Para la próxima semana, la Fiscalía General de la Nación revelaría los resultados de los exámenes forenses que le realizaron al coronel Óscar Dávila quien fue hallado muerto en su vehículo el pasado 9 de junio en el barrio Quinta Paredes, según informaron en la emisora La W Radio, pero mientras se establecen las causas del deceso, en la noche del miércoles 14 de junio, la revista Semana logró una entrevista exclusiva con un supuesto nuevo testigo, cuya identidad está bajo reserva, que entregó nuevas revelaciones acerca del escándalo que involucra a Laura Sarabia, exjefe de Gabinete del presidente, Gustavo Petro.
Esta persona sostuvo que fue de las últimas que tuvo contacto con el fallecido oficial, e hizo más señalamientos acerca de las presuntas irregularidades que se cometieron en la Presidencia de la República por el robo de una importante suma de dinero en la casa de Sarabia. Lo más comprometedor es que el rubro era de 3.000 millones de pesos que supuestamente pertenecían al mismo jefe de Estado.
En sus declaraciones dejó entrever que Dávila sí se suicidó porque temía que le cayera toda la responsabilidad de la manera en que se manejó el tema del hurto en la casa de Sarabia, donde Marelbys Meza, exniñera de la entonces funcionaria, era la principal sospechosa, por lo que la sometieron a una prueba de polígrafo e interceptaron ilegalmente su línea telefónica.
“Dávila me dijo que Petro mandó a Laura a guardarle la plata en el apartamento, ese dinero se perdió, entonces necesitaban que apareciera antes de tener que informarle al presidente que se había perdido”, fue unas de las declaraciones del nuevo testigo.
La situación llevó, según esa persona, a que en el esquema de seguridad de la Presidencia de la República buscaran recuperar el supuesto millonario rubro a como diera lugar, lo que los llevó a cometer varios hechos en contra del debido proceso que normalmente debe darse en un caso de hurto y en lo que se vio implicado Dávila.
“A él (el coronel Dávila) lo contacta el coronel (Carlos) Feria (jefe de Casa Militar de la Presidencia) porque, cuando se sabe lo del monto del dinero, Laura (Sarabia) llama a Feria, y Feria contacta a Óscar (Dávila) y él empieza a hacer todas las actividades”, citaron en Semana del nuevo testimonio.
En ese momento, al parecer, fue cuando realizaron las pruebas de polígrafo a una teniente del esquema de seguridad que negó toda responsabilidad en el hecho y los llevó a enfocarse en la exniñera.
“Ahí ya dicen que la empleada es la culpable, lo que él (Dávila) nos dice es que de eso se recuperaron 268 millones de pesos. Y los entrega el esposo o la pareja permanente o el compañero de la empleada del servicio. A él lo cogen en el ámbito de la Policía, dice que lo levantan, lo aprietan, todo eso, y él entrega ese dinero”, destacaron del relato.
Sin embargo, el embrollo comenzó a empeorar en ese momento, porque según esa persona fue cuando le realizaron la prueba de polígrafo a Meza, que si bien accedió voluntariamente a realizarla, se hizo con recursos públicos y con una persona que no era una funcionaria oficial.
Al parecer, de acuerdo con estas revelaciones, Dávila comenzó a verse más enlodado porque comenzó a conocer más detalles sobre el hecho.
“La angustia que él tenía era que ya se estaban empezando a saber cositas y todo iba a empezar a desencadenarse directamente sobre él. Finalmente el que realizó la mayoría de las cosas fue él, pero a él no lo contactaron directamente, lo contacta el coronel Feria”, agregó.
Posteriormente se realizaron las interceptaciones a la exniñera y a otra de las empleadas de Sarabia, pero el testigo indicó que se lograron engañando a un oficial encargado de este tipo de operaciones en la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) de la Policía.
“Dávila decide hacer una copia espejo del celular (de Marelbys) y le pide un favor al mayor John Jairo López Tolosa, en la Dijín, para que intercepte esos números (el de Marelbys y el de Fabiola)”, afirmó en la revista.
Luego de que López se enterara de la irregularidad, le hizo el reclamo al fallecido oficial y éste le habría dado 20 millones de pesos para que pagara un abogado para su defensa.
Finalmente, el testigo de Semana aseguró que el coronel Feria le pidió a Dávila que contratara como su apoderado a Miguel Ángel del Río.
“A él (a Dávila) le dicen que en algún momento lo tendrán que llamar y que su abogado tiene que ser Del Río. Esa instrucción se la dio el coronel Feria. ¿Y quién manda a Feria? Pues, por obvias razones, el presidente Petro”, añadió.
A toda esta presión a Dávila se sumó la llamada que le hizo la periodista de la revista Cambio Silvia Charry, porque ese número era personal y solo lo conocían algunas personas, entre ellas el jurista, lo que lo llevó a desconfiar de él.
“Incluso él mencionó que hasta se le había pasado por la cabeza suicidarse, él estaba angustiado porque todo se cerró hacia él, y no tenía una válvula de escape. Varias personas le dijimos que lo peor era tener ese abogado (Del Río), el mismo de los patrulleros que chuzaron a la niñera, le hicimos énfasis en que tener el abogado que tiene relación con Petro lo iba a vincular mucho más rápido. De hecho, contactamos a otro”, agregó.