Nilla Fischer, exjugadora sueca de fútbol, encendió las alarmas de presuntos actos denigrantes y humillantes en contra suya y de otras colegas, por parte de la FIFA, en la Copa Mundial de Fútbol del año 2011, aquella que se desarrolló en Alemania. En su libro autobiográfico, Jag sa inte ens hälften, (No dije ni la mitad, en español), reveló que fue obligada a mostrar sus genitales a los organizadores del certamen para demostrar que era mujer.
“Cuando me enteré de la sorprendente exigencia, eché humo. En medio de un Mundial, los peces gordos de la FIFA querían que mostráramos nuestros genitales. Nos informaron que en los próximos días no debíamos afeitarnos ‘allí abajo’ y que luego se lo enseñaríamos al médico. Nadie lo entendía, pero hacíamos lo que nos pedían y nos preguntábamos, ¿qué está pasando? (...) Entiendo lo que tengo que hacer y rápidamente me bajo los pantalones de entrenamiento y la ropa interior al mismo tiempo (...) El fisio asiente y dice ‘sí’ y luego mira al médico que está de espaldas a la puerta. Toma nota y avanza por el pasillo para llamar a la puerta de al lado”, se lee en uno de los fragmentos de su publicación.
“La forma en la que se hizo fue excesiva. Creo que fue por eso que ninguna de las jugadoras lo ha contado hasta ahora. Nos dimos cuenta de que solo se hablaría de eso. Como escribo en el libro, no fue nada agradable (...) Nadie quiere poner en peligro la oportunidad de jugar en una Copa del Mundo. Solo tenemos que hacer esta mierda sin importar cuán enfermo y humillante se sienta”, añadió.
El argumento de la Federación, en su momento, para someter a las jugadoras a estos tratos, era que querían descartar que hubiera hombres haciéndose pasar como mujeres para poder jugar. Por aquellos días, supuestamente, había jugadores masculinos en la selección femenina de Guinea Ecuatorial.
El entonces médico de la selección femenina sueca, Mats Börjesson, aseguró, en una conversación con el diario Aftonbladet que, en efecto, eso había ocurrido, pero que nunca hubo una mala intención. “La FIFA no hace estas cosas con mala fe. El deporte ha tratado de hacer justicia con las chicas, para que no sea necesario entrenarte toda una vida y entonces te encuentres con algo que es una ventaja absurda”, argumentó.
Mujeres en el fútbol
De acuerdo con un reporte de la FIFA, publicado en enero del año en curso, ‘el fútbol femenino crece imparable’. Teniendo como referencia lo ocurrido durante el 2022, el número de traspasos internacionales se duplicó desde el año 2018. “La cantidad de clubes activos en transferencias internacionales ascendió de 410 en 2021 a 500, lo que implica un incremento del 22%”.
Emilio García Silvero, director de la División de Servicios Jurídicos y Cumplimiento de la FIFA, aseguró: “esto pone de manifiesto los enormes pasos que se han dado desde que cada vez más jugadoras se tornan profesionales. En 2022, se efectuaron 1.555 traspasos internacionales, es decir, un aumento del 19.3 % con respecto al año anterior, mientras que vimos una nueva cifra récord de federaciones involucradas en traspasos, con un total de 119″.
Este año, por primera vez, la FIFA garantizará la entrega de premios económicos a las jugadoras que hagan presencia en Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Cada jugadora que quede campeona será acreedora de 250.000 euros. La selección que quede en primer lugar se llevará un premio de 4 millones de euros. La Federación, para este torneo, dispondrá de una inversión de 141 millones de euros, es decir, el triple de lo que se invirtió en el año 2019.
Según la FIFA, está será la edición del torneo ‘más igualitaria de la historia’. “El salario medio de una futbolista profesional es de aproximadamente 14.000 dólares, por lo que los importes reservados para este innovador modelo de distribución redundarán positivamente en la vida y carrera profesional de cada una de estas jugadoras. Además, las federaciones miembros también percibirán cantidades históricas en función de su rendimiento en la competición, que podrán reinvertir en el fútbol de su país y que estamos seguros de que contribuirán a seguir impulsando el desarrollo del fútbol femenino”, enfatizó Gianni Infantino, presidente de la FIFA.