El fin del Cartel de Medellín: La muerte de Pablo Escobar y el surgimiento de Los Pepes

Nicolás Escobar, el sobrino del capo del narcotráfico, habló con el equipo periodístico de Infobae Colombia respecto a la muerte de los hermanos Galeano y Moncada y el nacimiento de los Perseguidos por Pablo Escobar

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Nicolás Escobar habló con el equipo de Infobae Colombia sobre el nacimiento de los denominados Pepes
Nicolás Escobar habló con el equipo de Infobae Colombia sobre el nacimiento de los denominados Pepes

Pablo Emilio Escobar Gaviria murió en el techo de una casa del barrio Los Olivos al occidente de Medellín el 2 de diciembre de 1993, el ‘Patrón’ falleció a causa de un disparo en la cabeza cuando pretendía huir del Grupo de Búsqueda.

Para algunos sectores, como la familia de Escobar, la muerte del capo aún es un misterio ya que afirman que el Estado no lo mató sino él mismo se habría suicidado o incluso versiones como la del paramilitar ‘Don Berna’, quien afirmó que él había dado el tiro de gracia demuestran que aún las teorías del asesinato de Escobar siguen alimentando su mito.

Lo que no se puede negar es que el exhaustivo rastreo de los organismos estatales y de sus más férreos enemigos llevaron al líder del cartel de Medellín a morir un día después de su cumpleaños en la capital de Antioquia. Al respecto de la presión implacable que sufrió Escobar sobresale el ya nombrado Grupo de Búsqueda formado por los cuerpos de inteligencia del Estado y ayudados por organismos internacionales y ‘Los Pepes’ autodenominados así por el acrónimo Perseguidos por Pablo Escobar.

Los Pepes fueron los criminales que se aliaron para acabar al ‘Patrón’, la suma del paramilitarismo junto al cartel de Cali y los exsocios de Escobar dieron como resultado el fin del temido delincuente que sumió al país en la violencia. El equipo periodístico de Infobae Colombia le realizó una entrevista a Nicolás Escobar el sobrino de Pablo quien habló sobre el nacimiento de los temidos Pepes y su impresión tras más de 30 años de la partida del narcotraficante.

Entre el 3 y 4 de julio de 1992 ocurrió un hecho que marcó el destino de Escobar y del cartel de Medellín, Gerardo ‘Kiko’ Moncada y Fernando Galeano fueron asesinados en el lujoso centro carcelario La Catedral. Los socios y amigos de Pablo a partir de una confusión que habría surgido por temas de dinero dentro del cartel fueron matados y desaparecidos.

Sobre este hecho se pronunció Nicolás Escobar, quien confirmó el homicidio de los hermanos Galeano y Moncada y se disculpó en exclusiva con los familiares de ellos, resaltando que este suceso fue el origen de los Perseguidos Por Pablo Escobar Pepes y el fin del cartel.

“Quiero pedirles disculpas y no les pido perdón porque el único que perdona es Dios, pero si quiero pedirle disculpas a la familia Galeano y la familia Moncada por lo que se hizo en La Catedral, a mí me parece que eso fue el inicio del final del cartel de Medellín y de Pablo de Escobar y el inicio de los PEPES”.
La Catedral la finca de Pablo Escobar - El asesinato de Fernando Galeano y Kiko Moncada fue el inicio del fin en el cartel de Medellín

La versión que siempre manejó Escobar fue que sus exsocios le estaban ocultando 6.261 dólares de una caleta que le debían dar de un pago obligatorio, inclusive el capo afirmó que los hermanos Galeano y Moncada se estaban aliando con los hermanos Rodríguez Orejuela por lo que era necesario eliminarlos.

Inclusive el criminal Jhon Jairo Velásquez alias ‘Popeye’ mencionó en una entrevista con el periodista Rafael Poveda que la muerte de sus exsocios en La Catedral le representó a Escobar la desconfianza de un gran sector del hampa que ya no lo quería apoyar.

El Patrón trataba de explicarle eso a sus amigos que le quedaban (...) yo quiero mucho a mi mujer a la ‘Tata’, llevó casado 20 años con ella, la amo y la adoro pero si yo a ella la encuentro con otro en la cama la mato (...) lo mismo me pasó con estas personas, mis amigos del alma me tocó matarlos”.

La muerte de Escobar significó el fin de una época criminal y el inicio de otra ya que el narcotráfico no se acabó ni tampoco la corrupción ni mucho menos la violencia. 30 años después de la muerte de Escobar y muchos de los integrantes de los Pepes están muertos y continúa el tráfico de estupefacientes, las alianzas criminales y demás huellas de un pasado violente que no se debe mitificar sino recordar en ejercicio de exaltar la memoria de los miles de inocentes que fallecieron y continúan muriendo debido a las dinámicas del narcotráfico.

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