Con repetido discurso en alocución: así defendió Petro el proceso de paz con el ELN y el cese al fuego bilateral

La anunciada alocución del lunes 12 de junio, transmitida en cadena nacional, resultó ser un discurso ya conocido por los colombianos. El presidente de la República, Gustavo Petro, apareció una vez más en las pantallas de los televisores de los hogares, pero con la retransmisión del discurso dado en el cierre del tercer ciclo de negociaciones con el ELN, que se produjo hace tres días: el viernes 9 de junio.

Tal y como sucedió con su pronunciamiento en el caso de la ex jefa de Gabinete de la Presidencia Laura Sarabia, cuando también se aplicó la misma estrategia, se vio al jefe de Estado desde La Habana (Cuba), con la reproducción íntegra de sus palabras, en las que salió en defensa del proceso de paz que se adelanta con esta guerrilla y el cese del fuego bilateral alcanzado, que entrará en rigor el 3 de agosto.

El discurso dado por Petro desde la isla, que duró 20 minutos, pasó casi desapercibido, debido a que, en la noche de esa jornada, se confirmó el rescate de los cuatro menores que se encontraban perdidos en la selva del Guaviare; además de la muerte del coronel de la Policía Óscar Dávila, lo que opacó su pronunciamiento acerca de un hecho que se calificó como histórico. Es el primer cese al fuego que se aplicará en todo el territorio.

Además de que, al día siguiente, el sábado 10 de junio, Israel Ramírez Pineda, alias Pablo Beltrán, integrante del Comando Central (COCE) del ELN, entregó unas polémicas declaraciones, en las que anunció que no cesarán las extorsiones y los secuestros en medio del cese, pese a que hizo énfasis que, en el caso de las “retenciones”, como llaman a la privación de la libertad, será en casos “necesarios”.

En su discurso, cuyo contenido se conoció desde hace tres días, Petro empezó su intervención con un agradecimiento a Cuba por acoger los diálogos con esta organización armada, que goza de estatus político. Recordó a excompañeros de lucha, en sus tiempos con el M-19, como Jaime Bateman, y se atrevió a anunciar que, si se sigue el cronograma, en mayo del 2025 cesa definitivamente la guerra.

A su vez, destacó que con este proceso se da el fin de una fase: la insurgencia armada en América Latina, de la que, añadió, “hicimos partes todos, la mayoría de los que estamos aquí” y valoró cómo se ha llevado a cabo el proceso de transformación del conflicto. Para ello resaltó los acuerdos alcanzados con el propio M-19, clave para escribir una nueva Constitución, en 1991, con la presencia de excombatientes.

Una Constitución que calificó de parcial, incompleta, y que –según él– siguió con una oleada que recientemente no se había sentido en Colombia. “La del genocidio, del cual hoy las generaciones actuales se dan cuenta a través de la confesión de Salvatore Mancuso que se vuelve realidad plena”, relató.

“Indudablemente, la lucha contra la paz ha traído lo mejor y lo peor para esta zona del mundo. Ha traído la vida, el cambio de instituciones, la innovación de la sociedad y ese camino tiene que seguir. Ustedes proponen, hoy, un acuerdo nacional, pero la comunidad debe participar”, manifestó el mandatario en su intervención.

E hizo énfasis en que todos los sectores de la sociedad puedan tener una vida más digna. “Con que la señora de los tintos pueda tener dignidad, con que la tierra pueda ser asequible al campesinado, tiene que cesar la violencia en los campos, tienen que garantizarse los derechos”, añadió el mandatario.

Para Petro, este es un hecho histórico. “Digamos, no se puede soslayar la importancia histórica de ese hecho. Y aquí, entonces, venimos a entregarle a Colombia –y es por eso, por lo que fuimos elegidos ¿Qué más sentido tiene? – estas posibilidades de paz que hay aquí, que se construyen aquí, la paz como una esperanza que cada vez se liga más, así ha sido, de ahí, su esencia revolucionaria, al cambio”, dijo.

En su discurso, también mencionó a la senadora María José Pizarro, negociadora del Gobierno e hija del asesinado candidato presidencial del M-19, Carlos Pizarro Leongómez. “El esfuerzo de otro de los comandantes de aquella época, Carlos Pizarro –aquí está su hija presente, Senadora de la República hoy–, asesinado en este mismo esfuerzo, logró esa Constitución”, precisó.