En Colombia, como probablemente ha ocurrido en la mayoría de los países con honda tradición militar, los caballos han asumido un rol central en la historia del país. De niños nos contaban la historia de Simón Bolívar y su corcel, Palomo, y no son pocos los lienzos y las estatuas que recrean a los líderes de la independencia montados en su caballo.
No obstante, W Radio emitió este sábado 17 de junio la historia de un caballo que, lejos de ser grandilocuente y glamorosa, podría terminar en la confirmación de que un alto general incurrió en el delito de peculado.
En este orden de ideas, lo que la emisora ya citada estableció, fue que al Ejército Nacional llegó una denuncia en contra del general Álvaro Vicente Pérez Durán, segundo comandante de la institución, por presunto delito de peculado. Pero, ¿en qué instancia o cómo hizo un uso indebido de los bienes puestos bajo administración estatal?
La denuncia
Al parecer, sostuvo la investigación, el general estaría utilizando las instalaciones de la Escuela de Caballería para sostener a su caballo, frente al cual, indicó una fuente anónima citada por La W, él no paga un solo centavo.
En otras palabras, de confirmarse, serían las arcas del Estado las que estarían sosteniéndole el gusto de tener un hermoso equino que, de acuerdo con las redes sociales del general, es uno de sus más grandes orgullos. De hecho, en una publicación del 3 de enero en el estado de una de sus redes sociales se lee: “Se siente dichoso”, acompañado de una fotografía en la que se le ve montando el caballo.
“Indignante que el segundo comandante del Ejército, el general Álvaro Pérez Durán sea un corrupto que comete delito de peculado porque tiene un caballo de su propiedad que lo mantiene la Escuela de Equitación del Ejército, este general no paga un peso en su caballo porque todo se lo pone la institución”, citó La W Radio a una de las fuentes a su vez citadas en la denuncia escrita.
El denunciante en el documento, además, insistió a las Fuerzas Militares de Colombia a que abran una indagación preliminar contra el funcionario, así como contra el director de la Escuela de Caballería, por haber prestado las instalaciones de la institución, a una necesidad de la órbita personal de un oficial que nada tiene que ver con la misionalidad del ejército.
Que “este caso no quede en la impunidad y sea investigado porque son hechos que manchan el buen nombre de los soldados. Todo es acolitado por el director de la escuela, que permite que suceda esto”, añadió el denunciante en la exposición de motivos de la denuncia.
Una vez conocidos estos hechos, otras fuentes también citadas por La W, refirieron que esta es una denuncia a la cual el Ministerio de Defensa Nacional ya le puso la lupa encima, pues le ordenó a las Fuerzas Militares a que se adelante una inspección para aclarar lo ocurrido con el general.
En este orden de ideas vale tener en cuenta que, desde el Ejército, señalaron algunas fuentes, “la denuncia llegó por PQR y por la antigüedad del general, la inspección de las Fuerzas Militares ya adelanta una indagación preliminar a fin de corroborar la información o desvirtuarla”.
Y ¡ojo!, estas fuentes a todos los ojos anónimas, también indicaron a manera de antecedentes que, sobre Álvaro Vicente Pérez Durán, hay varias quejas por parte de algunos oficiales y suboficiales sobre un presunto exceso a la hora de definir los nuevos traslados de uniformados a diferentes zonas del país.
La W, por último, trató de comunicarse con el general que fue denunciado por estos hechos, pero no respondió a ninguno de los llamados de este medio de comunicación.