Las calles de Bogotá esconden secretos que, aunque son una realidad, muchos de los habitantes de la capital no conocen. Este es el caso de un plato de comida que, en la mayoría de los casos, es consumido por habitantes de calle que no tienen la posibilidad para pagar por un almuerzo, por lo que la mejor opción es un combinado, un almuerzo que puede costar entre $1.000 y $2.000 pesos.
Para explicar lo que es un combinado, el youtuber Thomás Pérez, conocido por tener un canal en la plataforma con el nombre Sin rol específico, caminó las calles de Bogotá, inclusive, las peligrosas cuadras del Samber, uno de los barrios donde se concentran los habitantes de calle de la capital del país.
“El Bronx no era nada ni nada menos que el expendio de drogas más grande de Colombia, podría decirse, lugar que se conocía como la ciudad dentro de una ciudad. En este lugar habían sus propias reglas y no se respetaba lo que se decía en Bogotá, se respetaba lo que se decía en el Samber”.
En cualquier sociedad la comida es fundamental para mantener el orden, por lo que los habitantes de calle del Bronx también debían buscar el plato de alimento, razón por la que llegaron a desarrollar un plato tan barato que se comenzó a creer que estaba preparado con varios productos aberrantes como, por ejemplo, cuerpos de animales o, inclusive, de seres humanos.
“Entre las cosas que se podían presentar a diario, la comida tenía un puesto fundamental en esta lista. En estos momentos el combinado ya no es lo mismo que antes, ya que anteriormente, el combinado era el plato selecto o preferido o simplemente el que podían pagar, obviamente los habitantes de calle. Tamal con ojo, caldo de muerto y empanada de soplón. Se tenía la creencia muy fiel de que estos platos, al ser tan baratos, eran preparados con lo que es cuerpos humanos, cuerpos de animales o demás cosas que ustedes ni se imaginan”.
La experiencia de Thomás y sus amigos fue compleja, pues al ir con las cámaras y caminar por cuadras tan difíciles, los amigos de lo ajeno y las personas que no les gusta que se registren los eventos que suceden al interior de estos barrios, no tuvieron el tiempo necesario para encontrar los lugares, por lo que en un primer intento no lograron conseguir el combinado.
“Todavía seguimos en búsqueda del verdadero combinado. Por aquí en la doce con tercera y en este trayecto de lo que llevamos del Samber no lo hemos podido conseguir. Lo más barato fue un corrientazo a seis mil pesos”.
Un día después y con una mejor estrategia, Thomás y sus compañeros de aventura lograron dar con la venta de combinado, por lo que no dudaron en comprar varios platos, dos se los regalaron a unos habitantes de calle que se encontraban cerca de ellos y el tercero, de $2.000, fue el que decidieron probar para saber que tan rico o no era.
“Bueno muchachos nos hemos venido aquí al centro de la ciudad ya como para degustar del famoso combinado. Hay varios precios como pudieron escuchar y el más barato es de $1.500 y ojito que cada uno viene acompañado de su respectivo juguito”.
Con el combinado en su mano, el creador de contenido desmitificó la creencia de que el plato podía contener algún tipo de carne de animal o cosas raras, pues explicó que solo se trata de comida de días anteriores que no se venden en otros restaurantes, por lo que entre los alimentos que les entregaron estaba arroz, pasta, bofe un pedazo de pollo y morcilla.
“Habían muchos mitos urbanos acerca de que esto se hacía con cuerpos humanos, de que los pedazos de carne eran sobras de perros, pedazos de cualquier cosa que se imaginaran así retorcida; sin embargo, en realidad lo que llegaba a ser el combinado era comida que días anteriores la gente no se comió y obviamente los habitantes de calle lo único que anhelan en esos momentos es llenar su panza”.
De acuerdo con Thomás, el combinado es un plato de necesidad, que deben consumir los habitantes de la calle al no tener la opción de adquirir otro tipo de alimento, por lo que deben acudir a este establecimiento que venden lo necesario para un almuerzo.
“Como conclusión muchachos, en realidad esto es un plato de necesidad. No nos vamos a mentir, este es un plato de necesidad para las personas que tal vez no tengan con qué acceder a un corrientazo, que no tienen con qué acceder para comprarse una libra de arroz y cocinarse y fritarse un huevo, pues optan por esto que tiene proteína, tiene todo lo necesario para almorzar”.