeras indagaciones, el delincuente se llevó cerca de $ 300.000 pesos de una de las mujeres que se encontraban en el oratorio. La otra mujer se salvó de ser robada porque fue a la parroquia sin celular ni objetos de valor, justamente cuidándose de la inseguridad de su barrio.
El rostro del criminal quedó plenamente capturado en el video de seguridad y las autoridades difundieron la grabación para que la comunidad ayude a dar con el paradero del ladrón, que no respetó los valores religiosos del catolicismo, que destacan como mandamiento no robar.
La seguridad va de mal en peor
Pese a los múltiples esfuerzos de la Alcaldía de Bogotá y la Policía Nacional, los actos de inseguridad en Bogotá siguen aumentando y en muchos casos la población capitalina ha elegido hacer justicia por mano propia. El pasado lunes 19 de junio, usuarios de Transmilenio detuvieron, desnudaron y golpearon a un hombre sindicado de robar en el sistema de transporte masivo.
Según indican algunas versiones, el presunto delincuente intentó llevarse el teléfono de uno de los pasajeros; sin embargo el robo fue frustrado por los otros usuarios, que maniataron al hombre, lo amarraron de las manos, le quitaron los pantalones y lo golpearon con una tabla.
En otro caso de inseguridad en Bogotá se reportó la muerte de un conductor adscrito a plataformas digitales que fue arrollado por un bus de transporte público, tras ser arrojado de su carro por ladrones en el barrio Las Palmeras de la localidad de Ciudad Bolívar.
Según indicaron las autoridades, la víctima fue identificada como Jesús Ayala quien residía en el barrio el Tunal y salió a laborar en su vehículo como regularmente lo hacía y aceptó un servicio al sur de la ciudad sin saber que allí lo esperaban sus verdugos.
“Él salió de la casa el sábado a las 10 de la noche y asumimos que fue el primer servicio que él cogió porque él trabajaba con aplicaciones con el carro familiar”, dijo la hermana de Jesús Ayala a City TV, medio que decidió ocultar su identidad porque a los delincuentes no les bastó con llevarse el vehículo y matar a l conductor, sino que también realizaron múltiples llamadas extorsivas a los familiares de la víctima.
“Ese chino se tiró de ese carro, la real no sé dónde está, búsquelo en un hospital o algo así, porque si no aparece no sé. Él se tiró del carro, yo solo le pido recompensa por el carro, por nada más”, alegan los delincuentes en una llamada grabada por la familia de Jesús Ayala.
Algo similar ocurrió en la misma localidad de Bogotá el pasado 1° de junio, donde delincuentes intentaron secuestrar a un conductor de plataformas digitales para robar su carro, pero una rápida reacción de sus compañeros frustró el secuestro y el hurto.
En ese caso, los conductores tambien intentaron tomar justicia por mano propia y casi linchan a los delincuentes, de no ser por la intervención de las autoridades, el robo frustrado hubiera terminado en dos homicidios.