Uno de los problemas más complejos es hacer del ambiente de las incubadoras un lugar propicio para los bebés recién nacidos, pues se puede llegar a presentar un contacto anormal con este tipo de dispositivos médicos.
Por eso, como una manera de ayudar a los neonatos que llegan al mundo y necesitan seguir su desarrollo, se ha pensado en una técnica que consiste en darles un pulpo de peluche para que se simule el vientre de la mamá y así se puedan tranquilizar y disminuir el estrés.
Así lo explicó la referente neonaotos de la Subred Sur, doctora Ruth Liliana López, quien aseguró que la idea de que los bebés tengan el peluche es que puedan sentir las texturas como, por ejemplo, el cordón umbilical, algo que ya conocen y que los puede ayudar a tranquilizarse.
“La estrategia es tratar de volver muy parecido el ambiente donde está el bebé prematuro a lo que estaba en el útero. Cuando el bebé está en el útero, se mueve en el agua y manipula el cordón umbilical y al cogerlo ellos se tranquilizan”, explicó la doctora López.
De acuerdo con la doctora López, el hecho que los bebés tengan el pulpo en sus manos trae otro beneficio, pues, al tranquilizarse, ya no luchan por desprenderse las cánulas o los catéteres, por lo que el tratamiento puede avanzar y así lograr el desarrollo necesario en el cuerpo de los neonatos: “En vez de jalarse las cánulas o los tubos sobre traqueales o los catéteres, cogen el pulpo y eso les produce tranquilidad disminuyendo así el estrés”.
Jazmín Flores es una madre que tuvo que vivir en carne propia la dificultad de tener a su hijo en una incubadora por más de tres meses, pero el pulpo de peluche le ayudó a su bebé a tranquilizarse y, según Flores, desde que lo recibió no lo soltó.
“Nació pesando 800 gramos, nació de 25 semanas. Mi bebé lleva aquí tres meses y nueve días trataba de jalar la sonda, se jalaba los cables, incluso, cuando le pusieron el primer respirador que era grandote se estresaba y se lo jalaba, entonces ahí fue cuando le consiguieron su pulpito e inmediatamente lo agarró, o sea, porque la textura, ¿sí?, entonces él dijo hay algo diferente y lo agarró y desde ahí no ha soltado el púlpito”, comentó Jazmín Flores.
El pulpo le sirvió al hijo de Jazmín Flores a regularse y poder salir adelante con su tratamiento, lo que ha llevado a los expertos en salud a preguntarse el porqué del apego que desarrollan los neonatos con el peluche, pues también ha servido para que el olor de la madre se impregne en el pulpo y así los bebés se puedan calmar cuando están al interior de la incubadora.
“Nos llama mucho la atención el apego que se logra con este objeto, ya que la mamá cuando lo va a lactar se lo colocamos entre los senos y le colocamos el bebé en posición canguro, el pulpo coge el olor de la mamá y cuando el bebé ya retorna a la incubadora, siente que todavía está en contacto con su mamá porque el muñeco tiene el olor de la madre”, agregó la doctora Lopez.
Según la doctora Ruth Liliana López, incluir el pulpo de peluche en el tratamiento de los neonatos tiene otros beneficios como, por ejemplo, que se pueda desarrollar un contacto sano por parte del bebé con su madre a través de su olor que queda en el objeto, y no un contacto negativo con la incubadora mientras el bebé se encuentra en ella.
“Esto es fundamental porque establece un contacto que es sano con su madre y no un contacto anormal con la incubadora”, concluyó la doctora.