La asombrosa historia del colombiano que intentó 25 escapes de 16 cárceles y ahora practica “parkour” en España

Jorge Gallego terminó en la cárcel por un error de la justicia colombiana, por lo que tuvo que mejorar algunas habilidades que había aprendido en el curso de fuerzas especiales cuando estuvo en la Policía

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El colombiano Jorge Gallego pasó de cumplir su condena en las cárceles de Colombia a practicar parkour en España. Crédito: Shifer / YouTube
El colombiano Jorge Gallego pasó de cumplir su condena en las cárceles de Colombia a practicar parkour en España. Crédito: Shifer / YouTube

Jorge Iván Gallego Marín fue un policía que hizo parte del grupo especial dedicado a la captura de Pablo Escobar, pero que por cosas de la vida terminó pagando 35 años de prisión en varias cárceles de Colombia y ahora se encuentra radicado en España, lo que lo ha llevado a, entre otros, practicar parkour, un deporte que, aunque no lo conocía mientras estaba en la cárcel, fue de gran ayuda en sus 25 intentos de escape de 16 cárceles del país.

Sobre su pasado, Jorge Gallego explicó que estuvo en “16 cárceles de Colombia, 25 intentos de escape, fui policía del Bloque de Búsqueda contra Pablo Escobar y fui condenado sin prueba a 35 años, pagué 10 y de todas me fugaba”.

Gallego también comentó que terminó en prisión por un error que cometió cuando unos asaltantes intentaron robarle su moto y él los amenazó, lo que llevó a las autoridades a sospechar de su posible culpabilidad cuando, semanas después, los delincuentes aparecieron muertos.

“Unos muchachos me cogieron a cuchillo por robarme una moto y yo me desesperé, yo recojo mi moto y digo: ‘Mi nombre es Jorge Iván Gallego Marín y estos manes hasta hoy vivieron porque les voy a pegar la mamá de las matadas’. A los 20 días los matan, año y medio después me cogen preso y me condenan sin prueba a 35 años”.

En sus intentos de escapar de las cárceles en las que tuvo que pagar su condena, Jorge Gallego utilizaba las técnicas que había aprendido en su entrenamiento como policía en el curso de fuerzas especiales para escalar muros o saltar tapias, lo que con el tiempo, entendería que se trataba de un deporte llamado parkour.

“Prácticamente, eran intentos porque no atentaba contra la vida de nadie, solamente lo hacía de escape haciendo parkour. Yo no conocía el término parkour hasta después de que la gente que conocía del tema decía: ‘Pero es que usted hace parkour’ y yo les decía: ‘Yo entreno’”, dijo.

La relación de Gallego con el parkour la dio a conocer el creador de contenido español Antonio Mojonero, conocido en el mundo del deporte y de internet como Shifer, que a través de su canal de YouTube, comparte videos practicando la actividad y dándola a conocer, por eso le llamó la atención lo que Jorge Gallego tuvo que vivir y cómo, hoy en día, ha unido su pasado con el parkour.

“Jorge ha venido a España, bueno se está moviendo por todo el mundo, y lo que nos quiere transmitir es unos valores y un punto de vista que no todo el mundo tiene muy presente, pero al final lo que él quiere es escapar del victimismo y no estar justificando el porqué me ha pasado esto a mí, sino luchar contra tu destino y luchar contra lo que tú quieres conseguir”, comentó el creador de contenido español.

Gracias a su agilidad con el parkour, Jorge Gallego pudo escapar de una de las cárceles escalando un muro de 10 metros por dentro y 7 metros por fuera que tenía púas en la parte superior, todo gracias a un movimiento que años después entendería que se llamaba el paso del vago.

Pero, entre sus varios intentos de escapar de prisión, Gallego no solo utilizó las técnicas de parkour, pues en una oportunidad tuvo que bajar 18 kilos para poder meterse en una maleta, lo que lo llevó a practicar por varias semanas técnicas de respiración y concentración para poder llevar a cabo su idea.

“Yo bajo 18 kilos en 25 días para volarme dentro de una maleta. Yo en las noches me amarraba una bolsa plástica en la cabeza y con un alfiler le hacía huequitos para aprender a respirar y me colocaba cinco cobijas de lana por encima para controlar el calor y me amarraba las piernas con sábanas para controlar los calambres”.

El problema estuvo en que una persona se dio cuenta que la maleta estaba muy pesada, por lo que cuando la revisaron lo encontraron y le frustraron su intento, uno más que quedó como anécdota de las capacidades del expolicía.

“Hay un chivo que va y dice: ‘Es que va una maleta muy pesada’, ya íbamos en la última puerta, la atrapan y le dicen que abra la maleta, ella no la abre, ellos la abren y cuando me tocan la cabeza dicen: ‘Aquí va un man’ y ahí es donde me pillan”.

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