El primer día de junio del 2023, en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, en Estados Unidos, fue condenado a siete años de cárcel Herbert Fletcher, ciudadano de 42 años acusado de explotación sexual. El sujeto, según la investigación, solía viajar con destino a Medellín, haciéndose pasar como un poderoso empresario, para captar a sus víctimas. Aunque fue capturado en la capital del departamento antioqueño durante el 2019, fue liberado por orden del juez 12 del Circuito de Medellín. Fue recapturado el 5 de abril de 2021 en Miami, en Estados Unidos.
“No te podés hacer a la idea, ni por un minuto, del daño que me hiciste a mí y a muchas niñas. Abusaste de mí para tu satisfacción y la de tus amigos. En los famosos videos que me hiciste creer que eran para ti en varias ocasiones abusaron de mí y tu grabaste todo esto. Me destrozaste la infancia. Anulaste mí personalidad, me manipulaste. Hoy miro al futuro con ojos de esperanza, porque ahora sé que nací para algo más que para eso. Espero que te esperen muchos años en la cárcel. Que te perdone Dios, porque yo no puedo”, comentó una de sus víctimas durante la audiencia. Ella tenía 14 años de edad cuando cayó en las redes de Herbert.
Lo que se conoce del caso es que Fletcher sostenía encuentros sexuales con jóvenes, los grababa y subía los registros audiovisuales a populares páginas porno como Pornhub, Spankmoney, Xvideos o ManyVids. Herbert no actuaba solo, de hecho, para el momento de su detención, fue capturado también, pero en la ciudad de Nueva York, en octubre del 2019, Víctor Galarza.
A la detención de aquellos dos señalados criminales (Fletcher y Galarza) se sumó la captura de otras cinco personas que, según las autoridades, también tenían que ver con aquellos delitos sexuales. Galarza fue condenado a mediados del 2022 por los delitos de explotación sexual y tráfico y posesión de pornografía infantil.
Según la Fiscalía General de la Nación de Colombia, aquella red criminal tenía diferentes cuentas en redes sociales como Facebook e Instagram. A través de aquellos perfiles falsos contactaban a sus víctimas que, según la entidad, solían ser menores de edad que provenían de ‘contextos empobrecidos’ de Medellín. Aunque se logró conocer, por parte de las autoridades colombianas, las identidades de unas 28 víctimas, se halló una especie de ‘catálogo’ en el que reposaban los nombres de cerca de 100 niñas y adolescentes.
Aquel ‘inventario’ era consultado por parte de personas, extranjeras y nacionales, que escogían a las jóvenes que les interesaban.
Dos jóvenes que fueron víctimas de la organización, en una charla con el diario El Espectador, revelaron que conocieron a Fletcher y Galarza cuando tenían 15 y 16 años de edad. Ambas tenían fuertes conflictos económicos y familiares. Las dos llegaron a manos de la red delincuencial gracias a proxenetas que trabajaban para integrantes de esta. Ellas, las proxenetas, se quedaban, presuntamente, con el 60% de las ganancias.
“No les gustaban gordas ni afros, sino blancas, muy delgadas, sin senos grandes y con cara de niñas. A mí me llegó a pedir que le presentara niñas de 12 años. Nunca me presté, me parecía muy enfermo”, recordó una de las jóvenes que habló con el medio mencionado acerca de Fletcher.
Algunos videos, grabados por parte de Víctor, y protagonizados por Fletcher, eran publicados, dicen las víctimas, con títulos machistas y misóginos como: ”Scort venezolana acepta follar sin condón en trío, en su primer casting en Medellín, Columbia” o “Prostituta colegiala colombiana acepta follar sin condón x 10 dólares. La cuarentena la obligó a vender su cuerpo en Medellín”.
De acuerdo con otra víctima de aquella red criminal, hay videos grabados por Galarza y Fletcher, en los que sale ella, que siguen rondando en redes sociales, de hecho, dice ella, hay un grupo activo en Telegram con más de 189.000 miembros en los que estos registros audiovisuales son compartidos y vendidos.
“A pesar de que eso pasó hace siete años, ese video sigue por ahí, haciéndome un enorme daño. En mis redes personales también me han escrito mensajes asquerosos y morbosos algunos desconocidos que lo encontraron en internet. Es como si la pesadilla no fuera a terminar nunca. Dios mío, porque he tenido mucha fortaleza mental, pero esto le puede destruir la vida a una persona”, dijo.