Los niños en la selva del Guaviare fueron encontrados por un indígena

Luis Acosta, coordinador de la Guardia Indígena y parte de la Operación Esperanza, dijo que gracias a prácticas espirituales y a la técnica militar se pudo encontrar a los niños

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Luis Acosta, que estuvo en la selva buscando a los hermanos Mucutuy, contó cómo fue que dieron con el paradero de los niños. orpio.org.pe/Archivo.
Luis Acosta, que estuvo en la selva buscando a los hermanos Mucutuy, contó cómo fue que dieron con el paradero de los niños. orpio.org.pe/Archivo.

Los hermanos Mucutuy, Lesly, Soleiny, Tien y Cristin, aparecieron el 9 de junio luego de estar deambulando por la selva entre Guaviare y Caquetá. Más de 350 personas, entre uniformados del Ejército Nacional y miembros de la Guardia Indígena, durante 40 días los buscaron incansablemente sin escatimar esfuerzos ni desestimar cualquier alternativa para dar con el paradero de los cuatro niños indígenas, desde saberes tradicionales de los grupos indígenas hasta las más sofisticadas técnicas militares fueron vitales para encontrarlos.

Luis Acosta, coordinador nacional de la Guardia Indígena, le contó a El Tiempo, que a los niños los “encontró un indígena guardián que tomó yagé”, una bebida espiritual de los pueblos indígenas. También ponderó el trabajo articulado con el Ejército y dijo que fue una experiencia muy bonita, en la que tanto indígenas como soldados, se conocieron, compartieron e intercambiaron conocimientos.

Yagé, chimú y pedirle permiso a la selva: el conocimiento indígena fue vital para hallarlos

Soldados colombianos atienden a cuatro niños sobrevivientes de una avioneta Cessna 206 que se estrelló en la selva, en límites entre los departamentos de Caquetá y Guaviare, Colombia, junio 9, 2023. Fuerzas Militares de Colombia/via REUTERS ATENCIÓN EDITORES - ESTA IMAGEN FUE PROPORCIONADA POR UN TERCERO. CRÉDITO OBLIGATORIO. NO REVENTAS. NO ARCHIVOS.
Soldados colombianos atienden a cuatro niños sobrevivientes de una avioneta Cessna 206 que se estrelló en la selva, en límites entre los departamentos de Caquetá y Guaviare, Colombia, junio 9, 2023. Fuerzas Militares de Colombia/via REUTERS ATENCIÓN EDITORES - ESTA IMAGEN FUE PROPORCIONADA POR UN TERCERO. CRÉDITO OBLIGATORIO. NO REVENTAS. NO ARCHIVOS.

Según le contó Acosta a El Tiempo, en la búsqueda de los niños fue vital el conocimiento de los indígenas de la selva, así como sus prácticas espirituales, que se conjugaron con la técnica militar. También dijo que para sobrevivir en la selva no es suficiente la comida física, pues “también se necesita de alimento espiritual”.

“Los encontró un indígena guardián que tomó yagé, en apoyo con la tecnología del Ejército. La selva, hay que entender, es muy espiritual, sobre todo esa selva virgen que nadie ha pisado y allá hay unos poderes espirituales muy fuertes. Se compartió el chimú, una medicina ancestral de esta zona, que la usaban también los soldados, para poder caminar en la selva y de aguantar”.

Acosta advirtió también que, así como los soldados “aportaron sabiduría técnica: los GPS y los teléfonos satelitales”, los miembros de la Guardia Indígena aportaron “sabiduría ancestral frente a como andar en la selva, como pedirle permiso, como honrar la selva y así se hizo todos estos días para no enfermarnos, para no perdernos porque es muy fácil perderse en esa selva”.

Sobre el indígena que, tras una toma de yagé, dio con el paradero de los hermanos Mucutuy, explicó que quien lo toma “ve mucho más allá de lo que vemos”:

“Como era por cuadrantes (la búsqueda), ellos se fueron por uno y los encontraron. El que toma yagé ve mucho más allá de lo que vemos. Se vuelve un médico, una pantera, un tigre, un puma. Ve más allá porque es una medicina integral. Él tuvo la capacidad de mirar”

Acosta también advirtió que fue vital que los niños hayan sido criados en la selva y que Lesly, la mayor, tuviera “capacidad espiritual y física para resistir y ayudar a sus hermanitos”:

“Porque estos niños son criados en la selva y educados en la medicina ancestral, por eso duraron. Y porque desde acá se hizo ritual para que les llegara a ellos. Eso ayudó a que esa niña en sus 13 años tuviera la capacidad espiritual y física para resistir y ayudar a sus hermanitos. Eso un niño de Bogotá no hubiera aguantado. Ellos conocían la selva”

El trabajo con los militares

Estas son las primeras imágenes de los niños. Fuerzas Militares.
Estas son las primeras imágenes de los niños. Fuerzas Militares.

El coordinador nacional de la Guardia Indígena le explicó a Noticias Caracol las dificultades que afrontaron en la búsqueda de los cuatro hermanos Mucutuy, como las inclemencias de la selva tropical, su clima, las lluvias, la humedad y los animales:

“Hay que saberse mover en la selva, la situación de lluvia, a veces de deshidratación es compleja”. También aseguró que se perdieron “como cuatro veces”

Sobre el trabajo con los militares, Acosta contó que compartían sus alimentos tradicionales, el arroz, el casabe y la fariña, con los soldados, que también compartieron con los indígenas sus raciones. También dijo, desde el día uno entablaron una relación que partió de la reconciliación y la coordinación:

”Allá nos conocimos, y por eso nos abrazamos, hay que conocernos para abrazarnos. Creo que ese es el mensaje de paz más bonito, a veces, cuando no nos conocemos, cuando no compartimos lo que somos, a veces no tenemos esa confianza y creo que allá fue un escenario de confianza con las fuerzas militares”

También dijo que se enseñaron y aprendieron mutuamente, intercambiaron conocimientos, los indígenas les enseñaron a los soldados sus saberes espirituales y que los soldados les dieron a conocer sus conocimientos técnicos.

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