Fuertes disturbios se vivieron en Ibagué por cuenta de una protesta del Movimiento de Autoridades Indígenas del Suroccidente, AISO, que pasaron de un plantón a intentar ingresar a las instalaciones de la Gobernación del Tolima. El altercado resultó con varias personas heridas y una serie de acuerdos.
Según señalaron los voceros, desarrollaron la manifestación con el fin de oponerse a la explotación minera que afecta a los ríos y zonas de su territorio indígena. “En el marco de la asamblea permanente en día de hoy llegamos a la capital de Tolima con la fuerza de la gente en defensa de los ríos secuestrados, en contra de las mineras y petroleras y de las represas que vienen acabando con la vida y con los derechos de la madre tierra”, señalaron a través de redes sociales.
Sin embargo, a medida que avanzaba el día y no recibían respuestas concretas por parte de la administración departamental, se caldearon los ánimos. Un grupo de indígenas tumbó las vallas que protegían el edificio de la Gobernación e intentaron ingresar a las instalaciones.
El hecho hizo necesaria la presencia de la Policía Nacional junto con miembros de la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden. También se hicieron acciones para dispersar los disturbios, lo que produjo forcejeos que dejaron al menos ocho policías heridos y una mujer indígena.
“Desafortunadamente en esa irrupción un poco abrupta de las autoridades indígenas resultaron miembros de la policía heridos, así como una señora perteneciente a las autoridades indígenas. Todos fueron atendidos y están fuera de peligro”, informó el secretario del Interior Javier Triana.
La Secretaría de Salud informó que identificaron en las EPS de la ciudad ocho uniformados, siete hombres y una mujer, que fueron atendidos. Habían resultado heridos por golpes con palos e incluso dos de ellos tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente en las manos.
El secretario Triana fue el que trató de mediar la situación e incluso generó reclamos de las comunidades por demorarse cinco minutos de la hora pactada para instalar la mesa de diálogos. En esta, las comunidades expusieron siete puntos sobre los que, según informó la Gobernación, se lograron acuerdos.
“En relación al Programa de Alimentación Escolar, PAE, se adelantará una mesa de trabajo para evaluar la posibilidad de que se avance en la contratación directa con las comunidades indígenas con todos los requerimientos legales que exige la ley. Asimismo, se tiene prevista una visita al territorio y una mesa de trabajo para la verificación de las afectaciones ambientales y tomar las acciones pertinentes para la protección del medioambiente, concertado entre las partes”, informó la Gobernación.
Uno de los voceros de AISO expresó durante la mesa de diálogo la molestia por el incidente. “No fue una atención cordial como nosotros la pensábamos. Desde luego seguimos mirando que la fuerza pública sigue defendiendo acciones. Que la fuerza pública se cerciore, mire que nosotros somos colombianos, hemos sido desconocidos desde muchos años. Muy comedidamente queremos solicitarles que esto no sea simplemente un acto más”, sostuvo.
Según dijo las acciones han sido motivadas porque sus peticiones no han recibido acciones claras por parte de las autoridades departamentales. Por ejemplo, exigían que se les permita administrar los recursos destinados para sus comunidades a partir del reconocimiento de su gobierno propio, o disminuir el tamaño de presa de Usocoello que ha afectado la sostenibilidad y la pesca del río Cucuana.
“Por causa del embalse que provoca constantes inundaciones nos quitaron el sustento económico que teníamos con los cultivos de plátano, cachaco y frutales como limón, guanábana, guayaba, ganadería, caza y pesca. Era la única fuente de economía de nuestra comunidad”, habían denunciado.