El secretario de Seguridad de Cali, Jimmy Dranguet, informó al cierre del primer puente festivo de junio que la Policía Metropolitana de Cali logró frustrar el hurto de una camioneta que en la madrugada del lunes (12) habría sido tomada de un concesionario ubicado sobre la Avenida tercera con calle 34.
De acuerdo con el informe preliminar de las autoridades, varios hombres se presentaron a mitad de la noche y, mientras uno de ellos rompía los vidrios, los otros se preparaban para sacar el vehículo: una camioneta, gama alta, cero kilómetros.
Condujeron sobre el andén y cuando pretendían darse a la huida, las autoridades se presentaron en el lugar y lograron dar con la captura de quien habría permitido la entrada del grupo al quebrar el cristal de seguridad.
“El sujeto implicado, quien quebró los vidrios del establecimiento y pretendía hurtar una camioneta, fue capturado y conducido a la estación más cercana”, detalló el secretario Dranguet, en redes sociales.
Ya en poder de las autoridades tendrá que responder por el delito de tentativa de hurto; mientras que la Policía intenta dar con las demás piezas del caso.
Los ciudadanos se mostraron preocupados ante la creciente ola de inseguridad en la capital del Valle del Cauca e, incluso, entre reflexiones llegaron a preguntarse qué les hace “pensar a estas personas que pueden hacer lo que se imaginen en Cali”.
Aumentan las cifras de instrumentalización de menores para cometer delitos en Cali
La capital del departamento del Valle del Cauca lanzó una alerta ante el incremento en el número de menores vinculados a estructuras criminales, relacionadas con delitos de alto impacto.
Según el secretario de Seguridad de Cali, Jimmy Dranguet, la ciudad ha observado durante los últimos meses una tendencia de instrumentalizar menores para adelantar acciones criminales, entre las que destacan el porte de armas, el tráfico de estupefacientes, el hurto, las extorsiones, el homicidio y las lesiones personales en medio de riñas.
Para el Grupo de Infancia y Adolescencia de la Policía Metropolitana de Cali, este incremento estaría relacionado con la influencia de las organizaciones criminales sobre las poblaciones vulnerables de la ciudad.
Según han logrado evidenciar, las estructuras delincuenciales estarían aprovechándose de adolescentes entre los 13 y 14 años al vincularlos a sus filas a cambio de dinero, en zonas de la ciudad donde las condiciones económicas no son favorables para los hogares caleños.
En ese sentido, el director ejecutivo de la Fundación Alvaralice, Juan Camilo Cock, coincide en que la capital vallecaucana no se logran satisfacer las necesidades básicas de los menores en algunas zonas, como al oriente de la ciudad, en donde las bandas criminales dan diferentes roles al interior de sus organizaciones, como campaneros, mandaderos o mentes criminales, detrás de los delitos de alto impacto.
Lo que también preocupa entre los expertos, son las cifras de homicidios en el que se han visto involucrados los menores de edad. Martín Mendoza, director de “Cali Cómo Vamos”, dijo para El Tiempo que este grupo etario se constituye como el segundo con más víctimas por homicidio en la capital del Valle, al tiempo que representan una cuota importante para la ejecución de actos delictivos, debido a la falta de oportunidades que lleva a uno de cada cinco jóvenes a no estudiar, ni trabajar. “Es allí donde este grupo social se vuelve más vulnerable, llegan a ser mandaderos y terminan en una organización criminal. Pero viene la pregunta de por qué están desertando de los colegios, por qué hay más pobreza en los hogares”.
Un problema que no da espera; ya que, según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, entre el primero de enero de 2022 y el 24 de marzo de 2023, se reportó el ingreso de 575 menores a centros de formación para infractores en Cali. Del total de los casos, 88 de los menores entraron a estos centros en los primeros tres meses de 2023, luego de ser detenidos por la Policía Metropolitana cometiendo todo tipo de delitos.