Pasadas las seis de la tarde del viernes 9 de junio, el país celebró el anuncio del hallazgo de los niños perdidos en la selva amazónica, pues luego de más de 40 días, las Fuerzas Militares continuaron trabajando para lograr su objetivo. A modo de análisis y reflexión, se determinó el factor principal para conseguir el éxito en la búsqueda, tal como lo reseñó el general Helder Giraldo, quien aseguró que nunca se perdió la fe.
Más de 2.000 kilómetros recorridos
Sobre el tema, el general Helder Fernan Giraldo Bonilla, comandante Fuerzas Militares, explicó que el trabajo conjunto entre los comandos especiales del Ejército y las comunidades indígenas fue el punto de inflexión para poder adentrarse a los espacios más recónditos de las selvas del Guaviare y Caquetá. El oficial denominó ‘células’ a los grupos que ser conformaron entre nativos y uniformados, pues desde su conocimiento, cada uno pudo aportar a la operación.
“Gracias a la interacción entre los indígenas con el soldado colombiano, se logró conformar los equipos combinados de células de búsqueda y fue a través de estas células que logramos la ubicación con vida de los cuatro menores. Decirles que para poderlos ubicar, nuestros soldados e indígenas recorrieron aproximadamente 2656 km, abrazando la adversidad y los soldados indígenas a través de la Operación Esperanza, que hicieron posible lo imposible con esa fe intacta que siempre nos caracteriza”, sintetizó el general Giraldo.
El agradecimiento del general fue a las comunidades ancestrales que decidieron unirse al operativo, pues teniendo en cuenta la experiencia en territorio, facilitaron el tránsito de los uniformados en esta zona. Si bien, desde el plano geográfico se pudo determinar la zona del hallazgo, es importante tener en cuenta que el terreno dificultaba la operación.
“Las comunidades indígenas Siuna y el Aracuara con estos comandos de las fuerzas especiales, avanzaron en el sector de la vereda Palma Rosa en el municipio de Solano, Caquetá, fue ahí donde se logró la ubicación y rescate de esos cuatro menores”, subrayó el oficial.
Más de una decena de aeronaves participaron
Lesly, Soleiny, Tien Noriel y Cristin permanecieron internados durante más de un mes en lo más profundo de Caquetá, pues tan pronto se conoció el accidente de la avioneta el 1 de mayo del 2023, se desplegó un importante componente militar para dar con el paradero de los niños. Con aviones y helicópteros se recorrió este espacio, en donde se utilizaron más de una decena de aeronaves.
“Fueron más de 35 días de esfuerzos en la espesa selva, fueron más de 240 horas de helicóptero asignadas para el rescate y la recuperación de los cuatro menores, donde participaron más de 11 aeronaves de las Fuerzas Militares de Colombia para la búsqueda, para la ubicación y para el rescate de esos menores”
La unión entre indígenas y soldados
Desde las Fuerzas Militares, el General Helder Fernan Giraldo Bonilla expuso que lo realizado era un ejemplo para seguir por todo el país, pues fue gracias a la cooperación que se pudo brindar este regocijo al país. Tomando como ejemplo la situación, señaló que era un modelo para seguir para la paz de Colombia.
“Gracias comandos y comunidades indígenas, que ese sea el ejemplo de que la unión con las comunidades indígenas, con nuestros soldados y por supuesto de la mano de Dios, podemos hacer mucho más por la paz, por la convivencia y por el desarrollo de nuestro país”.
A lo anterior, se sumó la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), que resaltó: “También agradecer a los Pueblos y Guardias Indígenas y Fuerzas Militares por no desfallecer y perseverar en la búsqueda”.