El que creía que había finalizado el escándalo por las “chuzadas”, luego de la salida de Laura Sarabia y Armando Benedetti del Gobierno de Colombia, estaba equivocado. Nuevas graves aristas se desprendieron de este caso que incluye a un policía muerto, otra vez miles de millones de pesos embolatados, y un sinfín de interrogantes que las autoridades nacionales investigan.
Después de que Infobae hizo una cronología de cómo Marelbys Meza, exniñera del hijo de Laura Sarabia (pasada jefa de despacho de la Presidencia), ocasionó el mayor escándalo del gobierno de Gustavo Petro, se sumaron otros hechos que causaron que líderes opositores, inclusive, pidieran la renuncia del presidente de la República.
La maleta con varios millones que se le perdió a la que se consideraba la mano derecha del jefe de Estado sigue retumbando en toda la esfera nacional, no solo porque sigue sin conocerse la suma exacta que le fue hurtada de su casa, sino también porque a raíz de ese suceso, un policía adscrito en la Casa de Nariño fue hallado muerto en extrañas circunstancias.
El occiso
El pasado 9 de junio, el teniente coronel de la Policía Nacional Óscar Dávila, quien hacía parte del equipo de seguridad del palacio presidencial, fue encontrado sin vida al interior de un carro, en el occidente de Bogotá, en el barrio Quinta Paredes, al frente del conjunto residencial en el que vivía.
Aunque el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses no ha dictaminado cómo fue que el uniformado murió, algunas versiones indican que se suicidó.
Esa hipótesis fue respaldada por el mismo presidente Petro, su ministro de Defensa, Iván Velásquez, y por el abogado Miguel Ángel del Río, que además de ser cercano al Gobierno nacional, iba a representar a Dávila en las eventuales investigaciones que enfrentaría por la plata de Laura Sarabia. No se logró.
Días antes de su muerte, el policía aseguró que se sentía presionado por funcionarios de la Fiscalía General de la Nación. Esa situación, de acuerdo a Del Río, lo llevaron a tomar la decisión de dispararse con una pistola al interior del carro oficial. No se ha comprobado nada.
Por ese hecho, el ente acusador colombiano citó a declaratoria a Sarabia, al abogado del Río y a otros integrantes del equipo de seguridad del presidente colombiano. El litigante aseguró que no asistiría al bunker de la Fiscalía a rendir testimonio porque su relación con Óscar Dávila era netamente laboral. Por ahora, la Fiscalía no se ha pronunciado al respecto. Sin embargo, esto desprendió otros polémicos hechos.
El dinero de la discordia
Desde que se conoció que a Laura Sarabia se le perdió el dinero de su casa, a finales de enero de este año, se sembraron múltiples dudas de cuánto era. En primera instancia, la joven politóloga denunció que, de su propio hogar, le robaron un maletín con 7 mil dólares (unos 31 millones de pesos colombianos).
Luego, Marelbys Meza, la exniñera de su hijo, aseguró que la Policía la acusó, sin pruebas, de haberle robado 150 millones de pesos colombianos a la entonces jefa de despacho del Gobierno.
Posteriormente, la Fiscalía de Colombia abrió una investigación, desmintió a la Policía sobre la suma exacta, y reveló que fueron 4.000 dólares los que se le perdieron a Laura Sarabia.
Después de todas estas versiones, aún siguen existiendo dudas de cuánto era lo que, en realidad, le robaron a la hoy exfuncionaria, a quien Gustavo Petro despidió del Gobierno tras confirmarse que la Dijín de la Policía interceptó, de manera ilegal, a Marelbys Meza.
¿La plata era de Petro?
Otra de las polémicas aristas de este caso involucran al también despedido embajador de Colombia en Venezuela Armando Benedetti. El exsenador no solo dijo en polémicos audios filtrados que a la campaña de Gustavo Petro en 2022 habrían entrado unos 15 mil millones de pesos, de dudosa procedencia, sino que también usó palabras de grueso calibre como “hijueputa” para referirse tanto al presidente como a Laura Sarabia.
Ese hecho generó denuncias contra el jefe de Estado en la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes y múltiples cuestionamientos de líderes opositores como Federico Gutiérrez, María Fernanda Cabal y Miguel Polo Polo, que han exigido que Petro renuncie a su cargo.
Sin embargo, a las declaraciones de Armando Benedetti se sumó otro gravísimo hecho: el miércoles 14 de junio, la revista Semana publicó una declaración de un testigo que habría hablado con el coronel Óscar Dávila. El sujeto, cuya identidad no fue revelada, sembró nuevas dudas de cuánta plata se le perdió a Sarabia.
De acuerdo a lo expuesto por ese medio, dirigido por la periodista Vicky Dávila, Sarabia no tenía ni 31, ni 150 millones. Habrían sido 3 mil millones de pesos, distribuidos en cinco maletas, que supuestamente le pertenecían al presidente de Colombia.
El jefe de Estado y Sarabia respondieron
Ese hecho, de nuevo, generó otro durísimo escándalo en el país y ocasionó que el primer mandatario emitiera un comunicado, desde Alemania, donde desmentía que tuviera esa gruesa suma de dinero guardada en la casa de Laura Sarabia.
En su pronunciamiento, de dos páginas, Petro deslegitimó las denuncias de Semana, dio a entender que tenía una excelente relación con la familia Gilinski, propietaria de esa revista, y aseguró que en su nutrida carrera política, jamás había estado tan cerca a 3 mil millones de pesos.
Su exjefa de despacho, que es investigada por la Fiscalía y la Procuraduría por todos los hechos polémicos que hoy la envuelven, también se pronunció en sus redes sociales e, igualmente, desmintió haber tenido todos esos millones. Sin embargo, no desmintió que el dinero que tenía en su casa le perteneciera al presidente.
“Frente a las recientes publicaciones de Revista Semana me permito aclarar que jamás en mi vida he recibido, en ninguna calidad ni por ninguna persona, tal cantidad de dinero. Nunca he visto una cifra ni siquiera cercana. Cada vez es más evidente que esa clase de afirmaciones, más allá de dañar mi nombre, tienen como propósito atacar la honorabilidad del Presidente de la República Gustavo Petro Urrego y la confianza en el gobierno nacional”, comienza el comunicado de tres párrafos de la ex asesora presidencial.
Por ahora, el panorama político en Colombia sigue inundado de voces a favor y en contra de este hecho. Mientras que los aliados del jefe de Estado califican de “cuento chimbo” estas acusaciones, y usan memes para desprestigiar al citado medio, algunos líderes de la derecha colombiana exigen respuestas incluyendo la vacancia de Gustavo Petro en la Presidencia de la República.