Los cuatro niños encontrados en la selva estaban huyendo de la violencia: esta es su historia

Los menores de la comunidad indígena muinane partieron el primero de mayo desde Araracuara hacia San José del Guaviare, pero en el camino por poco pierden la vida

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Estas son las primeras imágenes de los niños. Fuerzas Militares.
Estas son las primeras imágenes de los niños. Fuerzas Militares.

Lesly Mucutuy (13 años), Soleiny Mucutuy (9 años), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (4 años), y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy (un año), los cuatro niños indígenas que permanecieron desaparecidos en la selva amazónica colombiana, entre los departamentos de Guaviare y Caquetá, habían abordado la avioneta que se accidentó para dejar su tierra y huir de la violencia que afecta al sur del país.

Los menores hacen parte de la comunidad indígena muinane, que vive de la caza, la recolección de alimentos y pesca. Esas tradiciones son muy bien enseñadas a los menores, por lo que los hermanos Mucutuy tenían el conocimiento necesario para sobrevivir en la selva por 40 días.

Huyeron de su hogar, en Puerto Sábalo, en la Manigua, (entre Amazonas y Caquetá) por las amenazas que recibieron por parte de grupos ilegales. Así se lo comentó a la Revista Semana Manuel Ronoque, el papá de los niños y gobernador de la comunidad Los Monos, del pueblo Uitoto.

Ronoque había tenido que abandonar a su familia un mes antes del accidente. Luego volvió y consiguió un hogar temporal para su esposa y sus hijos, pero de inmediato ―el primero de mayo pasado― tuvo que pedirles que abordaran la avioneta que partió desde Araracuara (Puerto Santander, Amazonas) hacia San José del Guaviare, aunque nunca llegó a su destino.

Era muy poco probable que los cuatro niños sobrevivieran en la inmensidad de la selva del Amazonas, pero la mayor preocupación estaba centrada en la pequeña Cristin, que para el momento del siniestro tenía once meses y que cumplió un año mientras cientos de hombres y mujeres del Ejército, otras instituciones y comunidades indígenas la buscaban a ella y sus hermanos. En la zona todos los días hay fuertes lluvias y tormentas eléctricas que hacen que sobrevivir sea difícil para cualquier persona.

Sin embargo, en la comunidad uinane saben que aunque la selva es un terreno peligroso, también proporciona las herramientas para sobrevivir. Y así fue educada Lesly, la mayor de los hermanos, que guio a los otros pequeños por la zona y les decía qué comer y qué no, por dónde podían caminar y de cuál agua podían beber.

Abandonaron la zona del accidente porque sabían que si se quedaban por mucho tiempo allí no podrían sobrevivir. Caminaron y se alejaron sin conocer la zona, aunque en su recorrido fueron dejando pistas como un biberón, unas tijeras, entre otras cosas, que fueron fundamentales para ser encontrados.

"Milagro" el código usado por los militares al encontrar los niños
"Milagro" el código usado por los militares al encontrar los niños

Los menores fueron hallados en una zona cercana al municipio de Solano, en Caquetá. De ser una línea recta (que no lo es), los menores estaban a cinco kilómetros del lugar en el que se estrelló la avioneta en la que viajaban junto con otros adultos que fallecieron tras el siniestro.

En la cuenta oficial de Twitter del Ministerio de Defensa se publicó el momento en que los militares intentan sacar a los pequeños del terreno, y se hace evidente la dificultad para sacarlos por las duras condiciones meteorológicas. El video es acompañado de un texto que explica en qué consistió el operativo de extracción:

“Comandos de la Fuerza Aérea Colombiana sacan de la espesa selva a los 4 niños. El helicóptero 🚁 está a más de 60 mts de altura. Los árboles 🌳 son muy altos y la visibilidad es casi nula. Van al helipuerto habilitado en medio de la selva para esta operación”
El Ministerio de Defensa publicó este video con las primeras imágenes de los niños siendo rescatados de la selva. MinDefensa/Twitter.

En la publicación se explicó que los menores fueron llevados al hospital de San José del Guaviare, donde fueron monitoreados por el personal médico. Por su parte, el propio personal médico del Ejército confirmó que los menores tienen algunos síntomas de deshidratación, desnutrición y picaduras de los insectos propios de la zona:

“Del helipuerto van a Calamar. Recargan combustible y siguen a San José del Guaviare para llevar a los niños al hospital del municipio, en donde continuará la atención que ya inició el equipo médico de las Fuerzas Militares de Colombia”, explicaron en su momento.

Llegaron en la madrugada del sábado 10 de junio a Bogotá, exactamente a las 12:38 a. m., al Comando Aéreo de Transporte Militar, Catam. Allí los estaban esperando varias ambulancias para trasladarlos al Hospital Militar con el fin de verificar su estado de salud y que sus derechos no se hubiesen vulnerado.

Una vez aterrizaron, los menores fueron bajados en camillas ante la mirada de indígenas, paramédicos, personal de las Fuerzas Militares y del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, así como periodistas que estuvieron en el lugar para presenciar lo que ya es considerado un milagro, el éxito de la ‘Operación Esperanza’.

Llegada de los menores a Bogotá. Foto: Aeronáutica Civil.
Llegada de los menores a Bogotá. Foto: Aeronáutica Civil.

Luego fueron trasladados al Hospital Militar, donde están siendo atendidos física y psicológicamente. Por el momento, su pronóstico es reservado, pero el general Pedro Sánchez, comandante de las Fuerzas Especiales (CCOES), aseguró que los niños estarán recibiendo la atención más especializada del país.

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