Hijo de Pablo Escobar creó un videojuego de realidad virtual para combatir el crimen: “Ser bueno es mejor negocio”

El videojuego de realidad virtual busca utilizar la tecnología como una herramienta para prevenir delitos en los jóvenes

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Desde su salida de Colombia este cambio su identidad.
Desde su salida de Colombia este cambio su identidad.

Sebastián Marroquín es el nombre con el que se le conoce en la actualidad a Juan Pablo Escobar, el hijo mayor del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, quien desde la muerte de su padre se mudó junto a su madre y hermana a Argentina, país en el que cambiaron su identidad para tratar de llevar una vida normal.

En Argentina, Marroquín estudió arquitectura y diseño industrial, sin embargo, luego de varios años se volvió una persona pública tras escribir los libros Pablo Escobar: Mi padre y Pablo Escobar en Gaviria, en los cuales relata temas inéditos de su infancia como el hijo de uno de los mayores capos del mundo. Luego de ello, ha participado en conferencias, charlas y debates sobre el narcotráfico y la violencia en América Latina.

Por fuera de las secuelas que le dejó el mundo del narcotráfico, Sebastián hace parte del proyecto Ser bueno es mejor negocio, en el cual se presentó un videojuego de realidad virtual como herramienta para prevenir delitos en los jóvenes, del cual es uno de los creadores principales.

Aprovechando que la tecnología de realidad virtual permite que los jugadores se introduzcan de una forma más real en el entorno del videojuego, el objetivo principal es fomentar que los jóvenes tomen decisiones correctas en un mundo de acción en el que deben evitar caer en la tentación y los malos consejos de uno de los personajes que es hijo de un narcotraficante.

A través de los que ha sido señalado como una experiencia parecida a estar en una película, el videojuego interactivo busca crear una conciencia reflexiva en los jugadores, para que los jóvenes conozcan las consecuencias negativas de adentrarse en actividades delictivas o cometer crímenes.

El proyecto liderado por Sebastián Marroquín y su equipo representaría los ideales del hijo mayor de Pablo Escobar, quien en más de una oportunidad ha afirmado sentirse arrepentido de las acciones de su padre, por lo que en la mayoría de declaraciones envía mensajes de paz.

¿Qué pasó con la familia de Pablo Escobar tras su muerte?

La esposa y los hijos del narcotraficante se mudaron a Argentina.
La esposa y los hijos del narcotraficante se mudaron a Argentina.

Tras la muerte del narcotraficante el 2 de diciembre de 1993, la reacción más recordada por los colombianos fue la de su hijo Juan Pablo Escobar (hoy Sebastián Marroquín), quien al enterarse de que su padre había sido dado de baja en un operativo de las Fuerzas Armadas afirmó que mataría a todos los que habían participado de la misión.

Sin embargo, unas horas más adelante este fue entrevistado por QAP, afirmando que sus palabras habían sido producto de la ira y la tristeza que le generó conocer que su padre había sido asesinado, por lo que ofreció disculpas públicas y señaló que no intentaría vengar la muerte de Pablo Escobar.

“Quiero pedir disculpas a la opinión pública y a los televidentes por las frases que lancé desesperadamente ante la muerte de nuestro querido padre. Quiero que quede claro que no vengaré la muerte de mi padre. Lo único que me preocupa es el futuro de mi sufrida familia”, dijo en su momento.

Además de Sebastián Marroquín, una persona reconocida por los colombianos debido a los libros que escribió respecto a la vida de su padre, está Manuela Escobar, hija menor de Pablo Escobar, quien también cambió su nombre por el de Juana Manuela Marroquín, pero se conocen pocos detalles de su vida, ya que prefirió mantener un perfil bajo.

En cuanto a Victoria Eugenia Henao, esposa del narcotraficante, la mujer escribió el libro Pablo Escobar: Mi vida y mi cárcel, en el cual relata momentos inéditos de su relación con el narcotraficante, además de revelar que tuvo que entablar una negociación con los principales narcos de Colombia en los 90 para que estos perdonaran su vida y la de sus hijos. Al igual que Sebastián y Juana, Victoria cambió su nombre por el de María Isabel Santos Caballero.

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