Líderes indígenas denuncian la caza de un venado en la Sierra Nevada de Santa Marta

Al parecer, cazadores furtivos han estado atentando contra estos animales protegidos

Denuncian la caza de un venado en la Sierra Nevada de Santa Marta. Twitter: @GunnaChaparro

El martes 13 de junio, la activista y líder indígena arhuaca, Gunna Chaparro, denunció a través de sus redes sociales la caza ilegal de un venado, en el corazón de la Sierra Nevada de Santa Marta. De acuerdo con su testimonio, el hecho ocurrió el domingo 11 de junio.

“Pese a que merece una denuncia, también amerita sensibilización a la población. No podemos tolerar la cacería de estos animales en vía de extinción en nuestro territorio”, señaló Chaparro, en su cuenta de Twitter.
Gunna Chaparro en Twitter @GunnaChaparro

La líder indígena manifestó su rechazo ante esta situación, debido a que estos animales son sagrados para su comunidad, teniendo en cuenta que sus apariciones en la zona son muy raras. El hallazgo del cuerpo sin vida del animal, alerta sobre la concurrencia de un grupo de cazadores furtivos que tiene en riesgo a la fauna del ecosistema.

Según Gunna, mientras se encontraba caminando por los parajes, unos sujetos le habrían ofrecido la carne de venado, y aunque ella expresó su negativa, finalmente minutos después confirmó que se trataba de un ofrecimiento real, al ver el cuerpo inerte del animal.

“Nos enteramos porque uno de los cazadores le ofreció este venado a un miembro de la comunidad. Estos animales no se ven en la sierra, ya están en extinción. Son sagrados, intocables para nosotros. No se debe tolerar este tipo de prácticas y más con estos animales. Es un llamado de sensibilización, esto es algo que se debe tomar muy en serio”, expresó activista en entrevista con Caracol Radio.

Fue así que, Gunna Chaparro y Alex Pinzón, líder social y presidente de Asocomunales, solicitaron a la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag), la Policía Ambiental, Ministerio de Ambiente ser garantes y guardianes de la fauna y flora y además pidieron que se refuercen las campañas de cuidado de las especies que habita en la Sierra Nevada de Santa Marta.

“Para nosotros es una tristeza inmensa porque hemos luchado para salvaguardar a nuestros animales en vía de extinción. Tenemos la lucha de salvaguardar el territorio. Hemos hecho reuniones con las juntas de acción comunal para organizar programas y capacitaciones enfocadas en crear asociaciones de animales en vías de extinción como la guartinaja, el leopardo, entre otros. Es increíble que todavía existan personas inconscientes de la importancia de estos animales”, aseguró Pinzón al medio anteriormente citado.

Por su parte, Johan Montero, líder del sector de Mingueo, confirmó esta situación e instó a las autoridades ambientales a tomar cartas en el asunto: “La cacería lo han tomado como negocio, la carne lo ven como algo exótico, pues poco se ve en el mercado. El venado cumple una función en el planeta” aseguró.

Johan Montero, líder del sector de Mingueo, confirmó esta situación e instó a las autoridades ambientales a tomar cartas en el asunto. Facebook: Gunna Chaparro

Sobre el venado colablanca

De acuerdo con el portal Animal Bank, el venado colablanca se encuentra en páramos, sabanas y bosques. Preferencialmente, habita zonas abiertas que presentan un mosaico de vegetación con diferentes estratos (razante, herbáceo, arbustivo y arbóreo) y siempre cercano a cursos de agua. Asimismo, tiene una alta capacidad de tolerar ambientes intervenidos por la actividad humana.

Su rango de acción es altamente variable, lo cual depende principalmente de factores ambientales como el clima y varía conforme al sexo y la edad. Puede reducir sus actividades bajo presión de la actividad humana y la cacería.

La fuerte presión de caza y la transformación drástica de su hábitat ha eliminado sus poblaciones de la sabana de Bogotá y algunos páramos circundantes como el de cruz verde y el páramo de Guerrero. Se encuentra posiblemente extinto o con poblaciones muy reducidas en el Nevado del Huila y el Nevado de Puracé, en los Andes de Nariño y en el Alto Cauca, Valle del Dagua, en la Sierra Nevada de Santa Marta y en varios sectores de la Orinoquía.