El fútbol colombiano y el narcotráfico estuvieron ligados en los años 80 y 90; por medio de terceros los mayores capos del país invirtieron su dinero en los principales clubes históricos del país, siendo Pablo Escobar con Atlético Nacional, Gonzalo Rodríguez Gacha con Millonarios y los hermanos Rodríguez Orejuela con América de Cali, los casos más conocidos.
La llegada del narcotráfico al fútbol profesional en Colombia se registró como un escenario alternativo dentro de la guerra egocéntrica de los capos; ya que, por fuera de las propiedades y lujos, estos priorizaban que su equipo de fútbol tuviera la mejor plantilla y con ello poder lograr títulos que de cierta forma representaban cuál era el capo más importante.
A pesar de que varios árbitros denunciaron haber recibido extorsiones del narcotráfico, nunca se pudo comprobar que algún partido en Colombia hubiera sido amañado, por lo que la verdadera incidencia de los capos estaba en las sumas que invertían para contratar a figuras en sus equipos, lo que desencadeno en que, desde 1981 y hasta 1992, los campeones del fútbol colombiano fueron estos tres clubes.
Durante los años 80, varios clubes en Colombia tenían en sus filas a relevantes figuras no solo del rentado nacional, sino también de Sudamérica, lo que logró que América de Cali, Atlético Nacional y Millonarios se convirtieran en equipos fijos en las fases finales de la Copa Libertadores, el objetivo principal de los narcos que a la postre solo terminó consiguiendo Pablo Escobar.
Nacional campeón de la Copa Libertadores de 1989
La Copa Libertadores de 1989 tuvo como representantes colombianos a Millonarios y Atlético Nacional, clubes que compartieron el grupo 3 junto a Deportivo Quito y Emelec de Ecuador, allí los equipos cafeteros comandaron el grupo con el Embajador que terminó líder con 10 unidades seguido del elenco paisa con 7 puntos.
En octavos de final, Nacional derrotó a Bolívar de Bolivia desde el punto penal tras igualar en el global 3-3, mientras Millonarios avanzó eliminando a Racing de Avellaneda 3-2. Con esto, los clubes colombianos tuvieron que reencontrarse en los cuartos de final por un cupo a la semifinal y con ello estar un paso más cerca de ser el primer equipo del país en ganar una Copa Libertadores.
Millonarios y Nacional eran los máximos favoritos a quedarse con el título internacional; el club bogotano tenía en sus filas a Sergio Goycochea, arquero argentino que brilló con sus atajadas en el mundial de Italia 1990; por su parte Nacional tenía en sus filas a la base de la Selección Colombia, por lo que el equipo verde era reconocido por su lema de los puros criollos.
En 1987 y 1988, el campeón del fútbol colombiano había sido Millonarios de la mano de Luis Augusto El Chiqui García, ambos torneos con múltiples escándalos arbitrales en algunos partidos, por lo que años después Jorge Luis Pinto inició un proceso legal en el que señaló la entrada de dinero a jugadores y árbitros durante esos torneos, acusaciones que no terminaron en nada.
Es por ello que la serie entre Nacional y Millonarios, además de la expectativa deportiva generó un morbo externo en Colombia por la presencia bajo la mesa de Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha, el líder y uno de los principales miembros del cartel de Medellín, por lo que en la previa se especuló con la posibilidad de que un partido de fútbol pudiera romper la sociedad entre los capos.
En la ida Nacional derrotó 1-0 a Millonarios en Medellín, mientras en el partido de vuelta todo terminó 1-1 con tanto de Carlos La Gambeta Estrada para el club capitalino y John Jairo Tréllez para el equipo paisa, pero la polémica de este partido se dio en una jugada en la que Arnoldo Iguarán, delantero del Embajador, terminó cayendo en el área tras un choque con el arquero René Higuita, sin embargo, el árbitro del partido no sancionó penal.
Finalmente, Atlético Nacional avanzó de ronda y terminó siendo campeón de la Copa Libertadores tras derrotar a Danubio en Semifinales y a Olimpia en la final que curiosamente se jugó en Bogotá. Es por ello que por muchos años los fanáticos de Millonarios y del fútbol en general señalaron que el dinero de Escobar pudo más que las influencias de Gacha, afirmando que la decisión del árbitro podría haber sido condicionada.
1989, el año sin campeón en Colombia
Además de ser el año en el que un equipo del fútbol colombiano se consagró por primera vez en la Copa Libertadores, 1989 también es el año en el que el fútbol colombiano no tuvo campeón por culpa del narcotráfico.
A pesar de que ese año un árbitro había sido secuestrado durante 24 horas, y al volver había señalado que quienes lo retuvieron le pidieron enviar un mensaje a los demás colegiados de que quien no pitará bien sería asesinado, el torneo colombiano continuó jugándose. No fue sino hasta el 15 de noviembre que el juez de fútbol, Álvaro Ortega fue asesinado tras dirigir un partido entre Independiente Medellín y América de Cali en Antioquia.
De acuerdo con Popeye, la muerte de Ortega fue ordenada por Pablo Escobar como represalia de un partido entre estos mismos equipos el 26 de octubre, en el que América derrotó 3-2 al Poderoso, pero en el que el árbitro anuló un gol al club antioqueño sobre la hora.
El 22 de noviembre, Dimayor decidió cancelar el campeonato colombiano por motivos de seguridad; ningún equipo se consagró campeón y salvo Nacional como campeón vigente, ningún otro club representó a Colombia en la Copa Libertadores. Ese mismo año fue asesinado Gonzalo Rodríguez Gacha el 15 de diciembre, después de ello, Millonarios estuvo varios años en una crisis económica.